NOMBRE: Pablo
APELLIDOS: Carpio
LUGAR DE NACIMIENTO: Madrid
FECHA DE NACIMIENTO: 1979
PROFESIÓN: Artista
Puede que Pablo Carpio, el artista que esta semana se suma a nuestros Fichados, sea uno de los autores de carrera más heterogénea entre los que han pasado por esta sección. En masdearte lo conocemos por sus pinturas abstractas, que sugieren equilibrios y tensiones y que recuerdan, quizá por lo lúcido de sus combinaciones cromáticas, que este creador madrileño fue diseñador gráfico antes que pintor (también recogen huellas del expresionismo abstracto, patentes entre tantas generaciones de artistas que han vivido y trabajado en Nueva York, como fue su caso). En algunas ocasiones también ha empleado soportes pictóricos como material escultórico, creando pliegos de pintura acrílica y abordando la disciplina como fin en sí misma, no solo como técnica. A veces esas esculturas, que pueden transmitir solidez o flexibilidad, las ha presentado, subvirtiendo más hondamente códigos, como pinturas al uso, o enrolladas como si se tratara de papeles sin perder por ello su carácter tridimensional, conforme a decisiones formales con un trasfondo conceptual.
Hablábamos, en cualquier caso, de lo diverso de la carrera de Pablo y él mismo lo hace al referirse a sus comienzos; se inició en el graffiti, campo en el que creció su necesidad de articular una obra personal; se sumergió en el diseño gráfico y, finalmente, encontró en la pintura su medio expresivo fundamental: Mi trayectoria como artista comienza a tomar forma más activamente poco después de la crisis de 2008. Desde pequeño ya mostré interés por dibujar y por las construcciones manuales. A mediados de los noventa, comencé a practicar graffiti con mi grupo de amigos; una etapa que duró hasta principios del 2000. Durante ese tiempo aprendí a crear en libertad y comencé a fomentar mi necesidad de componer un lenguaje propio, siempre en constante aprendizaje. Por el camino, encontré una forma paralela para desarrollar mi creatividad más acorde con una vida funcional, el diseño gráfico, desarrollando una carrera bastante productiva que llegaría a su fin casi por completo después de una década. Casi con treinta años y durante una gran crisis social y personal, decidí dejarlo todo para dedicarme por completo al arte, en concreto a la pintura. Para ello tomé la decisión de irme primero a Berlín y posteriormente a Nueva York, para poder formarme y continuar satisfaciendo la necesidad de realizarme como persona principalmente y posteriormente como profesional de las artes plásticas. A partir de ahí nunca me he separado de este camino.
Como avanzábamos, le interesan a Pablo la pintura per se y sus variaciones a partir de la modificación de su fisicidad, concediendo una importancia fundamental a los procesos; al gesto y a la materia, claves de trabajo para tantos artistas abstractos, junto a la geometría: Mi trabajo se desarrolla en torno a las posibilidades materiales de la pintura y su capacidad de transformación. En términos abstractos, me interesa el gesto pictórico y su dimensión física, como elemento clave de una materialidad que a su vez se articula como un fin en sí mismo.
Me interesa generar una gramática representativa de su propia contemporaneidad, capaz de transcender los propios límites del medio, a partir exclusivamente de la investigación profunda de las cuestiones matéricas y relativas a la propia pintura, siempre en una búsqueda permanente.
Por otro lado, el proceso de hacer, entre meditativo y lúdico, me aporta un espacio donde construir una forma propia de expresión con la que poder canalizar el impulso creativo, en una suerte de registro de mi propio imaginario.
Nos explica Carpio que trabaja tanto en formatos grandes como en pequeños, aprovechando en cada caso la intimidad que permiten los primeros y el desarrollo físico, o la corporeidad distinta, que hacen posible los segundos y que, como adelantábamos, procura en ocasiones un desarrollo tridimensional de sus obras que las acerca al medio escultórico y que genera a su vez un diálogo más estrecho con el espacio: Desde hace ya un tiempo vengo experimentando las posibilidades de añadir diferentes cargas a la pintura y más recientemente he conseguido acercarme a la consistencia necesaria para el desarrollo de un tipo de obras con las que actualmente ya puedo ir obteniendo resultados que, no solo técnicamente son satisfactorios, sino que conceptualmente van encontrando un espacio propio.
