Fichados

Gemma Alpuente

Gemma AlpuenteGemma AlpuenteNOMBRE: Gemma

APELLIDOS: Alpuente

LUGAR DE NACIMIENTO: Algemesí, Valencia

FECHA DE NACIMIENTO: 1993

PROFESIÓN: Artista

 

 

 

 

 

La Sala de Arte El Brocense de Cáceres nos dio la oportunidad de conocer, el verano pasado, a Gemma Alpuente: la muestra “Paisajes abstractos de un paraíso que sólo imaginé”, comisariada por ella misma, contaba con trabajos a medio camino entre lo pictórico y lo instalativo en los que se valía de materiales como el microcemento, las resinas, el metacrilato, la impresión 3D o el neón para acentuar el potencial del gesto y el color. Como esta autora apuntaba, eran fruto del instante en que una inercia se detiene: Las manchas de color que se desprenderían, no lo hacen; el líquido en lugar de evaporarse, queda solidificado.

Graduada en Bellas Artes y en Conservación y Restauración de bienes culturales por la Universitat Politècnica de Valencia, Alpuente cuenta también con un máster en educación, con especialidad artística, por la Universitat de València. Otras exposiciones individuales las ha presentado en el Centro de arte contemporáneo ESART de Algemesí, las galerías Shiras y Cuatro de Valencia, el Centro Caleidoscopio de Móstoles, la Casa de Cultura de Puçol, la Universidad de Murcia, la Sala de exposiciones de Carcaixent y, actualmente, en el Taller Ivars de Benissa, en Alicante (hasta el 3 de noviembre).

Asimismo, ha obtenido Gemma el premio de pintura en el certamen de artes plásticas de la Universidad de Murcia (2022) y pudimos encontrar su trabajo en la última edición de ART MADRID, en el stand de la Galería Canal.

Se suma a nuestros fichados esta semana porque queremos saber más del origen de esos paisajes abstractos y de sus recursos para introducir en ellos movimiento y cuerpo; también del deseo de expansión que proyecta en sus pinturas y de lo que éstas tienen de huellas de ese tiempo detenido.

Gemma Alpuente. Ensamblaje de una nueva realidad
Gemma Alpuente. Ensamblaje de una nueva realidad
Gemma Puente. Equilibrio cósmico. Mirada interna
Gemma Puente. Equilibrio cósmico. Mirada interna

Nos cuenta Alpuente que empezó a exponer hace algo más de una década, pero que su dedicación con propósito al arte llegó tras sus estudios, con la asunción de riesgos: En 2014, durante mi etapa académica, comencé a exponer mi trabajo, si bien es cierto que, por aquel entonces, a pesar de que esas exposiciones ya predecían por dónde iría el camino que después he desarrollado, yo no las percibía como tal. Sentía ciertos impulsos, pero sin una base conceptual que asentase mis conocimientos y me permitiera reconocer que estaba en el camino correcto.

Fui dando tumbos, intentando descubrir qué me llenaba dentro del mundo del arte, si servía realmente para ello o no; pero también, durante esa época, traté de armarme de valor para elegir de forma plena y consciente que quería embarcarme en esta vida de forma profesional y laboral, con todas sus consecuencias.

Para mí supuso una elección firme en 2020, cuando me di de alta de autónoma, y desde entonces lo he sido de forma ininterrumpida. Comencé a trabajar como artista porque sentía dentro de mí que era lo que debía hacer si quería alcanzar la plenitud y estar alineada con mi pasión. Desde pequeña lo decía, “de mayor quiero dedicarme al arte”, sin saber muy bien qué implicaba hacerlo; poco a poco lo he ido descubriendo. La verdad es que nadie te cuenta los entresijos, las dificultades ni lo emocionante que es, hasta que estás dentro y lo descubres tú misma. Al menos así lo he vivido yo, y muchos artistas que conozco, que no hemos tenido la suerte de tener referentes directos en nuestro círculo.

En el estudio de Gemma Alpuente
En el estudio de Gemma Alpuente
Gemma Alpuente. XXII Premio de Pintura Artes Plásticas Universidad de Murcia
Gemma Alpuente. Emociones tangibles, un diálogo visual. Universidad de Murcia
Gemma Alpuente. Fluid nature
Gemma Alpuente. Fluid nature

Las creaciones de Gemma tienen que ver con procesos introspectivos en origen y muy matéricos en sus desarrollos; concede, de hecho, mucha importancia a esos caminos que desembocan en la obra “final” (veréis la razón de esas comillas). Nos habla de la capacidad expresiva del color, de movimiento y de fluidez: Me interesan varios temas que pertenecen a mundos o disciplinas totalmente distintas, pero encajan muy bien visualmente. Por un lado, más vinculado a lo espiritual, le doy mucha importancia a la intuición, la conexión trascendental con nuestro “yo” no matérico. Para mí, trabajar es una especie de meditación que me conecta con algo más grande. Me dejo guiar por mi parte no racional, sobre todo en las primeras fases de creación (aunque depende también de la pieza), y ésta última toma el relevo momentáneo cuando busco la forma de hacer realidad aquello que tengo en mente.

