La cultura del paisaje: arte y Han Kang

El Jardín Botánico revisa naturalezas contemporáneas

Madrid,

Me puse cabeza abajo y entonces me empezaron a nacer hojas en el cuerpo y también me salieron raíces de las manos y las raíces se fueron metiendo bajo la tierra más y más.

La vegetariana, la novela más cruda de Han Kang, última Nobel de Literatura, está protagonizada por un ama de casa joven, Yeong–hye, que no desea continuar viva sino entregarse a la naturaleza, fundirse con ella, y con ese objetivo -el de convertirse en árbol- deja de comer. Poniéndose cabeza abajo es como empezaba a hacer la prueba de esa transición que habría de conducirla de una vida infeliz a otra, cuanto menos, arraigada.

Ese relato, que muchos conocimos después de que a su autora le fuese concedido el premio sueco, pero que data de 2007, ha sido el punto de partida de la muestra “La cultura del paisaje. La montaña, el árbol y el río”, que ha comisariado Menene Gras y que puede visitarse en el Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid, centro que la organiza junto a Casa Asia; pero también lo son las naturalezas presentes en la pintura y la poesía propia de las dinastías chinas Tang (618-907 d.C.) y Song (960-1129 d. C.), que en realidad han tenido una influencia extensa en la mirada hacia paisajes y estaciones, tanto en la literatura como en las artes, hasta nuestros días. Y esa influencia está ligada a lo espiritual: la contemplación estética del entorno en la tradición china apareja consideraciones religiosas y místicas, al concebirse el paisaje como la unión de individuos y Tao, siendo este último el centro del que surgen todos los seres, el lugar cósmico que explica que ser humano y naturaleza no puedan desvincularse.

Su concepción de ésta, por otro lado, tendrá como elementos fundamentales la montaña y el agua; la primera como eje del mundo, espacio en el que el soberano y el sabio se unen al Tao; la segunda por sus innumerables beneficios: es adorada en la cultura china. Una y otra componen asimismo el término chino para paisaje: shanshui, y Hua san shui xu, de Zong Bin, fue el primer tratado sobre pintura de este género.

Carlos Casas. Grotta, 2023. Serie Fieldworks FW #30. Cortesía del artista y Àngels Barcelona
Carlos Casas. Grotta, 2023. Serie Fieldworks FW #30. Cortesía del artista y Àngels Barcelona
Gohar Dashti. Untitled #2. Serie Home, 2017. Cortesía del artista
Gohar Dashti. Untitled #2. Serie Home, 2017. Cortesía del artista
Fina Miralles. Translacions. Elements naturals en un espai no natural. Llit-arbre, 1974. Cortesía de la artista y Museu d'Art de Sabadell
Fina Miralles. Translacions. Elements naturals en un espai no natural. Llit-arbre, 1974. Cortesía de la artista y Museu d’Art de Sabadell

De esta exhibición forman parte trabajos de más de una veintena de artistas españoles y asiáticos, cuya cercanía generacional no ha sido pretendida: Ignasi Aballí, Sergi Aguilar, Manuel V. Alonso, Timoteus Anggawan Kusno, Martha Aenza, Jordi Bernadó, Carlos Casas, Gohar Dash , Pablo Genovés, José Guerrero, Han Sungpil, Mine Kawakami, Koo Bohnchang, Timothy Hyunsoo Lee, Mateo Maté, Fina Miralles, San Moix, Marina Núñez, Kei Takemura, Michiko Totoki, Ulyss3s, Xin Liu, Yang Yongliang, Yuan Goang Ming y Zhang Kechun. Se trata de dibujos, fotografías, vídeos, pinturas e instalaciones que representan tanto paisajes naturales como urbanos, o sus terrenos limítrofes, con o sin figuras humanas: no se han querido eliminar las arquitecturas del planteamiento de la muestra para no perder de vista que, en nuestra época, uno y otro ámbito son inseparables y, en su plasmación artística, vienen a dar cuenta de las consecuencias posibles de nuestros modos de habitar y trabajar, distopías y utopías de un futuro que suele contemplarse desde los parámetros de la crisis.

El paisaje hoy, viene a recalcar la exposición, no es un objeto así llamado porque reciba nuestra mirada, sino más bien un lugar de interacción y exploración que además, parece, ha de gestionarse, lejos de la consideración romántica de naturalezas en las que poder proyectarnos o a las que vincular nuestros estados de ánimo. Una vertiente habitual de estos trabajos tiene que ver, en ese sentido, con la ecología y la conciencia del propio impacto en el medio ambiente, con el que, pese a tratar desde la Revolución Industrial de distanciarnos, no dejamos de guardar una relación existencial, la que mantenemos con los espacios que habitamos.

El propósito último de esta exhibición es hacerse eco de esos lazos que el individuo contemporáneo guarda con su entorno, como un ingrediente más y no menor de su sociabilidad, a través de piezas representativas (entre muchas posibles) de ese grupo de artistas: reproducciones ficticias de espacios y tiempos de base siempre real, por más imaginarios que algunos puedan resultarnos. De cartografías en las que estamos inmersos, aunque no aspiremos a la comunión de Yeong–hye.

Kei Takemura. May I Open the Book 04, 2014
Kei Takemura. May I Open the Book 04, 2014
Mateo Maté. Going Nowhere, 2025. Cortesía del artista
Mateo Maté. Going Nowhere, 2025. Cortesía del artista
Marina Núñez. Naturaleza, 2019: isla, manglar, montaña, monte. Cortesía de la artista
Marina Núñez. Naturaleza, 2019: isla, manglar, montaña, monte. Cortesía de la artista

 

 

“La cultura del paisaje: la montaña, el árbol y el río”

REAL JARDÍN BOTÁNICO. PABELLÓN VILLANUEVA

Plaza de Murillo, 2

Madrid

Del 8 de marzo al 11 de mayo de 2025

 

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