NOMBRE: Pablo
APELLIDOS: Linsambarth Cartagena
LUGAR DE NACIMIENTO: Santiago de Chile
FECHA DE NACIMIENTO: 1989
PROFESIÓN: Artista
Hemos conocido a Pablo Linsambarth, el último artista en sumarse a nuestros Fichados, en la muestra más reciente en la Galería El Apartamento de Madrid: “Allanamiento de-morada” hacía referencia a violaciones de derechos fundamentales, y de la intimidad de los espacios privados, en el contexto de la historia contemporánea chilena, tomando como punto de partida una investigación en torno a su archivo familiar y las experiencias de su círculo cercano. Contaba el proyecto con pinturas, dibujos, un vídeo o cerámicas, trabajos todos ellos conectados entre sí, y la próxima semana expondrá este autor de nuevo en ARCOmadrid, junto a esta misma sala.
La ausencia, la memoria y el concepto de represión son nociones muy presentes en la producción de Linsambarth, licenciado en Artes Plásticas (mención Pintura) y Magíster en Artes (mención Artes Visuales) por la Universidad de Chile. Actualmente reside y trabaja en Madrid y con anterioridad ha presentado otras exposiciones individuales en el Centro Negra de Blanca (Murcia), la Vigil Gonzáles Galería de Cusco (Perú) o el Hangar de Lisboa y en espacios chilenos como la Galería Palmilla Oriente, el Museo de Arte Contemporáneo. MAC o la Galería Patricia Ready. Su participación en colectivas le ha llevado al Centro Párraga de Murcia o el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires. MACBA, así como a la Galería Departamento 21, TIM Arte Contemporáneo, el Espacio Quinta Bella y de nuevo el MAC de Santiago, Chile. Asimismo, hemos podido verlo en citas como ZONA MACO, SWAB, la Untitled Art Fair, ESTAMPA, ARCOmadrid, Ch.ACO o Mucho Más Mayo.
Linsambarth ha desarrollado igualmente residencias en la Fundación PROA (Buenos Aires), Mala Fama Studios (Madrid), el citado Hangar lisboeta, la Arthaus Havana Art Residency (Cuba), Z-KU (Berlín) y en Blanca, a iniciativa de AADK Spain. Se incorpora a esta sección porque queremos saber más de los lazos entre su trabajo y los hechos políticos que tienen impacto, y más que impacto, en las vidas cotidianas; no entiende el arte como posibilidad de representar temas, sino como un lenguaje con códigos propios desde el que expresar emociones o deseos personales, relacionarse con el espectador o abrirse al misterio.
Hemos preguntado a Pablo por sus inicios como artista, y los sitúa en su participación en una colectiva del MAC chileno: Mi primera exposición formal la realicé siendo estudiante de Bellas Artes por medio de una invitación que me hizo un comisario del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago, llamado Jaime Cuevas, quien, junto a un equipo curatorial, tenía un proyecto llamado “Salón de Estudiantes”. Esta exposición contaba con una serie de trabajos de los artistas que este comisario había seleccionado allá por el 2010. Creo que esa fue mi primera ventana al mundo profesional.
De ahí en adelante me hice un pequeño taller en el patio de la casa de mis padres donde solía trabajar a diario, sacando algunas horas de lo que me quedaba libre entre los estudios y un empleo a tiempo parcial que tenía para solventar mis gastos. Inmediatamente al salir de la carrera me puse a enviar aplicaciones para becas y residencias, de las cien que mandé me cogieron de una; de esto ya van casi diez años de ininterrumpida actividad.
Como avanzamos, Linsambarth no trabaja en torno a temas concretos sino a partir de inquietudes ligadas a la memoria individual o colectiva, lo desconocido y atemporal, al pasado reciente en su país o a las culturas urbanas underground: Por lo general no creo que el arte tenga “temas”, o por lo menos intento no regirme por uno en absoluto, más bien trabajo conceptos e ideas que provienen tanto de mi memoria personal como colectiva. De ahí surgen inquietudes que combino con un proceso investigativo donde reúno archivos y documentos que me permiten armar un amasijo de posibilidades para componer una obra.
Cuestiones relacionadas con la historia política de Latinoamérica, las consecuencias que han significado nacer en un país postdictadura (en mi caso, Chile), yuxtapuestas con formalismos estéticos de la propia historia del arte, los conceptos de atemporalidad, lo enigmático y lo entendido como “urbano” son ideas que aparecen constantemente en mi trabajo.
Su primer lenguaje fue el pictórico, pero paulatinamente ha abierto su obra hacia más disciplinas y es habitual que unas y otras queden imbricadas; en la exhibición en El Apartamento de la que comenzábamos hablando, los trazos y tonos de sus dibujos conectaban con el vídeo en loop Repito y su pintura La comida parecía el germen de la historia convulsa recogida en la instalación En el desierto. En definitiva ese campo, el de la pintura, diluye sus bordes: El corazón de mi obra proviene de la pintura, sin embargo, también trabajo otros medios tales como vídeo, instalación, cerámica, dibujo y objeto.
