Fichados

Salvador Jiménez-Donaire

Salvador Jiménez-DonaireNOMBRE: Salvador

APELLIDOS: Jiménez-Donaire

LUGAR DE NACIMIENTO: Sevilla

FECHA DE NACIMIENTO: 1994

PROFESIÓN: Artista

A nuestro último fichado, Salvador Jiménez-Donaire, lo conocimos justo antes de nuestro encierro: entre febrero y marzo de este mismo año presentó en el CEART de Fuenlabrada la muestra individual “La quietud es volver con la misión cumplida”, que recogía un conjunto de obras gráficas y trabajos sobre papel en los que este autor exploraba las posibilidades de la repetición y del trabajo lento como estrategias creativas que pueden suscitar experiencias perceptivas más completas e intensas en un contexto sociocultural, el nuestro, poco dado al cultivo de la espera. Cuestionando nuestro manejo acelerado del tiempo y desafiando la saturación de imágenes con la que convivimos, nos invita en definitiva al detenimiento, a hacer de la pausa una forma de resistencia que permita a su vez el deleite en las transiciones, los intersticios, los espacios temporales y físicos abiertos a lo incierto.

Jiménez-Donaire, graduado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, ha cursado másters en Investigación y Creación en Bellas Artes (Universidad Complutense) y en Técnicas Gráficas (Cambridge School of Art – ARU, Cambridge). Ha presentado otras individuales en la Catedral de Cuenca, la Iglesia de San Pedro de Cambridge y la Fundación Antonio Gala cordobesa y sus colectivas le han llevado a espacios como el Museo Etnográfico di Udine, en Italia; la Real Academia de Bellas Artes de Amberes y la Ruskin Gallery de Cambridge, la Galería Modus Operandi de Madrid, el Convento del Corpus Christi cordobés y el Convento de Santa Inés sevillana. También ha participado en la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo Emergente Eve-Maria Zimmerman BACOS, de Canarias, en 2018.

Cerraremos el capítulo de currículum contándoos que este artista sevillano recibió el año pasado el Premio Nacional de Artes Plásticas Universidad de Sevilla y que ha sido seleccionado en los certámenes MálagaCrea (2020), Obra Abierta, el Premio Internacional de Artes Plásticas Caja de Extremadura, en 2019; el Premio Ibercaja de Pintura Joven 2019 o el Premio Nacional de Pintura Juan Francés Fira d´Agost, también el año pasado. Además, ha recibido becas de la citada Fundación Antonio Gala, la Caravanserai Residency de Cambridge y la Residencia de Estudiantes. Este mismo año se le ha concedido también una beca predoctoral PIF en la Universidad de Sevilla, donde actualmente trabaja el artista en una tesis doctoral en torno a los procesos de aceleración propios de nuestra sociedad, la densificación de la iconosfera y las relaciones entre tiempo y percepción.

Salvador Jiménez-Donaire. "Quietud cumplida". Catedral de Cuenca, 2019-2020
Salvador Jiménez-Donaire. “Quietud cumplida”. Catedral de Cuenca, 2019-2020

Jiménez-Donaire se suma a esta sección porque hemos querido saber más de sus procedimientos, o ritos, de trabajo; en qué medida la espera, la paciencia, la contemplación necesariamente lenta… forman parte de sus procesos creativos y qué valor concede al detenimiento como modo de hacer y de mirar.

Como siempre, comenzamos preguntando a Salvador por sus comienzos y por las razones de que decidiera dedicarse a la creación (es uno de los artistas más jóvenes, si no el más, que ha pasado por Fichados). Nos cuenta que su trabajo le sirve para reflexionar, a veces sobre lo difícilmente aprehensible: Muchas veces digo que la pintura ha sido mi cajero automático. No porque me haya dado mucho dinero, que hasta el momento no me lo ha dado, sino porque siempre ha significado un lugar al que acudir para canjear la soledad por el estímulo.

Me siento afortunado de contar con la creatividad como herramienta para empezar a pensar en cosas que no necesariamente comprendo. Para mí, los procesos creativos son un instrumento de pensamiento.

Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018
Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018

Hemos avanzado ya los asuntos fundamentales en su obra; le interesan la contemplación y la labor detenida, las nociones de continuidad y duración aplicadas, como decíamos, a la práctica creativa y a la percepción de las obras. Reflexiona sobre esos asuntos partiendo del ritmo de nuestro tiempo, en contra muchas veces del análisis, la reflexión calmada. La elección de esos temas supone, como reconoce, una toma de postura: Vivimos en y desde el exceso y la velocidad. En mi trabajo examino los procesos de aceleración característicos de las sociedades contemporáneas, la densificación de la iconosfera y el binomio tiempo-percepción. En el año 2014 inicié una línea de trabajo que se originó precisamente desde ese margen que los procesos creativos dejan para la espera y el hacer paciente. Me interesan la lentitud deliberada y la repetición manual como estrategias creativas, porque ofrecen una oportunidad para la experiencia perceptiva prolongada.

