Generación 2021: identidades contra la convención

Los proyectos ganadores pueden verse hasta mayo en La Casa Encendida

Madrid,

Un jurado formado por Ana Botella, Jefa de Programas Públicos en la Wellcome Collection de Londres; Soledad Gutiérrez, comisaria en Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) e Ivan L. Munuera, crítico y comisario independiente, seleccionó a los ganadores de la última edición de la convocatoria Generaciones, puesta en marcha por la Fundación Montemadrid y La Casa Encendida, que cuenta con dos décadas largas de trayectoria. De entre el medio millar de propuestas recibidas, los elegidos han sido María Alcaide, Javier Bravo de Rueda, Claudia Claremi, Isabel Marcos, el colectivo nucbeade, Simón Sepúlveda, Lucía Bayón Mendoza y Helena Vinent.

Sus proyectos tienen algunos puntos en común: abordan asuntos identitarios, individuales y colectivos, en ocasiones desde la propia experiencia y proponiendo alternativas que cuestionan conceptos establecidos. Han desarrollado sus propuestas en técnicas diversas, pero crecen, como viene ocurriendo en los últimos años en esta cita, las instalaciones, los audiovisuales, las esculturas o los proyectos que aúnan estos medios. Encontraremos desarrolladas inquietudes propias y también miradas personales sobre asuntos de actualidad: los trabajos reunidos nos hablan de las posibilidades de la autobiografía para plantear temas de género, del agua como lazo entre cuerpo, naturaleza y arquitectura; de las prótesis como redefinición de ese propio cuerpo humano, de la vertiente correctiva de las acciones de las instituciones, de ritos colectivos de origen colonial o de la posibilidad de crear otras genealogías que visibilicen lo ocultado.

Hablamos, en la mayoría de los casos, de proyectos ligados a investigaciones en proceso vinculadas a la identidad como eje temático central; según Ignacio Cabrero, comisario de “Generación 2021”, la construcción de la identidad siempre genera implicaciones en el otro, ya esté relacionado con el género y la sexualidad, o con el origen de cada persona. Construir una identidad determinada puede suponer resistir a las expectativas y a los prejuicios que las acompañan, pues muchos sujetos no desean, o simplemente no pueden, habitar dentro de los límites del discurso del poder. Estas personas habitan en los pliegues y en las grietas de los discursos hegemónicos, desean estar fuera de la normalización, y son al mismo tiempo creadores de nuevos lugares. Y si la identidad siempre está construyéndose, debe ser algo que también pueda ser narrado, o de alguna manera mostrado, como los proyectos que presentan los artistas de Generaciones. Historias excluidas de los discursos oficiales”.

María Alcaide. PIEL (CARNE DE MI CARNE), 2021
María Alcaide. Piel (Carne de mi carne), 2021

La onubense María Alcaide ha llevado a La Casa Encendida la videoinstalación Piel (Carne de mi carne), sobre la presencia del feminismo en el mundo rural y las desigualdades vinculadas al género, la ideología o el origen. Inspirándose en las conductas patriarcales vigentes en su propia familia, se sirve de la piel para subrayar la actualidad de esas narrativas dominantes.

Al poder del material se refiere la madrileña Lucía Bayón en la instalación I, Stubbornes, compuesta por piezas escultóricas, metal, resina acrílica, cemento, cartón, pulpa de papel, algodón, tela y textos. Se pregunta esta autora qué ocurre cuando se permite que los materiales hablen a través de sus propias características y de su manejo; ha recolectado e intervenido tejidos, a veces personales, para generar a partir de ellos un discurso propio que entabla nexos entre los recuerdos propios y la memoria colectiva. stubbornness es una palabra inventada que podríamos traducir como tenacidad; titula asimismo el texto que acompaña a los objetos, la mayoría desarrollados con pulpa vegetal.

Lucía Bayón. I, Stubborness
Lucía Bayón. I, Stubborness

También de materiales muy diversos (porcelana, pasta egipcia, gres, textil, resina, esmalte y metal), junto a dibujos u óleos, se vale el peruano Javier Bravo de Rueda en Apucllay: Juego y duelo, que consta de piezas inspiradas en esculturas rituales como la Yunza, un árbol decorado en carnavales que simboliza la abundancia, y en los castillos pirotécnicos folclóricos utilizados en celebraciones y tradiciones de la cultura andina, como símbolo de la renovación durante el solsticio. El propósito del autor ha sido, valiéndose de dibujos y estructuras escultóricas, reflejar cómo recuerdos y anécdotas construyen identidades.

El proyecto de la hispanocubana Claudia Claremi también tiene que ver con sus orígenes: presenta la película Amnesia colonial (estupor), una pieza sobre el racismo subyacente en ciertas políticas migratorias y la desmemoria en cuanto al pasado colonial. El filme es una de sus piezas audiovisuales ligadas a distintas prácticas y espacios sociales donde se pone de manifiesto este olvido: cuenta con sonidos e imágenes que documentan la Cabalgata de Alcoy.

Claudia Claremi. Amnesia colonial (estupor)
Claudia Claremi. Amnesia colonial (estupor)

El agua es el centro de la propuesta de Isabel Marcos, que encuentra lecturas políticas en ella cuando rompe los límites de las tuberías. Considera los baños públicos y las saunas como espacios no normativos, oasis alternativos que conectan cuerpos, y encuentra paralelismos entre los nexos entre el agua y la ciudad y entre nosotros mismos y nuestros fluidos. En “Generación 2021” podremos ver el proyecto audiovisual Arquitectura Mojada.

Isabel Marcos. Arquitectura mojada, 2021
Isabel Marcos. Arquitectura mojada, 2021

La arquitectura también es fundamental en Licencia de amor B y P, del dúo formado por las madrileñas Quiela Nuc y Andrea Beade. A través de ella nos hablan de las capas de población invisibilizadas que, hasta la fecha, no han narrado en versión propia su historia: han reconstruido una de las habitaciones del centro Nuestra Señora del Pilar, sede del Patronato de Protección a la Mujer, que hace décadas se destinó a la “reeducación moral” de las jóvenes. Homenajea nucbeade la memoria de quienes pasaron por allí y de las homosexuales que debieron ocultarse entre los treinta y los ochenta.

nucbeade. Licencia de amor B y P
nucbeade. Licencia de amor B y P

El chileno Simón Sepúlveda, por su parte, ha tomado en su trayectoria su propia experiencia como emigrante en Estados Unidos para referirse a las formas de identidad y representación de otros migrantes latinoamericanos en este país. En 1989-2019 propone un relato, personal e íntimo, del arte chileno reciente, hilvanando personajes populares y familiares. Entiende este autor que, a partir de las historias identitarias particulares, es posible construir una idea de país más poderosa.

Simón Sepúlveda. 1989-2019
Simón Sepúlveda. 1989-2019

Por último, la barcelonesa Helena Vinent, que también suele trabajar desde la experiencia personal, presenta La prótesis que dirigió al órgano contra sí mismo. En esta instalación, la prótesis no es un elemento artificial que alivia una discapacidad funcional del cuerpo, sino un signo identitario de este.

Helena Vinent. La prótesis que dirigió al órgano contra sí mismo
Helena Vinent. La prótesis que dirigió al órgano contra sí mismo

 

 

Generación 2021

LA CASA ENCENDIDA

Ronda de Valencia, 2

Madrid

Del 5 de febrero al 9 de mayo de 2021

 

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