Trabajo sobre un tipo de lino grueso montado en bastidor de madera, sobre el cual aplico, con diferentes tipos de espátulas y paletas, una pasta de pintura que hago con pigmento acrílico y un mortero tradicional de arena y cal, todo ello mezclado en su justa medida para conseguir un tipo de color y textura propia. Me gusta trabajar en formatos pequeños por su cercanía, pero también desarrollo formatos medianos y grandes donde el factor físico está más presente en todo el proceso, lo cual marca en parte el resultado. En ocasiones mis obras se expanden mas allá del lienzo, dando lugar a esculturas que dialogan con el espacio, pero siempre desde una perspectiva pictórica.
Con este tipo de pintura, casi material escultórico, puedo desarrollar volúmenes y relieves pronunciados, lo cual añade un elemento poco común en la pintura como es el tratamiento de la luz de una manera real, proyectando sombras con cada marca que aportan una sensación de corporeidad, escapando así de la ficción tradicionalmente asociada al medio pictórico.
Entre sus referencias cita Pablo el mencionado expresionismo abstracto, pero también autores del ámbito europeo vinculados al informalismo y algunos que han llevado la pintura más allá de sus convenciones matéricas. No olvida sus propias sensaciones como referencia, sujeta a una ordenación y depuración posterior: A la hora de comenzar una obra trato de reordenar lo que mis sentidos recopilan del exterior de una forma intuitiva y de generar recursos que me permitan materializar pensamientos y sensaciones. Para ello voy reduciendo la cantidad de estímulos en un proceso que me permita extraer lo esencial en términos pictóricos.
En lo formal, hay muchos artistas que me han marcado a lo largo de mi carrera, tanto de la pintura como de la escultura, y en algunos casos sin guardar una relación directa con mi trabajo. He vivido en diferentes ciudades y países y he visitado multitud de museos, galerías e instituciones relacionadas con el arte, siempre atraído por la conexión que se establece al contemplar o experimentar una obra, la cual en ocasiones te atrapa y en otras simplemente no aparece. Esa búsqueda es la que me lleva a conocer mejor la obra de otros artistas, que de alguna manera te motiva a seguir avanzando en tu camino. Quizá por mi etapa en Nueva York, movimientos como el expresionismo abstracto me han marcado en gran medida, aunque a partir de ahí he ido absorbiendo otras referencias muy variadas. Por nombrar algunos artistas, estarían: Robert Ryman, Barnett Newman, William de Kooning, Bram Bogart, Jessica Stockholder, Mark Rothko, Pierre Soulages, Lucio Fontana, Alberto Burri, Yves Klein, Sean Scully, Rafael Canogar, Tàpies, Ángela de la Cruz, Juan Uslé, Lynda Benglis, Richard Serra, Sol LeWitt, Jack Whitten, Mark Bradford, Sam Gilliam (que también enlazó la pintura y la escultura en sus grandes telas plegadas), Ha Chong-Hyun… y me dejo muchos, seguramente.
Carpio considera sus principales proyectos hasta ahora los que ha tenido ocasión de presentar en siete exposiciones desde 2013; la más reciente en la sala Cerquone Projects de Madrid hasta el pasado enero: La exposición colectiva ”Pretenso”, en la galería Cerquone Projects, comisariada por Ignacio Gonzalez Olmedo + J, buscó reflexionar sobre esa frontera conceptual, casi mínima, existente entre el estado de distensión y de tensión de toda cosa. Entendemos y abordamos el concepto desde una doble concepción: aquella que se refiere a lo que el propio diccionario entiende por pretenso, esto es, un sinónimo de supuesto y aquella que define el momento más mecánico que precede a lo que todo el mundo entiende por tensión.
“Percatarse de una cosa no es conocerla” fue una muestra bastante personal y que reunió obras mías y de María Yelletisch y Diego Vallejo Pierna, los tres residentes en Espacio Vista y artistas que trasladamos nuestro imaginario a la pintura. El proyecto giró en torno a un texto de Ortega Y Gasset y tuvo lugar en Espacio Vista, Madrid, este año.
“Should I stay or should I go”, en la Sala Barbecho en Madrid, comisariada por Ars COCO, fue un proyecto expositivo premiado como mejor exposición durante el Festival Hybrid en la edición de 2019. En él se planteaba un ejercicio conjunto de artistas, diseñadores y arquitectos para mediar entre arte y visitante. Así, durante dos semanas el equipo jugó con elementos de luz, sonido y tiempo para ralentizar al visitante en el espacio dilatando la experiencia de visualización de las obras seleccionadas.
“Silencios sedimentados”, por su parte, fue una exposición individual comisariada por Jade de Cock de Rameyen, en la Galería Mira Projects (Madrid), en 2018. La exposición traza las especulaciones originales del artista sobre el espacio urbano y sus evoluciones en un futuro lejano. Inspirándome en las capas de memorias de las periferias metropolitanas de todo el mundo, traté de involucrarme de manera innovadora con la pintura como un medio de expresión no humano, revelando la poética del abandono en las ciudades contemporáneas.
“Constructing Painting“ fue un proyecto de 2017, que presentamos en Espacio Vista y en colaboración con ArsCOCO, como parte de la segunda edición del Hybrid Festival y en colaboración con Denise Treizman, artista y amiga chilena afincada en Nueva York. El proyecto se planteó como un desafío a los convencionalismos que tradicionalmente han definido la disciplina plástica, descubriendo nuevas áreas de convergencia donde los lenguajes de la pintura y la escultura se entrelazan para convertirse en un ente casi autónomo. Las obras prestaban especial atención a los componentes materiales del objeto artístico, su esqueleto, sus pieles, a los procesos que lo configuran y al espacio que lo alberga, tratando de entender qué es lo verdaderamente esencial, lo inmutable y qué, por el contrario, puede transformarse.
En 2014 tuve la oportunidad de participar en la tercera Bienal de Artes Visuales de Aretec, en Buenos Aires, donde pasé varios meses, deambulando por la ciudad y trabajando en alguna obras que dialogaban con el entorno en decadencia de algunas de sus zonas.
En 2013 desarrollé un proyecto que marcó positivamente mi carrera y por el que tuve la suerte de ser seleccionado para el IAP Program de la New York Foundation for the Arts. Pude conocer a artistas de diferentes partes del mundo durante un programa de mentorado, en el cual cuarenta artistas compartimos experiencias e intereses afines. El proyecto terminó con la exposición “Pangea”, que reunía el trabajo de los participantes en la sede de la Fundación.
Hemos querido saber también qué será lo próximo: Durante el periodo de reciente confinamiento, he aprovechado para reflexionar sobre otros aspectos de mi vida al margen del arte, tratando de visualizar otras formas de contextualizar mi trabajo, quizás en otro entorno, donde poder sentirme más en armonía con la naturaleza, y quizás a partir de ahí ir generando otros discursos. Pero de momento son solo pensamientos.
Hacia el final si he estado trabajando en una serie de obras de muy pequeño formato, “Pinturas mínimas”, en un espacio muy reducido y a partir de los mínimos recursos gestuales. Por otro lado, siempre me han atraído los objetos abandonados o en desuso y que guardan algún tipo de historia, quizás por las texturas o el tipo de material y cómo el paso del tiempo o algún tipo de evento cambió su destino. Y en base a esto, experimento interviniendo sobre ellos de diferentes maneras. Ahora me encuentro en proceso de intervenir algún nuevo objeto. Estos no siempre aguantan el paso del tiempo en mi estudio, pero vuelvo en ocasiones una y otra vez a intentarlo.
Participé recientemente en una campaña de visualización y apoyo a los artistas, en forma de muestra exclusivamente digital, lanzada por Programa Taide, que se llamaba #BusyArthome (Qué hacen los artistas durante la cuarentena). Este año he comenzado a trabajar con la Galería Cerquone y tenemos algún proyecto en preparación, pero actualmente se están replanteando. En estos momentos, la verdad, no puedo concretar mucho sobre proyectos venideros.
De momento me estoy centrando en trabajar en el estudio, independientemente de lo que pueda pasar en el futuro, sabiendo que la situación está transformando el mundo y en concreto el del arte también, sin saber si lo que conocíamos será como antes o probablemente no. De todas formas, creo que la situación de los artistas ya es de por sí inestable y precaria, así que quizás nosotros mismos deberíamos plantear nuevas formas de canalizar nuestros esfuerzos.
Conoced mejor a Pablo, aquí: www.pablocarpio.com