Sigue siendo así, pero sobre todo al principio, la fe en mi instinto jugaba un papel crucial para no cuestionarme si tenía sentido el tipo de obra que quería construir, ya que era consciente de que no era especialmente canónica. Pero no me importaba, no buscaba encajar, ni yo ni mi trabajo, simplemente ser honesta con lo que sentía que necesitaba crear. Y con el tiempo, poco a poco ha ido encontrando o haciéndose un sitio. Y eso me hace tremendamente feliz.

Por otro lado, está el aspecto más procesual. Me interesa mucho que el proceso se vea reflejado en la obra, y de hecho el resultado, para mí, no deja de ser un estado de ese proceso cuya materia en movimiento se ha detenido en un punto exacto. Ahí entran en juego las resinas, las reacciones químicas y los volúmenes. Todo esto nos llevará, de nuevo, a un aspecto emocional o conceptual que cierra el ciclo de las obras. Es muy importante para mí recalcar mi proceso, y los materiales que dan vida a mis piezas. La mayoría de las personas, entendidas del arte o ajenas, se confunden. No los culpo, aunque me chirríe siempre que, a pesar de explicarlo, persiste la ignorancia con respecto a la naturaleza de los materiales que utilizo; puesto que entenderlo es clave para comprender mi trabajo.

Me interesa mucho que el proceso se vea reflejado en la obra, y de hecho el resultado, para mí, no deja de ser un estado de ese proceso cuya materia en movimiento se ha detenido en un punto exacto.

Gemma Alpuente trabajando
Gemma Alpuente trabajando
Gemma Alpuente. Ventana a un sueño
Gemma Alpuente. Ventana a un sueño

Me interesa el color, su fuerza y su capacidad para transmitir únicamente por sus longitudes de onda. Y dentro de su manifestación, la pintura como materia, en todos sus estados y niveles de fluidez. A veces me atrapa su sutileza, sus degradados, o su huella producida por las aguadas; otras veces, necesito su parte más matérica, su presencia en el espacio, su consistencia. Eso me invita a elevarla de rango, a despojarla de la necesidad del soporte y, para conseguirlo, la mezclo con resinas de distinta naturaleza. Dicho de otro modo, me interesa cómo el fluido se expande, ya sea diluyéndola con un medio acuoso o de origen resinoso. Al mezclar la pintura con ciertos aditivos y resinas específicas, lo que consigo es transformar la naturaleza matérica del fluido pictórico y que sus propiedades físicas muten. Esto quiere decir que la pintura reacciona con otro fluido y se produce una reacción química que triplica su tamaño, modifica su consistencia y cambia su estética.

En ese proceso de transformación, que dura apenas unos segundos (a no ser que aplique retardantes), se presencia un movimiento expansivo, que sólo se puede detener cuando los compuestos químicos terminan la reacción exotérmica y desprenden todo el calor que ha provocado la aceleración de sus partículas. Es un movimiento que puedo guiar, puedo predecir, pero no puedo dominar ni controlar: ahí vuelve a entrar en juego la fe en el proceso, la intuición y el ceder el relevo a que la propia obra (entendiéndose como los materiales o procesos) también se manifieste. Ese movimiento se detiene, en un punto exacto, en cuestión de segundos. Podría seguir expandiéndose o derramándose. Deja de hacerlo, y es por ello por lo que la obra no finge un movimiento, presenta un estado real de una transformación. Nos muestra una sucesión de fotogramas temporales de movimientos pictóricos. Se nos presenta como el testigo o una metáfora real de la posibilidad de detener el tiempo y congelar el movimiento de la materia.

Así pues, esto me lleva a profundizar en mi interés por cambiar las leyes naturales que rigen el universo que habitamos, a cuestionarme todo aquello que siempre he dado por supuesto y a pensar que existen otros universos con otras leyes. Quizás mi trabajo sea un reflejo de esta posibilidad, un destello lúcido y poético visualmente sobre la idea de que nada es ni tiene por qué ser como parece, como se espera o como debería ser.

La obra no finge un movimiento, presenta un estado real de una transformación.

