Hernández Pijuan. La medida del tiempo, el transcurso de la pintura

La Fundación Suñol revisa la trayectoria del artista catalán a partir de obras fechadas entre los sesenta y 2005

La naturaleza concebida como catálogo inabarcable, contenedor y clasificador es el eje de la producción de Joan Hernández Pijuan, artista barcelonés fallecido en 2005 cuya trayectoria examina la Fundación Suñol en una exposición monográfica que podrá visitarse hasta el 29 de mayo y que contará con obras de todas las etapas de su carrera, varias de ellas inéditas.

Serán treinta los trabajos reunidos, todos ellos fechados a partir de los sesenta. Hay que recordar que Josep Suñol atesoró algunas de las obras más representativas de Hernández Pijuan, preocupado siempre por mostrar la naturaleza en su desnudez, en la total ausencia de objetos y personajes, para dirigir al espectador a una única conclusión: que el medio funciona por sí mismo y no necesita de la acción humana, nosotros sólo evolucionamos sobre él.

Las piezas fechadas en los sesenta se caracterizan por la presencia de cartabones, reglas, copas, tijeras, manzanas o huevos: estos bodegones dejarían una impronta esencial en la producción posterior de Pijuan, que disponía estos objetos sobre la tela según meditadas composiciones de resonancias metafísicas.

Pese a la preeminencia de lo conceptual en sus inicios, el catalán es fundamentalmente un artista objetual que da gran relevancia a lo físico y lo corpóreo. Su aprehensión de la materia es su vehículo de comunicación, como demuestra el hecho de que la densidad total de la naturaleza cobre protagonismo absoluto en su obra cuando los bodegones desaparecen.