Hidden faces: la cara oculta del diseño sencillo

Extraperlo reúne a grandes diseñadores internacionales en el Museo Nacional de Artes Decorativas

Madrid,

En 2019 Jorge Penedés puso en marcha la plataforma Extraperlo, destinada a desafiar los sistemas y códigos que convencionalmente definen el diseño contemporáneo y a fomentar el desarrollo de miradas críticas en torno a él, impulsando también cambios en sus circuitos profesionales.

De ese afán forma parte la exhibición que este autor comisaría, junto a Tomás Alonso, en el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid: “Hidden faces”. Se ha invitado a los responsables de prestigiosos estudios de diseño internacionales a exhibir proyectos que tengan los fondos de ese centro (una o varias piezas de su colección) como punto de partida y los resultados se han inserto en un montaje, obra de los dos comisarios, que también escapa a lo habitual por sus juegos con contrastes de materiales: esta vez no nos situaremos frente a paredes blancas y entre peanas, sino que se han combinado hormigón y espejos que nos revelan la cara oculta de los trabajos reunidos.

Se ha ubicado “Hidden faces” en la zona del MNAD que recrea una casa señorial de época barroca, con oratorio, dormitorio, estrado, sala y cocina, y allí nos espera Luisa Kahlfeldt con 180°C Stickers. Esta creadora, que en los últimos años ha trabajado para Konstantin Grcic, entiende que la función esencial de las artes decorativas es embellecer, sea objetos, interiores o fachadas; con esta propuesta brinda al público la posibilidad de llevarse a casa ornamentos que son pegatinas y que permiten, de manera muy sencilla, mejorar la estética de utensilios cotidianos.

Sus stickers son abstractos pero se inspiran, en su forma, en determinadas obras de las colecciones del centro, pueden aplicarse sobre cristal y cerámica y soportan temperaturas de hasta 180º; los veremos en la muestra junto a piezas talaveranas y turolenses de servicio de mesa.

Luisa Kahlfeldt. 180°C Stickers, 2021
Luisa Kahlfeldt. 180°C Stickers, 2021
Joschua Brunn. Display Stand, 2021
Joschua Brunn. Display Stand, 2021

Joschua Brunn, que en el pasado colaboró con Ronan y Erwan Bouroullec, nos presenta por su parte Display stand, un modelo de portafotos, objeto seguramente poco agradecido a nivel de diseño hasta ahora, pero entrañable en cuanto que cobija imágenes ligadas a nuestra memoria, cuando no poemas, cuentas o notas personales. A este diseñador le han interesado sobre todo sus posibilidades de mise en abyme, ese procedimiento narrativo de metaliteratura que consiste en imbricar dentro de una narración otra parecida: estos soportes forman parte de un relato dentro de otro, especialmente si se emplean como expositores.

El que ha elaborado Brunn está hecho a mano, con una base en PVC y varillas metálicas de sujeción realizadas en acero inoxidable; las imágenes se sostienen en ellas mediante imanes esféricos. Lo veremos dialogando con marcos de la colección de miniaturas y con distintos óleos sobre cobre enmarcados en el estrado de esa casa señorial.

Julia Mariscal, por su lado, trabaja desde hace un lustro para el estudio de Javier Mariscal. Su propuesta en esta exhibición se llama Ancestors y parte de una investigación de las piezas del MNAD ejecutadas en materiales orgánicos; se fijó sobre todo en una pequeña figura femenina sosteniendo un bebé, realizada con hojas de maíz sujetas por un cordel rojo, componentes que suponen justamente la base del trabajo de esta diseñadora, que apunta a su simbolismo.

En su proyecto, cada uno de esos elementos adquiere importancia por la propia elección del material, por su color, posición o por su misma semiótica, de modo que las transformaciones derivadas de su carácter orgánico presentan también significados. Quemó Mariscal la superficie de una mazorca de maíz que, cuando ya ha ardido, cobró una forma abstracta, sin connotaciones de género (a diferencia de la escultura de hojas de maíz del museo); además, el tono original del maíz solo lo atisbamos si observamos su interior, que nos ofrece cierto aura mística.

Por último, hay que subrayar que la mazorca se nos muestra abrazada por mechones de pelo que hacen referencia al pasado, especialmente a nuestra relación con las generaciones anteriores de mujeres a las que debemos mucho. Como la figura materna femenina que ha inspirado a Mariscal no ha podido exponerse por razones de conservación, ha sido sustituida por una escultura en mármol que viene a potenciar las lecturas de género asociadas a la obra.

Nos hemos referido antes a Konstantin Grcic, para él también trabajó Charlotte Talbot, que junto a Jonathan Mauloubier exhibe en Madrid Forme Blanche, un pomo de puerta y una placa de cerradura realizados completamente en porcelana, material que presentan como alternativa al metal por su mayor durabilidad, su carácter higiénico y su maleabilidad: permite trabajos en serie y procedimientos artesanales.

Su pieza se adapta perfectamente al tamaño y la fisionomía de una mano y, además, pretenden que sea la primera de un conjunto dedicado a colaboraciones entre artistas a partir de este diseño. La veremos junto a un picaporte art nouveau que ideó Hector Guimard.

Charlotte Talbot & Jonathan Mauloubier. Forme Blanche, 2019
Charlotte Talbot & Jonathan Mauloubier. Forme Blanche, 2019

De Gemma Holt, en la editorial independiente Dent-de-Leone, veremos Rope, un proyecto que comenzó a gestar durante una residencia en la localidad estadounidense de Dogpatch, célebre por su paseo marítimo, que conecta con una fábrica de cuerdas para fines justamente marinos. Aludiendo a ellas y también a su forma torneada presente en obras del MNAD, como abrazaderas para cortinas, presenta velas, portavelas y un portaincienso en los que ha trabajado con cera y sus técnicas tradicionales.

Francesco Meda expone, por su parte, Tilt Tea, una tetera cuya doble posición sirve a dos fines: activar la fase de infusión o detenerla; cambiando de una posición a otra, el colador entra en funcionamiento. Esta elaborada en vidrio Pyrex, borosilicatado y templado, con buena resistencia a los golpes mecánicos y apto a temperaturas extremas. La veremos junto a otras teteras y cafeteras de Anthony Parfitt, Karl Raichle y Henning Seidelin.

Por último, cuenta “Hidden Faces” con Nitsan Debbi, miembro del estudio de Naoto Fukasawa. Su propuesta, Penciling a Pencil, llama la atención sobre la relevancia del sencillo lápiz de grafito como herramienta comunicativa desde hace dos siglos, por más que la generalización de la informática permita pensar que en unos años disminuirá su producción masificada.

Plantea Debbi, en este sentido, una nueva tipología de lápices que se basan conceptualmente en la premisa de que la escritura es un reflejo del ADN de las personas y que podría ser interpretada y procesada por ciertos softwares, respetando su carácter diverso y humano. Su proyecto se acompaña en el Museo, cómo no, de objetos de despacho, como un bufete de la Inquisición, un tintero, una papelera o una salvadera, octogonal y decimonónica, utilizada para echar arena o polvos sobre un escrito para acelerar el secado de la tinta.

Nitsan Debbi. Penciling a Pencil, 2021
Nitsan Debbi. Penciling a Pencil, 2021

 

“Hidden faces”

MUSEO NACIONAL DE ARTES DECORATIVAS

c/ Montalbán, 12

Madrid

Del 1 de febrero al 17 de abril de 2022

 

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