En el último par de décadas, nuestra capacidad de atención se ha visto reducida a segundos. Dentro de este contexto sociocultural descrito, en el que el tiempo viene comprimido (por aceleración) y la mirada queda automatizada (por saturación), esos intervalos de pausa se me antojan subversivos: una suerte de resistencia frente a las políticas de rendimiento actuales (más velocidad, más producción).

Las nociones de paciencia, continuidad y duración articulan y perfilan mi trabajo. Me parece que de la reflexión de todo lo anterior deriva también una actitud y una posición frente al mundo.

Me interesan la lentitud deliberada y la repetición manual como estrategias creativas, porque ofrecen una oportunidad para la experiencia perceptiva prolongada.

Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018
Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018

Nos cuenta Jiménez-Donaire que trabaja en técnicas y formatos preestablecidos, siempre con el papel como soporte. Supone un desafío intelectual y práctico y también es un modo de responder a esa demanda de novedad y variedad continua que, con la excusa de un supuesto progreso, parece exigir nuestro tiempo: Desde el inicio planteé una serie de premisas que -difícilmente- creo haber sabido mantener. Estas restricciones autoimpuestas limitan mi registro y me obligan a encontrar salidas esforzadas. Es un ejercicio quizá angustioso pero también estimulante. Siempre trabajo sobre papel; tengo solo tres formatos establecidos; empleo herramientas y una gama cromática reducidas.

Me niego a sucumbir a esta mitificación del cambio y la novedad constante: nos han vendido la idea de innovación como algo estrictamente positivo, implica “progreso”, “avance”. Remedios Zafra ha diseccionado el tema con frecuencia. Lo cierto es que palabras tan recurrentes como “emprendimiento” o “innovación” no dejan de ser un comodín sobreutilizado en discursos embaucadores que intentan justificar problemáticas como la obsolescencia programada o la rentabilidad a costa de la precarización. Supongo que el mantenimiento y la continuidad no interesan porque no generan likes. Epílogo: me interesa darle vueltas siempre a la misma imagen.

Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018
Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018

Citaba a Remedios Zafra, que teorizaba sobre estos asuntos en El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital, pero entre sus referencias menciona a más teóricos y filósofos que han abordado también las consecuencias de la prisa constante y a cineastas que han explorado el manejo del tiempo en su medio. En lo específicamente plástico, nos habla Jiménez-Donaire de en qué medida le han influido, y en qué medida no, expresionistas abstractos y minimalistas: Tengo una evidente deuda formal con pintores del expresionismo abstracto norteamericano. Me interesa particularmente el Dansaekhwa, la corriente de pintura monócroma originada en Corea a mediados de los 70 (últimamente estoy mirando una y otra vez las instalaciones y pinturas de Lee Ufan.) Comparto preferencias estéticas (en concreto, la repetición como modo de hacer) con algunos representantes del Arte Minimal, como Sol Lewitt o Robert Ryman, entre otros, pero no me adscribo a este movimiento: minimalismo no es (solo) reduccionismo formal, aunque por este último abogo definitivamente. Me parece que mucha gente los confunde. Lo cierto es que no cumplo casi ninguno de los axiomas minimalistas (la literalidad, un interés severo en la geometría, la frialdad y el empleo de materiales industriales, la concepción de la obra a modo de instrucciones que un tercero sigue para materializarla…) Como decía antes, el gesto manual y el tiempo entregado son elementos esenciales en mi metodología de trabajo.

También me interesan propuestas cinematográficas que presentan unas estructuras narrativas alargadas en el tiempo, una imagen casi estática (Béla Tarr, entre otros pocos atrevidos.) A veces veo algunas de estas películas casi como un ejercicio de atención: aunque no fueran concebidas para tal propósito, suponen un desafío perceptivo. Estamos acostumbrados a los tweets de 140 caracteres, los posts de 10 segundos en Snapchat, la caducidad de 24 horas de las historias de Instagram y, en definitiva, un ritmo narrativo atropellado, fragmentado. Siempre me ha atraído esa idea de darle espacio a la imagen, regalarle tiempo. Es por eso que algunas de las estrategias procesuales de la segunda mitad del siglo pasado me parecen más relevantes, incluso transgresoras, hoy que cuando fueron concebidas.

En el ámbito académico, Salvador Pániker, Rudiger Safranski, Judy Wacjman, Harmut Rosa y Juan Martín Prada son algunas de mis lecturas recurrentes y sus textos han dado forma a muchos de mis intereses temáticos. Una vez un profesor me dijo que no se podía andar por el mundo con la cabeza alta sin haber leído a Byung-Chul Han: lo hice y le di la razón. Os sugerimos, en relación con estos temas, una lectura a La sociedad del cansancio o En el enjambre.

Una vez un profesor me dijo que no se podía andar por el mundo con la cabeza alta sin haber leído a Byung-Chul Han: lo hice y le di la razón.

Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018
Salvador Jiménez-Donaire. Sin título, 2018

Precisamente por la oportunidad de investigar con la dedicación que entiende necesaria, comienza Salvador hablando de las becas recibidas a la hora de citar los principales proyectos que ha desarrollado hasta ahora: En mi corta trayectoria he tenido la suerte de recibir becas de residencia artísticas en la Fundación Antonio Gala, la Caravanserai Residency en Cambridge (Reino Unido) y la histórica Residencia de Estudiantes de Madrid. Todas ellas han sido oportunidades extraordinarias y me han ayudado a madurar mi trabajo (precisamente al ofrecerme tiempo y espacio para trabajar).

Mi primera exposición individual fue hace un par de años en la Fundación Gala, y me agradó presentar por primera vez mis trabajos (muchos de ellos realizados durante mi estancia como becario) en un lugar que me trató tan bien. No he vuelto a disfrutar de unas condiciones de trabajo tan amables como las que me ofreció esta institución.

Aquella exhibición llevaba por título “Quietud agitada” (recordaréis que el título de su reciente muestra en el CEART era “La quietud es volver con la misión cumplida”) y de más quietudes hablaremos, porque tras ella llegó a Cuenca “Quietud cumplida”: A principios de este año clausuré una exposición individual en la Catedral de Cuenca. Sus salas expositivas son monumentales, con techos abovedados, de piedra y de gran altura. Me parecía, y me sigue pareciendo, un privilegio llevar mis trabajos a una construcción como esta, de ocho siglos de antigüedad, que cuenta además con vitrales abstractos creados por los padres del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.

En aquel proyecto se sirvió de papeles de alto gramaje y japoneses hechos a mano y de punta seca, polvo de grafito y punta de oro para enlazar estrategias propias del arte gráfico (como el trazado preciso u obsesivo de las líneas) y del pictórico (como las veladuras), haciendo uso de un cromatismo austero. Sobre los muros de la Catedral pudieron contemplarse una treintena de pinturas y dibujos sobre papel, dispuestos mediante imanes de neodimio.

Salvador Jiménez-Donaire. "Quietud cumplida". Catedral de Cuenca, 2019-2020
Salvador Jiménez-Donaire. “Quietud cumplida”. Catedral de Cuenca, 2019-2020
Salvador Jiménez-Donaire. "Quietud cumplida". Catedral de Cuenca, 2019-2020
Salvador Jiménez-Donaire. “Quietud cumplida”. Catedral de Cuenca, 2019-2020

Después llegó Fuenlabrada: La última muestra individual para la que he sido seleccionado se celebró en el Centro de Arte Tomás y Valiente de Madrid, hace pocos meses, y para ella Rafael Canogar me escribió unas palabras. Le estoy muy agradecido por su amabilidad e interés.

El año pasado resulté ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas Universidad de Sevilla. Me alegró unirme a la lista de premiados de un certamen que había seguido cada edición desde mi etapa como estudiante.

DOWN TIME es un proyecto que me gustaría destacar. Se trata de una performance de dibujo que realicé en St Peter’s Church, la iglesia más pequeña de Cambridge (su construcción se remonta al siglo XI). La acción duró 4 horas y 7 minutos, sin interrupción, y fue realizada con el apoyo de Kettle’s Yard y The Churches Conservation Trust. Es posiblemente la experiencia más intensa que he tenido en mi práctica artística.

Salvador Jiménez-Dinaire. DOWN TIME
Salvador Jiménez-Dinaire. DOWN TIME, 2019

A nivel colectivo, he tenido la suerte de ser seleccionado para participar en muestras celebradas en el Museo Etnográfico de Udine (Italia), la Real Academia de Bellas Artes de Amberes (Bélgica) o la Galería Ruskin en Cambridge (organizada por Cambridge Sustainability Residency).

Hemos preguntado al artista dónde lo encontraremos en los próximos meses, si el virus lo permite: Ando preparando mi siguiente exposición individual en el Colegio de España en París. Su inauguración estaba prevista para antes del verano, pero la crisis sanitaria no lo permitió y ha tenido que ser pospuesta. Está siendo un año muy raro. En el ámbito del arte visual, muchas convocatorias se han retrasado o directamente no han sido publicadas.

En los meses previos a la pandemia, afortunadamente, fui seleccionado en algunos certámenes nacionales (Obra Abierta – Fundación Caja de Extremadura y Premio de Pintura Joven – Fundación Ibercaja) y no he tenido la sensación de estar completamente parado -aunque reconozco haber agradecido este periodo de relativa inactividad-.

Además, el pasado febrero me incorporé al Departamento de Dibujo de la Universidad de Sevilla, por lo que ahora me encuentro haciendo malabares para combinar la escritura de mi tesis doctoral, la impartición de docencia y mi trabajo creativo. Veremos qué pasa.

Sabed más del trabajo de Salvador, aquí: www.salvadorjimenezdonaire.com

Salvador Jiménez-Donaire. SIn título, 2019
Salvador Jiménez-Donaire. SIn título, 2019

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