Contemplar arte puede ser una experiencia que mejora la vida, o al menos la enriquece o no la empeora, y la contemplación diaria, de la que pueden disfrutar los coleccionistas que atesoran sus obras en casa, podría quizá multiplicar esos efectos.
Han querido compartir su experiencia, la de convivir con la creación en el ámbito más cotidiano, Johan Poort y Manon Visser: estos mecenas presentan, hasta diciembre en Kunsthal Rotterdam, la muestra “Home is where the Art is”, concebida para que los espectadores tengan la sensación de adentrarse en ella como si lo hicieran en su propio hogar, donde guardan su acervo artístico conjunto. La pareja comenzó a adquirir arte hace cinco años y sus compras han sido diversas y guiadas por la intuición: se han hecho con piezas de distintos movimientos y periodos que, en esta exhibición, se reencuentran e interactúan entre sí.
En un montaje de cariz pretendidamente íntimo y hogareño, las imágenes abstractas de Bram Bogart y del artista residente en Róterdam Ton van Os dialogan con las figurativas y vibrantes de Marlene Dumas, Yoshitomo Nara, Sungi Mlengeya, Pat Andrea y Diederick Kraaijeveld y el recorrido nos invita, ante todo, a conectarlas desde nuestros enfoques personales, a descubrir lazos inesperados entre propuestas sobre todo dispares.
No busca tanto “Home is where the Art is” exhibir una colección privada en sí, subrayando el gusto o las inquietudes eclécticas de sus poseedores, sino proponernos profundizar en lo que implica coleccionar para la mente y para la vida y en los caminos posibles para hacerlo, para dotar de discursos individuales a un fondo artístico o para transformar un domicilio en hogar por la vía de la creación. No está de más recordar que Johan Poort, hijo del experto en el pintor holandés Mesdag de su mismo nombre, creció rodeado de arte y estudió Arquitectura, mientras Manon Visser es historiadora de esta disciplina y orfebre, por lo que el interés por la estética y el coleccionismo está más ligado en su caso a intereses intelectuales e incluso emocionales que a cuestiones económicas, especulativas.
En esta presentación, por tanto, los visitantes del museo holandés pueden disfrutar de una visión poco común de unos fondos relativamente jóvenes, inicialmente no destinados a exponerse en un museo, que prueba que mostrar un mismo conjunto de piezas en combinaciones inusuales puede dar lugar a asociaciones y narrativas novedosas, incluso puede abrir sendas desconocidas en el desarrollo del propio gusto o vías de relación alternativas entre lo personal y lo artístico. La potencial conexión íntima entre obra y dueño, y el valor que le conceden, es por cierto la causa mayor del aprecio esencial de Poort y Visser hacia estos trabajos y la razón de que entiendan que son dignos de ser exhibidos.
Entre los artistas que forman parte del proyecto del Kunsthal encontraremos a uno de nuestros Fichados: Carlos Sagrera. La obra de este pintor madrileño está profundamente conectada a la idea del habitar: en sus pinturas contemplamos instantes detenidos, recuerdos visuales, huellas parciales y ocasionalmente ficticias de lugares o ambientes que quedan en la memoria del autor después de que el tiempo haya hecho su trabajo. Carecen, sus composiciones, de figuras humanas porque, en su lugar, ha trabajado Sagrera otorgando expresividad, en primer lugar, a los encuadres y al color, y después, al mobiliario, los objetos o los rincones; se convierten, esas estancias o rincones de ellas, en elementos formales y motivos temáticos, en entes comunicativos capaces de transmitir información y sentimiento.
Nos explicaba que le interesa captar el paso del tiempo, la intemperie doméstica, lo que permanece en el espacio tras haberlo habitado, la memoria, la memoria selectiva y el olvido, lo cotidiano y privado…
“Home is where the art is. Poort-Visser Collection”
Museumpark
Westzeedijk 341
Rotterdam
Del 10 de septiembre al 11 de diciembre de 2022
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