Illán Argüello

Illán Argüello || PARADISIACAS ARQUITECTURAS
Hoy «en cuarentena» vuelve a cambiar su significado, y es que hay artistas que, aunque ya hayan pasado la cuarentena de expectación o la cuarentena de edad merecen ser visitados una y otra vez. Illán Argüello tiene una solidísima trayectoria que se reconoce fácilmente por sus arquitecturas geométricas y surrealistas. Illán es pintor. Illán pinta, pinta con minuciosidad, con templanza y con el cariño del artista que cuida cada detalle de su obra. Es matemático, prudente, medido… nada está colocado sin una tremenda precisión.

Pero estas cualidades, que podrían tornarse frías, o distantes, nada tienen que ver con lo que el espectador se encuentra ante la obra de Argüello; cuando te pones frente a una de sus arquitecturas, sientes el lugar reflejado en ellas como mágico, cálido, acogedor… incluso paradisiaco. Lugares calmados, pausados, sosegados.

Illán Argüello (Madrid, 1968) es perfecto en ejecución, hasta el punto de hacer dudar al ojo sobre si lo que ve es una impresión informática o una técnica de pincel… las sombras, los matices, los detalles… delatan una corrección en las perspectivas y en las técnicas que no puede pasar inadvertida ante cualquiera que ame la pintura.

Es difícil no dedicar unas líneas a la obra de Illán que con una paleta limitada y una pincelada aparentemente plana consigue los matices y volúmenes más intensos que cualquiera plagada de una gran línea cromática.

Estas construcciones de Illán son casi como la construcción humana misma, pues, no en vano, dice el psicoanálisis que la representación de las casas, o incluso el sueño de las mismas, habla de nuestra arquitectura personal, nuestra psicología, nuestros encuentros y desencuentros… En la obra de Illán es complicado encontrar la figura humana, siempre está implícita pero escasamente está de forma visual.

Illán Argüello es un artista que se ha ganado a pulso estar entre los grandes del panorama actual.

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