Nacida en 1962, en la localidad suiza de Grabs, como Elisabeth Charlotte Rist, Pipilotti Rist creó su nombre artístico a partir de la fusión entre un apelativo familiar y Pipi Calzaslargas, el personaje de ficción ideado por la escritora Astrid Lindgren, que de algún modo anticipa ciertas características de sus creaciones. Formada en diseño gráfico y creación audiovisual en Viena y Basilea, es una figura fundamental del videoarte en las últimas cuatro décadas y sus vídeos e instalaciones se distinguen por una personal estética: una conjunción de cultura pop, tecnología y sexualidad, tonalidades saturadas y fantasía. A partir de esos rasgos propone una aproximación reflexiva a la experiencia cotidiana y a las convenciones heredadas ligadas a la feminidad, sumando evidentes notas de humor.
Inició Rist sus investigaciones a mediados de los ochenta, ligando sus incursiones en el mundo audiovisual con las musicales; durante varios años, formó parte del grupo pospunk experimental Les Reines Prochaines. Ya en los noventa consolidó su producción en el campo del videoarte, alcanzando pronto un importante reconocimiento internacional gracias a lo sensual e irónico de sus piezas, su rara poesía y su capacidad para transmitir sutiles sensaciones corporales. Precisamente ha hecho del vídeo la base de su lenguaje por las similitudes que, a su juicio, la calidad de su imagen revela respecto al subconsciente: a ella no le interesa tanto captar la realidad como aludir a la estructura del pensamiento, en la que se superponen olores, recuerdos, sensaciones… Para lograr este efecto usa cintas de baja resolución e incluso máquinas que producen distorsiones semejantes a las que experimentaría, en nuestra memoria, el cuerpo humano. La saturación cromática de sus creaciones responde, asimismo, al deseo de ser fiel a la percepción física del mundo, y la música, compuesta por ella en solitario o en colaboración con Anders Guggiberg, representa, en sus palabras, casi la mitad del tiempo de elaboración que conllevan sus vídeos.
Forma parte de los fondos del MUSAC Homo Sapiens sapiens 5 alas, trabajo que la suiza presentó en 2005 en la Bienal de Venecia (como Homo Sapiens sapiens) y que al año siguiente pudo verse, en una nueva versión, en el propio museo leonés en la exhibición individual “Pröblemäs büenös. 4 obras de Pipilotti Rist y amigäs”. En el marco de la Biennale, la obra se proyectó sobre los techos abovedados de la iglesia barroca de San Stae situada en el Gran Canal veneciano, de modo que, para ser contemplada, el público había de tumbarse sobre colchones dispuestos en el suelo componiendo una hoja de vid. El contenido de la grabación (paisajes, colores psicodélicos, ninfas desnudas, imágenes que parecían construirse y deconstruirse de manera caleidoscópica) sugería un paraíso perdido en la cubierta de este templo, imaginado a medio camino entre el onirismo y la experimentación espacial.
En la muestra leonesa, el montaje fue necesariamente diferente: ese Jardín del Edén brotado del subconsciente de la artista se desplegaba sobre cinco pantallas colgantes. De fondo quedaba aquella música que suele converger con sus narraciones visuales: una banda sonora hipnótica que Rist había compuesto en colaboración con el citado Anders Guggisberg.
Ahora este trabajo reabre uno de los espacios particulares del MUSAC, cuya arquitectura es obra de Tuñón y Mansilla: se trata de la Sala 6, galería muy original por su elevadísima altura, de 18 metros. Su presentación se acompaña de la de otra instalación de Rist en la Sala 5, Apple Tree Innocent on Diamond Hill (2003), realizada bajo la influencia de Fluxus y Yoko Ono y relacionada con la serie Innocent Collection, que comenzó en 1985 coleccionando piezas de plástico traslúcido, entre otras, en las que no existe impresión de color, suponiendo este un intencionado gesto a contracorriente del consumismo que tiende al cromatismo vivo para atraparnos. En este caso, esos elementos cuelgan de la rama de un árbol y se contraponen a escenas videográficas de un paisaje costero filmadas en la hora del crepúsculo, subrayando el doble efecto de las sombras de los objetos y la luz suave del sol.
El mobiliario que vemos en las salas también ha sido diseñado por esta autora, con la pretensión de que favorezca la inmersión sonora y visual del público y estimule el conjunto de sus sentidos desde la sugestión.
“Pipilotti Rist. Colección MUSAC”
Avenida de los Reyes Leoneses, 24
León
Del 8 de junio al 13 de octubre de 2024
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