Jerónimo Elespe, el desafío de lo pequeño

Maisterravalbuena exhibe sus últimas composiciones sobre aluminio

Madrid,

Madrileño del 75, Jerónimo Elespe se formó e inició su carrera en Estados Unidos, donde se graduó en la School of Visual Arts de Nueva York para cursar más tarde el Máster de Bellas Artes de la Universidad de Yale. Tras más de una década allí, en 2008, y después de ser descubierto por Soledad Lorenzo, regresó a España, y desde entonces ha venido trabajando en formatos medianos y pequeños, normalmente en óleos pintados sobre paneles de aluminio que contienen referencias tanto a la pintura clásica (de Velázquez a Antonello de Messina) como a distintas vertientes del modernismo y la pintura contemporánea; entre unas y otras estéticas establece un constante intercambio de lenguajes y códigos.

Esos paneles son el soporte de escenas autobiográficas, paisajes exteriores o interiores, retratos y estampas nocturnas abstractas que lleva a cabo desde la memoria o desde la imaginación; precisamente la condición íntima de sus formatos sobre metal sirve al artista para recalcar el carácter de pequeños objetos físicos de sus obras, en contraste con la habitual inmaterialidad de las imágenes hoy.

Todos sus trabajos tienen un punto de partida autobiográfico, en relación con la esfera doméstica y con la vida del creador en el estudio: a medida que avanza su (lento) proceso en el taller, que puede prolongarse durante meses o años, esos motivos autobiográficos van adquiriendo paulatinamente su propia lógica pictórica, en paralelo a la introducción en las composiciones de elementos de ficción; así, los personajes retratados más frecuentemente por Elespe generarán algo parecido a una familia ficticia.

Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena
Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena

Valiéndose de una paleta cromática austera basada en blancos, negros y grises, que se superponen en capas conforme a procedimientos meticulosos, ha dado cuenta (como Uslé, como Soledad Sevilla) de sus horas de labor nocturna; parece poner a prueba este autor todo lo que cabe en una superficie tan pequeña: son estas, justamente, las que -explica- demandan de él más preguntas, tiempo y esfuerzo, pues los grandes formatos se afrontan de partida con un mayor número de recursos pictóricos que definen sus caminos desde un inicio. Por razones semejantes escoge el aluminio frente al lienzo: le permite una mayor experimentación (que no libertad de movimientos), supone una incomodidad ante la que espera encontrar sendas técnicas nuevas, a veces con la colaboración de grabadores expertos.

Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena
Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena

En la pasada edición de APERTURA Madrid Gallery Weekend, Maisterravalbuena inició de la mano de Elespe la temporada expositiva, presentando “Dos sonidos, cuatro noches”, un compendio de imágenes que llegan al espectador como velos que cubren realidades cuyas lecturas serán necesariamente imprecisas, incluso de corte onírico. Los materiales que esta vez ha superpuesto en capas aparecerán agregados, ocasionalmente eliminados, diluidos o cubiertos por otros de forma total o parcial; remiten, en todo caso, nunca de forma directa, a experiencias personales del artista o a sus posicionamientos, muy subjetivos, frente a lo colectivo y socialmente dominante. Como subraya la galería, estas obras no son vehículos para llegar a un entendimiento común o a significados precisos, sino organismos de resonancias visuales que se expanden desde lo hermético. Podremos atisbar figuras en estado de latencia; no es voluntad de Elespe definirse entre lo figurativo y lo abstracto, y tampoco se cierra a la posibilidad de adentrarse en la escultura.

Dedemos entender como todo un desafío el hecho de que piezas de tamaños tan reducidos enfaticen de este modo los procesos físicos de los que son fruto, su materialidad y los lenguajes diversos de los que derivan, unos modos de hacer que, además, permiten al artista la búsqueda permanente de resultados abiertos y una cierta indiferencia hacia los pormenores del resultado final. Formalismos al margen, su trabajo cuenta con una dimensión filosófica ligada a una noción no lineal del tiempo y la complejidad de la experiencia vital que se vuelca en superficies semitransparentes entre indescifrables e hipnóticas. Su observación tampoco puede ser rápida.

Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena
Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena

 

Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena
Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena

 

Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena
Jerónimo Elespe. Dos sonidos, cuatro noches. Maisterravalbuena

 

 

Jerónimo Elespe. “Dos sonidos, cuatro noches”

MAISTERRAVALBUENA

C/ Hospital, 8

Madrid

Del 6 de septiembre al 8 de noviembre de 2024

 

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