Laura Mesa

NOMBRE: Laura

APELLIDOS: Mesa

LUGAR DE NACIMIENTO: Tenerife

FECHA DE NACIMIENTO: 1975

PROFESIÓN: Artista

Teníamos ganas de volver a hablar, en esta sección, de dibujo y lo hacemos de la mano de Laura Mesa, artista a quien descubrimos en los últimos meses del año pasado gracias a la Galería Artizar de San Cristóbal de la Laguna. Presentó allí “Pero no el mundo”, un proyecto que planteaba reflexiones sobre las relaciones entre realidad y representación y sobre el rol y estatus de las imágenes en nuestra época; descompuso ese medio, el dibujo, en sus partes (papel, tinta y grafito) y profundizó en su materialidad, incidiendo en sus opciones de volumetría y ocupando con ellas espacios. Sin apelar al ilusionismo en su sentido tradicional, subrayaba esta autora que cualquier imagen no constituye un reflejo fiel de la realidad sino una construcción de esta por parte de su creador; en definitiva, planteaba que nuestra mirada e interpretación del mundo acaba por componer nuestra visión de lo real en mayor medida que la realidad misma. Nos situaba, para ello, ante una cartografía: componían la exhibición 27.000 pequeños papeles de seda estructurados en 745 piezas que hacían referencia a los parámetros de natalidad, esperanza de vida, población urbana y patrimonio de la humanidad de los 217 países reconocidos por la ONU.

Licenciada en Bellas Artes con doble especialidad en pintura y escultura, Doctora también en Bellas Artes en la especialidad de Dibujo y graduada en Filosofía, Mesa ha sido durante dos décadas profesora de Dibujo Artístico en las Escuelas de Arte y Superior de Diseño y actualmente es docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna. Ha presentado individuales recientes, además de en Artizar, en EXHIBITLab (Santander), CIC El Almacén (Lanzarote) y el Ateneo tinerfeño y sus colectivas le han llevado a espacios como S/t Espacio Cultural (Las Palmas), TEA. Tenerife Espacio de las Artes, la Galería Bibli, también tinerfeña y el Museo Internacional de Arte Contemporáneo de Lanzarote, en el marco de su novena Bienal.

Esta artista se suma hoy a nuestros Fichados porque queremos saber más de esas indagaciones sobre las tensiones entre lo real y su plasmación artística a partir del dibujo, que ella entiende como expresión plástica primera, elemental y directa; también sobre sus referentes teóricos (en su statement cita a Deleuze, Heidegger o Danto) a la hora de vertebrar esas relaciones.

Según el esquema que conocéis, hemos preguntado a Mesa por sus comienzos. Nos explica que viene vertebrando su producción desde que finalizó sus estudios y que ha preferido macerar sus procesos e intereses en el tiempo lento antes que articular su carrera a partir de hitos pretendidos: Lo cierto es que no he dejado de crear desde que me licencié allá por el año 1998, produciendo obra y participando en exposiciones con cierta regularidad.

En todo ese periodo estaba centrada en asentar conocimientos, relacionar conceptos y experimentar en la tranquilidad del estudio, con calma y sin los vaivenes o presiones de la profesión artística pública. En 2017 tenía una obra lo suficientemente armada como para mostrarla y compartirla de manera más ambiciosa, y así lo hice. Sé que ha sido una trayectoria poco común en un mundo que exige, cada vez más, inmediatez y profesionalización desde el mismo momento de la graduación, pero, en mi caso, pesó más el poner en valor la importancia del asentar conocimiento y el tomarme muy en serio unos procesos que me exigen una gran cantidad de tiempo y dedicación.

Respecto al porqué, el arte siempre ha vehiculado mis intereses llevándome, incluso, a estudiar filosofía. No solo creo que el arte es una manera de estar y ser en el mundo, sino también creo que es aquello que nos dignifica como seres humanos.

Hemos avanzado algunos de los asuntos vitales en sus trabajos, que tienen mucho que ver justamente con la filosofía. Aborda cómo de nuestras subjetividades nacen convenciones y normas que nos terminan influyendo vitalmente y cómo, en conexión con ese asunto, los dibujos pueden no transmitir fragilidad material; los suyos ponen en cuestión lo veraz de las representaciones que cobijan: Me interesa la ontología enclavada en medio de las tensiones generadas entre las distintas realidades contemporáneas y sus representaciones. En cierto modo, lo que hacemos como especie no es otra cosa que generar abstracciones, teorizaciones, que se convierten en normatividades y leyes que luego, por otro lado, nos condicionan. Es en esas contradicciones que nos definen en las que mi trabajo reflexiona a través del dibujo como práctica artística. Este medio de expresión, tal vez el más primario, directo y honesto, me permite ahondar en esta problemática tensionando el propio concepto de dibujo. Así, genero dibujos sólidos, con los que pretendo cuestionar la veracidad de la representación bidimensional estando, por otro lado, atados a la propia materialidad del dibujo con el grafito, la tinta o el papel.

Ya conocéis la técnica básica en la que desarrolla su obra; nos habla de las investigaciones que el dibujo le permite desarrollar, de lo meticuloso de sus procesos y de la frecuente relación de sus trabajos con los espacios donde se exhiben: Si hay una constante en mi trabajo, esa es el dibujo. Desde mis años de formación universitaria lo entendí como uno de los medios de expresión plástica más honestos dado su limitado margen de engaño y la alta capacidad de registro de la acción de dibujar, y eso me ha interesado siempre muchísimo. A partir de esta concepción, toda mi trayectoria se ha centrado en la investigación de la práctica del dibujo como un medio que, por un lado, me permite ahondar en su lenguaje –en tanto honesto–, y por otro, a partir de esta premisa, me ha permitido abordar otras problemáticas.

Desde mis años de formación universitaria entendí el dibujo como uno de los medios de expresión plástica más honestos, dado su limitado margen de engaño y la alta capacidad de registro de la acción de dibujar.

Una de ellas ha sido la dualidad realidad vs. representación que, desde mi punto de vista, es de nuevo pertinente en un momento histórico en el que nuestra relación con estos conceptos está siendo redefinida. Partiendo siempre de la utilización de los materiales propios del dibujo (el grafito en relación a la línea como elemento constructivo del dibujo, la tinta desde la generación de la mancha, y el papel como soporte dibujístico por antonomasia) profundizo en su relación con la representación. De esta manera, tal y como apunté anteriormente, mi trabajo da un paso hacia las tres dimensiones, en un afán de construcción dibujística que trata de cuestionar los límites de su lenguaje y su vinculación con la realidad, dando como resultado la construcción de un dibujo sólido. Para ello trabajo a partir de procesos muy laboriosos y largos, en el que el acto de dibujar se convierte en algo muy consciente y reiterado.

Esta manera de entender el dibujo lleva consigo a su vez el pensar en el espacio. La vinculación de la obra con el lugar para el que es pensada hace que, en muchos casos, se conviertan en site-specific, generando un diálogo con el espacio que no hace otra cosa que tensionar, desde otra perspectiva, la propia realidad del dibujo.

Sus referentes no han sido continuos a lo largo de los años y nos habla Mesa de su atención fundamental hacia el presente, pero sí cita a teóricos que han abordado esa dualidad entre realidad y representación en nuestro tiempo y a artistas que han cultivado el dibujo o la estética postminimalista o han explorado la noción de fragmento: No quiero decir que no tenga influencias, todo lo contrario, pero me cuesta citar autores o autoras concretas porque no hay artistas de cabecera constantes a lo largo de mi trayectoria. Tal vez sucede porque me interesa especialmente la contemporaneidad. Quiero decir con esto que me centro y defiendo el lenguaje contemporáneo al que estoy constantemente abierta; miro atrás para aprender, pero no añoro el pasado.

Así, últimamente orbito entre pensadores como Heiddeger, Deleuze o Danto; artistas que trabajan desde el concepto de fragmento como Dan Voh, Michael Dean o Julia Llerena; artistas que trabajan en la especialidad como Pierre Huyghe, Anne Imhof, Elena Lavellés o la espectacular obra Sun and Sea (Marina) de Lapelytè, Grainytè y Barzdziukaitè; y, en general, ciertas materialidades enclavadas en el postminimalismo.

Al referirse a sus principales proyectos hasta la fecha, comienza la artista justamente por Pero no el mundo, que pudimos contemplar en Artizar: Planteo una reflexión acerca de la diferencia que es establecida por algunos pensadores del s. XX entre el mundo vivido y el mundo sistémico. Los datos que radiografían a la humanidad en páginas web como la de la ONU exponen la verdad de un mundo en forma de cifras rigurosas. Sin embargo, Pero no el mundo cuestiona esta representación de lo que somos en un intento de humanizar un lenguaje pretendidamente lógico.

Recordamos que cada una de las piezas presentes en la muestra representaba a un país y se nos proponía como imagen real de este al trasladarnos los datos contenidos en cada indicador que citábamos en un dibujo volumétrico. Atendiendo a esa lógica, si un país presentaba cierto número de puntos en el índice de desarrollo humano de la tasa de natalidad, será representado por otras tantas capas de papel de seda. En último término, nos invitaba Laura a preguntarnos si esos datos objetivos nos permiten una comprensión verdadera de esas realidades, hasta qué punto proporcionan un entendimiento objetivo de lo real o solo un espejo frío. Servirse del dibujo, disciplina subjetiva por antonomasia y de realización eminentemente íntima, para tratar estos temas, abre igualmente fuentes diversas de análisis.

Nos habla la artista igualmente de “Los móviles y el dibujo”, propuesta expuesta en el CIC El Almacén lanzaroteño: Gira en torno a una pieza central llamada La piedra de la locura. Cientos de partes anatómicas del cerebro dibujadas sólidamente con grafito aglutinado plantean el concepto de locura, tantas veces ligado al mundo de las artes. Se refería Mesa a la importancia de la forma como herramienta para representar ideas o propósitos, como imagen de un móvil por tanto. Los dibujos que formaban parte de la exposición derivaban de la realización de acciones repetitivas y constantes; esto es, de la intención de la artista convertida en acción. Podíamos concluir que dibujar el cerebro no es sino representar nuestra máquina de representar.

Cita también Mesa su participación en Exhibit Lab (Enmarcada en el programa paralelo a Artesantander de 2019, presento de la mano de Mónica Álvarez Careaga una muestra de mi trabajo de los últimos años) y en dos muestras colectivas: “El azar objetivo” en TEA y la novena Bienal de Arte Contemporáneo de Lanzarote.

La primera recoge el diálogo entre obras fotográficas de la colección COFF y obras de artistas invitadas. Mi pieza Epicultura forma parte de esta exposición, en la que planteo una reflexión acerca de la mutabilidad de la genética y, por ende, de la cultura. Esta instalación, que me llevó más de un año de trabajo, es fruto de la reflexión acerca de la capacidad de mutación a favor del entorno y el contexto que no solo afecta a nuestro aspecto físico -epigenética-, sino que es capaz de transformar nuestras conductas sociales, políticas, lingüísticas y morales a favor de la adaptación. Estos condicionantes determinan nuestras capacidades de relación en una sociedad que, a pesar de posibilitarnos, nos delimita. En el mismo sentido el papel se adapta sobre sí mismo, sobre los demás y sobre el espacio conformando un nuevo sistema de unidades –conjuntos que tejen nuevas redes de contextualización-.

Sobre la segunda, nos cuenta que se articuló en torno a la obra literaria Lancelot 28º-7º, de Agustín Espinosa, en la que su autor, en un proceso de creación absoluta, nos ofrece una visión nueva, una mirada pura y primitiva de la isla de Lanzarote. En diálogo con una nueva percepción de la isla, Dos moldes para un constructo, pieza site-specific, reflexiona acerca de la contraposición entre la realidad y el imaginario de su representación, situándolo en un lugar que no deja de evidenciarse, finalmente, como geográfico.

Hemos querido saber qué será lo próximo: Actualmente me hallo inmersa en pleno proceso de producción de mi próximo proyecto en SAC (Sala de Arte Contemporáneo de Canarias). Es la exposición individual más ambiciosa a la que me he enfrentado hasta la fecha, no solo por las dimensiones de la propia sala, sino por la propuesta en la que estoy trabajando. La muestra, que se titulará “Pensar el final compromete el final”, abordará una reflexión, de origen habermasiano, que cuestionará la veracidad de la propia sala como resultado de un intento de articulación pensado desde su construcción. Los elementos constructivos –arquitectónicos– del lugar serán cuestionados a partir de la fragmentación –útil– de nuestra propia corporeidad, para proponer la reflexión, el pensamiento, como potencia de cambio y como posibilidad.

Conoced mejor su obra, aquí: http://www.lauramesa.art/