Javier Campano y lo intenso cotidiano

El Lázaro Galdiano muestra sus fotografías primeras

Madrid,

Ojos, tiempo y paseo lento son, casi en la misma medida que la propia cámara, la base de la fotografía del madrileño Javier Campano. En los márgenes de las ciudades y en sus calles de menor lustre, este autor autodidacta encuentra fragmentos que adquieren belleza al ser descontextualizados y detalles triviales a los que concede potencial de eternidad.

La mayor parte de su trabajo lo ha desarrollado en blanco y negro, aunque en los últimos años ha optado por introducir el color, un color vivo y vibrante, sin dejar de tomar como referencia el mundo de las cosas sencillas, ajeno a tendencias pasajeras y siempre válido para suscitar sensaciones líricas. Ha hecho uso, asimismo recientemente, de las tecnologías digitales, pero manteniendo sus esencias: el amor por lo urbano y por el divertimento que las calles, cualquiera de ellas, pueden ofrecernos.

El Museo Reina Sofía repasó en 2004 su carrera en una antología, en 2017 la Comunidad de Madrid exhibió la que entonces era su última producción en la Sala Canal de Isabel II y, este verano, en el marco de la programación oficial de PHotoESPAÑA, el Museo Lázaro Galdiano presenta “El ojo errante. 1975-1987”, un compendio de 150 de sus imágenes, estas en blanco y negro, que se muestran junto a material documental, piezas audiovisuales y retratos de algunos de sus coetáneos: cineastas, fotógrafos o galeristas que, como él, vivieron y participaron de la explosión cultural de la Movida madrileña. A algunos los conoció a través de su hermano, el pintor Miguel Ángel Campano.

Javier Campano. Italia, 1975. Archivo Lafuente
Javier Campano. Italia, 1975. Archivo Lafuente

Proceden las instantáneas seleccionadas del Archivo Lafuente, de cuyo acervo forma parte el Fondo Javier Campano, integrado por unas ochocientas cincuenta fotografías en blanco y negro –vintage, en su mayoría–, junto con más de mil negativos de trabajo y material impreso, incluyendo carteles, publicaciones y recortes de prensa. En Madrid, el recorrido de esta propuesta comienza con imágenes tomadas a partir de 1975 en la capital, en el inicio de la democracia; continúa con su primer encargo fotográfico y recuerda también su participación en el equipo Ojo Móvil, con proyectos audiovisuales que reivindicaban los barrios, la necesidad de atender a sus necesidades. De aquel colectivo formaron parte Rafael y Daniel Zarza, Rafael Roca y Jaime Navascués.

A finales de esa década, en 1979, fue invitado Campano a exponer su trabajo en la escuela madrileña Photocentro, en la que sería su primera individual, de la que se conservan parte de la serie de fotografías exhibidas, y esta exhibición madrileña da fe igualmente de los viajes que realizó en esta época con series dedicadas a Egipto (1976), Italia (1975-1976) y Estados Unidos, en este último caso para la revista Poesía (1983).

Javier Campano. Nueva York, 1983. Archivo Lafuente
Javier Campano. Nueva York, 1983. Archivo Lafuente

A lo largo de los años, se ha desempeñado este artista más como coleccionista que como cazador de imágenes, dejándose atraer por la escenografía que forma parte de nuestra vida diaria y sus detalles, en definitiva por la intensidad, inesperada y desapercibida, de lo ordinario: la geometría intencionada y sin intención, las alineaciones fortuitas en las barras de un bar, los cruces de tonos inesperados en las aceras, los juegos que las sombras permiten, las manchas o desconchones “informalistas” de los muros (de extensa raigambre artística de Dubuffet a Brassaï) o una barra de pan abandonada.

Él mismo ha declarado que le interesa “la ciudad gráfica” y a partir de rótulos, señales y sobre todo de números, suele componer imágenes-manifiesto que conceden relevancia a tipografías y texturas por su peso cotidiano. Muy amante de la literatura, de la que dice nutrirse en cada foto, entiende las suyas como el fruto de una corazonada y no halla barreras entre la belleza y lo más cercano. Quizá por ello fue apasionado colaborador de la citada y ya extinta revista Poesía, que editó el Ministerio de Cultura entre 1977 y 2006 y que fue una joya en cuanto a contenidos y en cuanto a su amada tipografía.

También publicó sus primeros trabajos personales en Nueva Lente y luego en La Luna de Madrid y formó parte, en 1976, de la colectiva “Racionalismo madrileño” en el COAM. Para muchos, las obras que llevó a cabo en 1986 en el trayecto en tren de Madrid a Vigo supusieron el colofón visual a la Movida; sus motivos, en cualquier caso, no temían pasar inadvertidos, decía Juan Bonilla, porque estaban ahí para quien los merecía.

Javier Campano. Madrid, 1977. Archivo Lafuente
Javier Campano. Madrid, 1977. Archivo Lafuente

 

Javier Campano. Tenerife, 1987. Archivo Lafuente
Javier Campano. Tenerife, 1987. Archivo Lafuente

 

Javier Campano. “El ojo errante. 1975-1987”

MUSEO LÁZARO GALDIANO

c/ Serrano, 122

Madrid

Del 2 de junio al 28 de agosto de 2022

 

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