Gemma Alpuente. Quantum
Gemma Alpuente. Quantum
Gemma Alpuente. Free fluids
Gemma Alpuente. Free fluids

Ese tiempo detenido y ese despliegue de intuición en sus composiciones encuentran su mejor plasmación en formatos generosos: Suelo trabajar grandes formatos, porque siento que conecto más con la pieza. Al sentirme más pequeña que ella me permiten más libertad de movimiento, más gestualidad, más posibilidades. Los formatos pequeños me exigen más concentración, que entre en juego antes la parte racional y no tanto la emocional.

Entre sus referentes cita a artistas que también han trabajado con formas libres, orgánicas y, en algún momento, juguetonas: Nunca he trabajado partiendo de influencias claramente definidas; más bien, las he ido descubriendo al sentir conexión, desde distintas perspectivas, con lo que estaba experimentando en cada momento. Por eso las percibo como referentes análogos, no como una necesidad de adscribirme a un movimiento concreto. Supongo que, consciente o inconscientemente, bebo de muchos de ellos.

Si tuviera que señalar tendencias que me atraen especialmente, diría que siento predilección por la abstracción postpictórica, el expresionismo, el dadaísmo y el constructivismo. Entre los autores que más resuenan conmigo están Lynda Benglis, Jackson Pollock y Helen Frankenthaler.

Gemma Alpuente. Serie Respirar durante
Gemma Alpuente. Serie Respirar durante
Gemma Alpuente. Serie Respirar durante
Gemma Alpuente. Serie Respirar durante

Valora especialmente Gemma las exposiciones que ha presentado en los últimos años, en Valencia y Madrid: Destacaría la exposición individual que realicé en 2023 en Galería Cuatro, puesto que formó parte de Abierto Valencia y obtuvo el premio Alhambra a la mejor exposición. Fue una muestra muy bonita que preparé pensando especialmente en la interacción con el espectador. Me interesa mucho que mis exhibiciones se perciban como un lugar enriquecedor o una experiencia significativa o inspiradora para cualquier tipo de persona.

En lo que respecta a colectivas, destacaría dos proyectos que este año han significado mucho para mí a nivel personal y profesional. Por una parte, el pasado Art Madrid en la Galería de Cristal del Palacio Cibeles, representando junto con otros artistas (Ines Jim, Víctor Manzanal, Conrado López, César Goce y Cristian Blancher) a Canal Gallery. También la pasada exposición en la Fundación Chirivella Soriano, titulada “Después de la Dana. Poéticas de la resiliencia”, una colectiva junto con Juan Olivares, Rubén Tortosa, Regina Quesada y Hugo Martínez-Tormo, comisariada por Rafael Tejedor.

En Valencia y en Alicante podemos, también, encontrar su trabajo: Actualmente tengo una exposición individual en un espacio institucional maravilloso, el Centre d’Art Contemporani Taller d’Ivars, en la localidad de Benissa (Alicante), hasta el día 31 de octubre. Es un edificio rehabilitado, de dos plantas abiertas, que albergaba una antigua fábrica de muebles.

También podéis ver una muestra colectiva de carácter documental de la que formo parte en el Centre del Carme, organizada con la colaboración del Consorcio de Museos, que se inauguró este pasado viernes 17 de octubre y estará hasta enero de 2026. Se titula “La huella de la DANA en la práctica artística”.

Y en el ámbito académico, una exposición itinerante entre las sedes de la UPV, titulada “Danada, diseñando la adaptación, experiencias para un futuro resiliente”, organizada por Salva Mascarell en colaboración con el Programa GLOCAL 2025 de la Universidad Politécnica de Valencia, la Fundación Mainel y The Human-Tech Nexus (Erasmus+).

Sus próximos pasos podremos seguirlos aquí: https://www.gemalpu.com/

Gemma Alpuente. Un jardín con leyes propias. Taller Ivars, Benissa
Gemma Alpuente. Un jardín con leyes propias. Taller Ivars, Benissa

 

Gemma Alpuente. Un jardín con leyes propias. Taller Ivars, Benissa
Gemma Alpuente. Un jardín con leyes propias. Taller Ivars, Benissa

 

Gemma Alpuente. Después de la Dana, poéticas de la resiliencia. Fundación Chirivella Soriano
Gemma Alpuente. Después de la Dana, poéticas de la resiliencia. Fundación Chirivella Soriano

 

Gemma Alpuente trabajando tras la DANA
Gemma Alpuente trabajando tras la DANA

 

Gemma Allpuente transformando obras irrecuperables tras la DANA
Gemma Alpuente transformando obras irrecuperables tras la DANA

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