En el caso de la pintura, ha sido una elección que he hecho desde muy pequeño, la cual he reafirmado a lo largo de mi carrera; esta revisión se ha dado porque este medio me ha permitido generar narrativas que pueden ser tratadas desde un universo y lenguaje único. Además, siempre me ha interesado la investigación pictórica, los diversos registros que pueden aparecer en una obra, las dimensiones formales y más experimentales que han estado siempre presentes de alguna u otra forma en mi vida. Sin ir más lejos, la pintura me ha permitido comprender con mayor riqueza la importancia de la luz y las formas que esta posibilita, me obliga a observar y detener la mirada en cosas que este lenguaje me desafía a interpretar desde lo material.
Los otros medios con los que trabajo han sido (o son) electos por la traducción que hago desde el propio medio pictórico a otros componentes, pareciéndome verosímiles y eficaces para el imaginario que desarrollo.
Sus referentes son muy diversos, desde autores de las vanguardias hasta artistas más recientes que, como él, han cultivado medios muy diversos o han atendido a cuestiones históricas y sociales: Sin duda, la pintura de Matisse ha sido una pieza fundamental en mi proceso creativo, desde pequeño observé las láminas que acompañan a los periódicos, como suplementos de arte y cultura, los cuales hasta el día de hoy atesoro con el recuerdo. Ya luego en la adolescencia, recuerdo que mi padre me llevó a ver una exposición de Picasso, la cual significó el gusto que he desarrollado por el dibujo.
Cuando ya me puse a pintar en serio no pude dejar de mirar el trabajo de Luc Tuymans, los incendios de Lois Dodd, las escenas de Eric Fischl y los cambios de Gerhard Richter. Actualmente, me interesa mucho la obra de Mamma Andersson, Marlene Dumas, Miriam Cahn, Noah Davis, Henry Taylor, Sandra Gamarra y un sinfín de artistas jóvenes y de mi generación que se dedican a diferentes medios, como es el caso de Maxwell Alexandre, Danny Fox, Claire Tabouret, Patricia Domínguez, Sahatsa Jauregi y otros cuantos que se han convertido en colegas, como Ivana de Vivanco, Pablo Merchante, José Cori, Rolan Kay y una lista enorme de amigos y comisarios que admiro. Estoy interesado especialmente en el trabajo curatorial de Renata Cervetto, Miguel López, Natalia Sosa Molina, Victor López Zumelzu, Bea Espejo, Ignacio Szmulewicz, Jacopo Crivelli Visconti, Daniel Rey y Laura Hakel.
Entre sus proyectos fundamentales, menciona este artista aquella reciente muestra en El Apartamento: Constaba de pinturas de gran y pequeño formato, un vídeo, un par de dibujos y una instalación de cerámicas a muro. Esta exposición abarcaba la relación entre mi memoria familiar, el concepto de allanamiento en la dictadura militar chilena, mi imaginario actual y una serie de diálogos y narrativas sobre lo que interpretamos como archivo.
Atendiendo a esa memoria oral de su familia, los Linsemberg llegaron a Chile a inicios del siglo XX y, cuando se afincaron el norte del país, explotado entonces por empresas mineras británicas, transformaron su apellido para que resultase más anglosajón y distanciarse también, en ese momento, de sus posibles connotaciones judías. Al cabo de las décadas, los padres de Linsambarth serían perseguidos en la dictadura de Pinochet, él torturado y ella obligada a esconderse; además, su tío abuelo René, violinista y violonchelista, fue apresado tras 1973 y desapareció. Ese pasado tan cercano, en el tiempo y en la familiaridad, se hace presente en creaciones en las que sobrevuelan el vacío, el recuerdo, las perdidas y que se vinculan habitualmente con personas que ha conocido.
En lo formal, deja a un lado este autor, normalmente, leyes tradicionales y definidas (escala, perspectivas, jerarquías) en favor de juegos de planos en los que la luz moldea los espacios.
Sus siguientes pasos le llevarán, en pocos días, a ARCO: Los próximos proyectos que se avecinan son la feria ARCOmadrid, donde tendré un par de piezas con la Galería El Apartamento; un solo project en la ciudad de Nueva York, en la feria NADA (New Art Dealers Alliance), de la mano de la Galería Vigil Gonzáles, con la cual estoy trabajando pinturas de gran formato que abarcan los escenarios íntimos del hogar desde un punto de vista enigmático y escenográfico; y una muestra institucional en Lima (Perú) a comienzos de junio, la cual se realizará en el ICPNA de Miraflores bajo la curaduría de Daniel Rey, dónde tendré sobre todo pintura e instalación.
Por último, estoy a la espera de una serie de confirmaciones de ferias y exposiciones internacionales en Asia, Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, donde puedo adelantar que es muy probable que regrese a Chile para inaugurar una exhibición individual en uno de los museos principales de Santiago.
Podemos seguir sus pasos aquí: www.pablolinsambarth.com