La Diputación de Huesca recupera el legado fotográfico Cortés/ Skogler

Sus imágenes, la mayoría inéditas, enriquecen la documentación gráfica de la Guerra Civil en Aragón

Huesca,

Desde hace cerca de treinta años, la Diputación de Huesca viene desarrollando una extensa labor dedicada a la difusión y puesta en valor de fotógrafos y artistas vinculados al Alto Aragón y la provincia de Huesca, especialmente de aquellos en cuya obra podemos encontrar valiosos documentos visuales sobre la historia de la provincia desde principios del siglo pasado.

Recientemente hemos podido contemplar en su Sala de Exposiciones muestras de Rodolfo Albasini, cronista de la vida social oscense en aquella época; de José Manuel Navia, que presentó allí su proyecto “Alma tierra“, en torno a la despoblación rural o un ciclo de exhibiciones centradas en la utilización de la fotografía como vehículo para resguardar memorias personales y familiares, relatos propios, instantes autobiográficos…

Ángel Cortés. Skogler. Operaciones militares en Almudévar (Huesca)."Valiente señorita de Falange Española que junto a sus camaradas estuvo en las operaciones". Amanecer, 16 de agosto de 1936
Ángel Cortés/ Skogler. Operaciones militares en Almudévar (Huesca). “Valiente señorita de Falange Española que junto a sus camaradas estuvo en las operaciones”. Amanecer, 16 de agosto de 1936

En los últimos años, la Fototeca de la Diputación viene trabajando en la recuperación del archivo de Ángel Cortés García, quien fuera fotógrafo profesional y uno de los fundadores de la Falange en Zaragoza; concretamente se han estudiado sus imágenes datadas en la Guerra Civil y la posguerra, entre 1936 y 1945: unos 3.500 negativos que se han datado y descrito, pero de los que también ha sido necesario dilucidar su autoría específica, dado que algunos hasta el momento se venían atribuyendo al también fotógrafo, de origen austriaco, Carlos Skogler Fredikson, de cuyo estudio fue operario Cortés.

Su condición de camisa vieja le permitió justamente, en aquella época, gozar de acceso, personal y profesional, privilegiado a acontecimientos que determinarían la vida política, social y militar de Aragón entonces; Zaragoza quedó muy pronto en manos de los sublevados, en el mismo julio de 1936, y Cortes cubriría desde agosto, para el diario Amanecer, casi todos los actos oficiales de la Falange allí, además de los frentes de combate (en uno de ellos, en noviembre del mismo año, resultó herido) y también el traslado del féretro de José Antonio Primo de Rivera desde Alicante a El Escorial. Justamente una de sus obras más conocidas es un retrato del fundador de Falange con camisa blanca, corbata y americana, después modificado para ponerle camisa azul y fabricar así la imagen oficial ampliamente difundida. El original, en formato de tarjeta postal, fue incluido en el estuche “Forjadores del Imperio”, donde el resto de las fotografías, una treintena, son retratos de militares del bando nacional a los que se suma el cardenal Gomá; se deben a Jalón Ángel. En definitiva, acreditó Cortés una implicación extensa al servicio del ideario falangista en la capital aragonesa junto al delegado jefe territorial del partido en esa ciudad, Jesús Muro Sevilla.

Ángel Cortés/ Skogler. Puente destruido. Fraga (Huesca). Marzo de 1938
Ángel Cortés/ Skogler. Puente destruido. Fraga (Huesca). Marzo de 1938

Ese conjunto de miles de negativos del legado Skogler-Cortés, la mayoría ligados a la contienda e inéditos hasta ahora, fueron recuperados y adquiridos por la Diputación de Huesca hace una década y recientemente se han incorporado a ellos otros 113 antes traspapelados y más de una treintena de rollos, estos últimos posteriores: se datan entre los cincuenta y los setenta.

El acervo lo ha estudiado, en diversas fases, la Diputación junto a la Universidad Carlos III; han dirigido esa labor los investigadores Diego Navarro, Jesús Robledano y Beatriz de la Heras y se ha comprobado que estas imágenes han permitido profundizar en numerosos detalles del frente de la guerra, y sobre todo de la retaguardia. Su estudio se encontraba en el número 31 de la calle del Coso, en la actual Plaza de España (cuyos balcones permitían tener visión amplia de las celebraciones locales de entonces); además, la sede en Zaragoza de la Falange se encontraba en el edificio colindante.

En cualquier caso, los frutos de ese estudio se recogen ahora en la muestra “Ángel Cortés SKOGLER. El visor falangista de la Guerra Civil y la posguerra (1936-1948)”, que puede visitarse hasta agosto en la Sala de Exposiciones de esta institución, y en la publicación que la acompaña. Ofrecen, estas imágenes, un capítulo hasta ahora inexplorado en la historia gráfica de la Guerra y también en la evolución de la fotografía en Aragón.

Angel Cortés/ Skogler. El Cuerpo de Ejército Marroquí durante el desfile», Amanecer, 20 de mayo de 1939. Madrid
Angel Cortés/ Skogler. El Cuerpo de Ejército Marroquí durante el desfile. Amanecer, 20 de mayo de 1939. Madrid
Ángel Cortés/ Skogler. Interior de las oficinas de las JONS. Zaragoza. 8 de agosto de 1937
Ángel Cortés/ Skogler. Interior de las oficinas de las JONS. Zaragoza. 8 de agosto de 1937

 

 

“Ángel Cortés / Skogler . El visor falangista de la Guerra Civil y la posguerra (1936-1948)”

SALA DE EXPOSICIONES DE LA DIPUTACIÓN DE HUESCA

c/ Porches de Galicia, 4

Huesca

Del 4 de junio al 1 de agosto de 2021

 

 

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