Alumno de Joseph Beuys y compañero de Immendorf, Blinky Palermo y Katharina Sieverding en la Escuela de Arte de Düsseldorf, Imi Knoebel ha centrado su trabajo, desde hace más de medio siglo, en el juego con el soporte pictórico, los colores y el espacio: desarrolla pinturas y esculturas abstractas en sus formas, y minimalistas en su depuración, que hunden sus raíces en el legado suprematista de Malevich o en la Escuela Bauhaus, sus grandes referentes.
Este autor alemán ha empleado tramas de aluminio para diseñar tanto estructuras geométricas de perfecta articulación como composiciones desordenadas sobre las planchas de sus cuadros; en todo caso, para evocar órdenes ideales o emprender conflictos metafóricos con la gravedad. También ha tratado de convertir su práctica creadora en una experiencia pictórica pura en la que la narración no tenga cabida y el público se vea practicamenre “obligado” a contemplar lo esencial, esto es, el soporte y la superficie pintada, lo estrictamente material, una preocupación que compartió con Palermo.
Trascendiendo su propio espacio para abarcar aquel en el que se ubican, sus trabajos se basan normalmente en el abanico de formas geométricas y giran en torno a un único reto: el de generar color; ha declarado el artista no querer llegar más que a él. En sus palabras, pongo los colores, los extiendo ahí y trato de lograr un color de esta manera. Uso combinaciones muy diversas. Eso lo mantiene abierto. No hay ningún color con el que no trabaje, entonces no hay un sistema de porciones. En el camino, puedes llegar a pinturas realmente hermosas que nunca tuviste en mente. En ese proceso crea a partir de capas, con ángulos que originan estructuras cerradas o abiertas, dinamismo y retículas, mientras los tonos se expanden dentro de un orden interno que no se nos oculta.
Su galería española, la madrileña Ehrhardt Flórez, le dedica desde el próximo 28 de enero la muestra “Big girl”, que acogerá piezas pertenecientes a series recientes en las que ha continuado profundizando Knoebel en los vínculos entre pintura, público y entorno espacial. Encontraremos dos trabajos del conjunto Standing Paintings, pinturas que tienen como soporte una chapa fina de aluminio y que exhibe solo ligeramente separadas de la pared, posadas sobre el suelo con ayuda de perfiles, también de aluminio, y de estructuras que el artista ya utilizó en anteriores propuestas integrándolas en el soporte pictórico. Y contemplaremos, asimismo, una obra monocroma que cuelga en el tabique transmitiendo la sensación de que flota: forma parte de la serie Schnitt, queda igualmente a una breve distancia del muro y ofrece cortes que fragmentan su superficie.
Del proyecto que da título a esta exhibición, Big Girl, han llegado a Madrid tres obras de tamaño menor que el resto y que, a diferencia de las anteriores, se adhieren a la pared sin que quede entre ambos ningún espacio libre, dada la densidad y el espesor del aluminio macizo que empleó en ellas, en contraste con la liviandad de ese material en el resto de sus trabajos reunidos.
Se completa el recorrido con piezas de dos series determinadas por la geometría: Parkhaus y Elemente, y con una docena de composiciones inéditas, de acrílico sobre hojas de plástico, que dedicó a mostrar otras tantas versiones del concepto de figura. Se trata de cuerpos flotantes, elaborados en una ejecución rápida, que prueban que en su producción también puede tener presencia la organicidad. Sus apariencias abarcan de lo opaco a lo transparente, de lo mate a lo brillante y de lo férreo a lo fluorescente.
Continúa Knoebel, en definitiva, definiendo espacios a partir de trabajos en los que forma y color son indisociables.
Imi Knoebel. “Big girl”
c/ San Lorenzo, 11
Madrid
Del 28 de enero al 25 de marzo de 2023
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: