NOMBRE: Inma
APELLIDOS: Femenía
LUGAR DE NACIMIENTO: Pego, Alicante
FECHA DE NACIMIENTO: 1985
PROFESIÓN: Artista
Si la semana pasada fichábamos por primera vez a un artista que trabaja con cristal, David Magán, hoy entra por primera vez en esta sección el arte electrónico, hecho palpable. Inma Femenía pertenece, por edad, a una generación de creadores en este medio que se ha desenvuelto de forma natural en el entorno digital, y en su obra ha reflexionado sobre las relaciones entre esta esfera y la analógica, entre lo material y lo inmaterial, dando a la luz un rol fundamental.
Vive y trabaja en Valencia y desde 2008 ha presentado muestras individuales en la Galería Kessler-Battaglia, el Museo de Arte de Pego, la Lonja del Pescado alicantina, Zinc Espacio Emergente (Salamanca), Área 72 (Valencia) y el Centro Párraga murciano; también la hemos podido ver en ferias como Art MARBELLA, SUMMA, JustMad, Crossroads y Estampa y en colectivas en el Centro del Carmen, Luis Adelantado, la Fundación Chirivella Soriano, la Sala Parés o el MUBAG. Hasta el 31 de mayo su obra forma también parte de “Alta Fidelidad”, exposición de una selección de los fondos de la colección Martínez-Lloret en la Universidad Miguel Hernández.
Inma entiende que, a día de hoy, nuestra forma de percibir el entorno cercano y lejano está condicionada de forma clara por la cultura digital, entendida no solo como vehículo de constante difusión de imágenes, también como lenguaje que, desde su irrupción, ha modificado la apariencia de las formas de forma quizá indeleble. Los dispositivos tecnológicos que utiliza en sus procesos de trabajo no le interesan como simples medios reproductores, sino como instrumentos que pueden dar testimonio de la huella plástica de lo digital y servirle para analizar las consecuencias de la ruptura de fronteras entre los ámbitos físico y virtual en el campo de la representación artística.
Para ella, sus inicios artísticos coinciden con sus primeras exposiciones, que llegaron justo cuando finalizó sus estudios: Creo que las exposiciones fueron las que iniciaron mi trayectoria artística. Progresivamente el trabajo iba madurando y tomando más compromiso con la percepción que iba a tener el espectador. También marcó un inicio el primer proyecto expositivo que hice conjunto con Andrés Wittke en el 2008 en la galería Kessler-Battaglia de Valencia. Para mí esta exposición fue importante, porque era el mismo año que terminaba la licenciatura de Bellas Artes y la confianza que recibí de la galería afianzó el inicio de mi proyección artística.
Los medios en que Inma viene trabajando no son tradicionales, pero sus temas y las reflexiones que desarrolla a partir de ellos sí tienen raíces profundas; cita como los fundamentales la luz y el color: en ellos encuentro cómo se construye la evidencia de la realidad, la percepción visual. La fijación por estos elementos y la evolución de mi investigación es lo que me lleva a indagar cómo se transportan a la industria cibernética, que proyecta otras dimensiones reproduciendo un mundo que disuelve las barreras de la realidad perceptiva tanto física como virtual. Es decir, en mi trabajo reflexiono sobre cómo nuestra manera de percibir del mundo está condicionada por el ámbito digital y viceversa. Finalmente, llevado a la obra artística se percibe una estrecha relación de la materia con una apariencia digital.
En la historia del arte la luz evidencia y posibilita ver lo real, pero también puede ampliar esa realidad, nublarla o distorsionarla, dando lugar a simulaciones con consecuencias narrativas que alejan la representación de la mera reproducción, ahora sí, no solo en medios tradicionales: la elección de la técnica o material responden a las necesidades que tiene cada proyecto para ser materializado. Por ejemplo, en la serie Llum (2009-2012), el material es el poliuretano traslúcido, que da cuerpo a la luz que es intangible mostrándola en estado físico. En otro proyecto, Graded Metal (2015-16), el proceso de imprimir con UV está determinado por la propia compatibilidad entre los materiales.
La luz puede ser, por tanto, una frontera entre realidades y generar territorios ambiguos próximos al ilusionismo y al sueño. En los metales, que formaban parte de Graded Metal, que Inma presentó en su reciente exposición en Área 72, las gamas cromáticas de luz ciberprocesadas que imprimió sobre láminas de aluminio manualmente modeladas dotaban a estas de un aspecto orgánico, al convertirse prácticamente en su piel. Nos deja claro que es posible que no sea tanta la distancia entre materiales tangibles e intangibles, que a la luz puede atribuírsele un sentido objetual, y que paisajes esculturales pueden remitir y proceder de los virtuales.
