La otra Roma: Arte sin masificaciones

La Roma del Panteón, del Foro Romano, de la Fontana di Trevi, de la Piazza di Spagna o de la Basílica de San Pedro; pero también la de Bernini y Borromini, la de Caravaggio, la del legado etrusco o la de las más de 900 iglesias (que lograríamos ver en un año visitando 17 a la semana). Dicen que se necesita más de una vida para descubrir Roma (Roma, non basta una vita), la caótica y mágica ciudad que visitan 20 millones de personas cada 365 días.

En la Galleria nazionale d’arte moderna quietud y riqueza cultural van de la mano

Alfredo Pirri

Su impresionante concentración de Historia la hace inabarcable y es habitual observar largas colas de turistas esperando pacientemente para acceder a los Museos Vaticanos o al Coliseo. Pero hay otra cara más desconocida, otra Roma donde es posible disfrutar del Arte sin masificaciones, un enclave donde quietud y riqueza cultural van de la mano. Se trata de la Galleria nazionale d’arte moderna (Viale delle Belle Arti, 131) una colección que abarca magníficas obras de los siglos XIX y XX, y donde conviven grandes maestros italianos como Balla, Boccioni o de Chirico, con otros internacionales como Picasso, Mondrian o Pollock.

 

 La visita merecería la pena aunque sólo fuera por pasear por la primera de sus salas, diseñada por el artista italiano Alfredo Pirri

Aunque el nacimiento de la Galleria se remonta al año 1883, su sede data de 1915, ya que el actual espacio albergaría la colección tras haber sido el palacio de exposiciones durante sus primeros treinta años de vida. Situada cerca de la Galleria Borguese y del Museo nazionale Etrusco, la visita a la Galleria nazionale d’arte moderna merecería la pena aunque sólo fuera por pasear por la primera de sus salas: un impresionante espacio donde un grupo de esculturas del XIX se refleja en el suelo del italiano Alfredo Pirri, un espejo fracturado que provoca que el espectador se convierta en el tema de la obra.

 

Scusi, ma è arte questa (2)

La originalidad continúa en la sala que lleva por título Scusi, ma è arte questa? (Disculpe, pero ¿es esto arte?) que aglutina obras que causaron una reacción negativa en el público cuando se exhibieron. De este modo, podemos encontrar la conocida Fountain de Duchamp así como varios de los trabajos del polémico artista italiano Piero Manzoni, que criticó el consumismo y que alcanzó la fama, entre otros motivos, por enlatar, según la etiqueta firmada por el autor, “Mierda de artista”.

 

Balla, de Chirico, Manzù, Guttuso y Pascali cuentan con sus propias salas monográficas

Pero además, la Galleria permite descubrir, de forma cronológica, grandes tesoros del neoclasicismo -con un impresionante Antonio Canova a la cabeza-, del naturalismo, del simbolismo, del realismo, el novecento italiano o de las vanguardias. Por su  parte, los artistas con mayor volumen de obras en la Galleria cuentan con sus propias áreas monográficas. De este modo, los apasionados de Balla, de Chirico, Manzù, Guttuso y Pascali podrán deleitarse con una extensa compilación de sus trabajos.

 

Sala 16 - L'arte del sogno (1)Asimismo es posible disfrutar de impresionantes cuadros de gran formato como las obras de batallas de Cammarano o Fattori; así como de otras joyas como Le tre etá de Klimt, la famosa obra del pintor austriaco que representa el paso del tiempo y las tres fases de la vida de la mujer: la infancia, la maternidad y la inevitable decadencia de la vejez. La Galleria celebra también interesantes exposiciones temporales como La forma della seduzione. Il corpo femminile nell’arte del ‘900, que se desarrolla actualmente y que cuenta con obras de Modigliani, Miró, Dalí, Max Ernst o Victor Brauner.

 

Como indicaba al principio de este post, quizás se necesite más de una vida para descubrir Roma… De lo que no hay duda alguna es que la Galleria nazionale d’arte moderna merece una visita, en ésta o en la próxima.

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