La Fundación Masaveu Peterson y el Museo del Prado publican el tercer volumen del Epistolario del Archivo Madrazo

La Fundación María Cristina Masaveu Peterson y el Museo del Prado han presentado el tercer y último volumen del Epistolario del Archivo Madrazo, considerado uno de los conjuntos de cartas más relevantes y completos del siglo XIX. Consta de 1.122 misivas que aportan información importante sobre la historia, la política, las artes y la sociedad en España y Europa en esta época, así como sobre el papel de la mujer en diferentes ámbitos, y a ellas se dedicará una exhibición que podrá verse en la sede madrileña de la Fundación del 6 al 27 de marzo.

Las cartas proceden del archivo de la familia Madrazo, que ha sido conservado por sus descendientes y fue adquirido por el Prado en 2012; el mecenazgo de la Fundación Masaveu Peterson ha permitido la publicación sucesiva de casi 1.900 de ellas, distribuidas en estos tres volúmenes, que vienen viendo la luz desde 2017.

La última publicación se titula “Epistolario del Archivo Madrazo en el Museo del Prado. III. Cartas de las mujeres y otros miembros de la familia, y de artistas, amigos y conocidos” y está dividida en dos tomos. La editó Pedro J. Martínez Plaza, del Área de Pintura del siglo XIX del Prado, al final del año pasado, y los textos están fechados entre 1831 y 1947; se dirigen, sobre todo, a Federico de Madrazo y, en menor medida a otros familiares, como a su padre José y a su hijo Ricardo.

El primer volumen recoge las cartas escritas por las mujeres y otros miembros de la familia, como el diseñador Mariano Fortuny y Madrazo, hijo del pintor del mismo nombre y de Cecilia de Madrazo. Las de las mujeres revelan el rol importante que desarrollaron en las carreras de sus respectivos esposos, padres e hijos, y permiten conocer aspectos sobre la crianza de los niños, la formación y educación entre las mujeres de la burguesía y las relaciones familiares. En este primer tomo se incluyen, igualmente, las misivas de las personas más cercanas a los Madrazo, como los pintores Valentín Carderera y Bernardino Montañés, que constituyen conjuntos diferenciados dado su volumen.

En el segundo y el tercer tomo veremos más de doscientas cartas de artistas españoles y extranjeros, como Mariano Benlliure, Francisco Pradilla, Antonio Muñoz Degrain, Friedrich Overbeck y Jean-Léon Gérôme, así como otras quinientas de remitentes distintos, incluyendo escritores –Fernán Caballero, Emilia Pardo Bazán o Alejandro Dumas–, políticos –como Juan Bravo y Emilio Castelar– y miembros de las principales familias de la nobleza y de la burguesía, como el duque de Medinaceli y Marie-Lætitia Bonaparte-Wyse. También las hay de músicos, arquitectos, coleccionistas, marchantes, directores de museos, diplomáticos, historiadores y arqueólogos.

Por su número y diversidad, esta documentación ofrece información amplia sobre las disciplinas de sus autores, sobre cuestiones sociales, artísticas y políticas, y sobre algunas de las principales instituciones del país, como el propio Prado. Por todo ello, este Epistolario puede convertirse en una herramienta de trabajo muy útil para los historiadores e historiadores del arte especialistas en el siglo XIX.

Habrá más sorpresas: en los próximos años está prevista la publicación de las agendas personales de Federico de Madrazo.