Como vemos, es frecuente que en la obra de Inma imágenes de luz captadas mediante escáner se plasmen en soportes, a veces transparentes, que pueden disponerse sobre paredes o dar lugar a composiciones diversas cuya fuerza reside, precisamente, en una incidencia de la luminosidad que tiene posibilidades infinitas en forma de ilusiones ópticas. En definitiva, esta creadora alicantina captura luz, la registra digitalmente, y nos la sirve fijada sobre materiales diversos, de aluminio a poliuretano, hecha carne. Describe espacios cromáticos que provienen del espacio virtual, el espectro cromático del software.
Aunque en una contemplación primera su obra remite al minimalismo, Inma nos cuenta que a menudo sus ideas surgen de la convivencia cotidiana con la tecnología, con las pantallas: aquí es donde desarrollo mi proceso de investigación, por lo que la observación es mi principal herramienta. Por ejemplo, en el proyecto Glitch (2013) muestro el error de una pantalla de mi móvil personal, para hacer visible las distorsiones inherentes a un sistema de comunicación que ha conquistado todos los ámbitos de nuestra vida. En Spectrum Screensaver (2014), pongo de manifiesto fenómenos lumínicos digitales con los que convivimos diariamente y que ya hemos naturalizado, como son el movimiento y las luces características de los salvapantallas de ordenador reflejados en una pared.
Los principales proyectos que Femenía ha desarrollado hasta ahora coinciden con sus exposiciones individuales: trabajar en una idea para un espacio específico me ayuda a desarrollar y mostrar mejor el trabajo.
Hasta ahora nos hemos referido a Llum, Glitch, Spectrum Screensaver y Graded Metal, pero aún podemos hablar de algunos más. Como un paso más en las indagaciones de Graded Metal, ha trabajado en el último año en In Tension: aquí el metal dialoga con otro material, como es la cuerda de caucho natural. Se genera una tensión entre un material endeble que se muestra rígido (caucho natural) contra un material duro con aspecto blando (metal).
Black Mirror (2014) es imagen del sueño de unos y la pesadilla de otros: la pantalla del móvil apagada, ese momento en el que no está en funcionamiento y no nos muestra la realidad virtual, sino el reflejo de nuestra realidad física.
El mismo año realizó Inma Painting Digital Colour (2014), una pieza que podría formar parte de futuras crónicas del hoy. Se trata de una acción formalista que reproduce con lápices pastel una target, obtenida al calibrar los valores cromáticos de pantalla e impresión en un equipo informático. El resultado son patches de colores vivos y aterciopelados que provienen de la materia prima del color, el pigmento seco del pastel. La pieza tiene una carga metafórica que remite al espíritu de la época, y por ello, el registro manual es percibido como una impresión digital.
De las innumerables variaciones posibles del color negro daba cuenta 70 Evidences (2013): esta obra potencia el gesto de las nuevas formas de creación, las cuales adquieren protagonismo aportando modificaciones en el acabado final de una impresión. Debido a su interacción en el proceso, el espectador puede contemplar la infinidad de matices que adquiere el color negro.
Interval (2012) remite a un impresionismo digital: la obra deja constancia de las variaciones sustanciales que suceden al capturar la luz digitalmente durante el transcurso del día. Asimismo, estas improntas de luz con carácter digital se materializan sobre un film translúcido realizado a partir de poliuretano; es decir, se dota de tangibilidad al carácter impalpable de lo digital.
Preguntamos a Inma qué será lo próximo: en el próximo mes de abril voy a participar en exposiciones colectivas; una en París, proyecto dirigido por Rolando J. Carmona, y otra en la Sala de Exposiciones de la Universidad de Oporto.
Seguidle los pasos aquí: www.inmafemenia.com
Una respuesta a “Inma Femenía”
Miguel Gil Pechuan
Inma Femenia es para mi y por encima de todo Innovativa y creativa que se atreve a utilizar materiales y técnicas actuales , con valentía , y que con La Luz como ” materia prima ” refleja en su obra la realidad . Y la realidad para ella es solo una . Hablar de realidad virtual , de ilusiones de luz o de ficción imaginativa es únicamente una forma de expresar adjetivando la única realidad .
Ella transmite lo que ve , lo que siente y lo que vive .
Lo hace de una forma bellísima , innovadora y genial .
Comunica con talento para todo aquel que tenga suficiente sensibilidad como para ” saber leer ” y es mi percepción que en ese grupo somos muchos , porque Inma Femenia con su obra habla muy fuerte y con claridad .