NOMBRE: Gema
APELLIDOS: Polanco Asensi
LUGAR DE NACIMIENTO: Valencia
FECHA DE NACIMIENTO: 1992
PROFESIÓN: Artista
A nuestra última fichada la conocimos a principios de este año, cuando presentó en el espacio La Kursala de la Universidad de Cádiz “Como Dios manda”, un proyecto dedicado a las opresiones sociales, ahora sutiles, que continúan afectando a las mujeres en nuestros ámbitos cercanos; este mismo proyecto puede verse, desde el pasado 25 de junio, en Alalimón Galería (Barcelona).
Polanco es licenciada en Fotografía en el London College of Communication y ha cursado el Máster PhotoESPAÑA y el de Artes Visuales y Educación en la Universidad de Barcelona. Con anterioridad ha presentado muestras individuales en el Rueda Film Festival de Barcelona, la Antigua Escuela La Massana, el Centro Cívico Pati Llimona y la Sala El Águila de Madrid y también ha participado en colectivas en espacios como el Laundromat Art Space de Miami, la Tabacalera madrileña, Las Cigarreras de Alicante, Impact hub (Madrid), el Museo de la Universidad de Alicante, Madame Mim (Valencia), la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, el propio London College of Communication o la Urban Spree Gallery berlinesa. La hemos podido encontrar en citas como We are fair, el Festival de la Jeune Photographie Européenne de París, Circulation(s), PhotoRumania, PHotoESPAÑA, PHotoAlicante, Art Photo Barcelona, el Festival Panoramic de Granollers o el Miami New Media Festival; ha sido seleccionada en ING UnseeN Talent Award (2017) y recientemente ha obtenido el premio Swatchxyou (2019).
Cerraremos presentaciones contándoos que Polanco es además fundadora de Navaja Automatica, firma con la que autoedita libros y desarrolla otros proyectos culturales diversos. Esta semana se suma a esta sección porque nos interesa su concepción de las imágenes como camino para descubrir y entender el mundo, intuición por medio; en su statement explica Gema que son las puertas por la que adquiero conocimientos, me educo, evoluciono y por tanto trasciendo. El querer compartir esta experiencia es lo que hace que quiera mostrar mi trabajo. Les concede poder, no solo como herramienta comunicativa, sino también a la hora de obrar transformaciones personales y colectivas y de apuntar a lo que aguarda, o se vela, más allá de lo evidente, de la superficie. Lo visible es, en la obra de esta autora valenciana y en su concepción de la fotografía (quizá el medio en el que más ha trabajado) una capa a trascender.
Nos cuenta que sus inicios en el arte tienen mucho que ver con la intuición y con la propia experiencia; la creatividad ha formado parte de su día a día desde la infancia: He sido muy performer desde pequeña con mi familia y en mi intimidad. Me recuerdo de adolescente haciendo diarios, autorretratos y collage. Además, tuve la suerte de ir a un colegio bastante hippie en el que, con quince años, ya podías elegir asignaturas, e intenté elegir todo lo relacionado con el arte y de ahí hasta ahora. Hice bachiller artístico y luego ya me marché a Londres, donde cursé un “foundation course” en la University of the Arts, y ya me quede allí a hacer la carrera de fotografía en el London College of Communication.
Más tarde, al empezar a trabajar con mi familia seriamente y sentirme atraída por descubrirme a mí y a las personas que me habían criado y entenderlas, volví a España, hice el Máster de PhotoESPAÑA en Madrid y luego el de Artes visuales y Educación en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona.
Llegué al arte intuitivamente muy desde pequeña y ha crecido conmigo. Quizá porque sentía que no encajaba y busque respuestas ahí. Hoy vida y obra son prácticamente lo mismo para mí. Mi trabajo es 100% autobiográfico, siempre lo ha sido, hasta cuando no sabía lo que significaba esto ni lo que estaba haciendo.
Como habréis adivinado ya, a Gema le interesa lo menos obvio y raramente perceptible de nuestro entorno, la situación de la mujer, aquello que requiere de denuncia o visibilización; emociones y vivencias tan individuales como universales que parten de su experiencia o de la observación: Trabajo con las herencias psicológicas y las formas de cuidar que heredamos las mujeres de la sociedad y que nos transmitimos entre nosotras sin ser conscientes muchas veces, porque son silenciosas, difíciles de ver y van fuertemente ligadas a lo establecido y a nuestra historia. Un burka transparente o psicológico que nos oprime y hace sentir culpables. Siempre parto de mis propias experiencias, de mis traumas, descubrimientos y aprendizajes.
Creo fuertemente en lo autobiográfico como forma de resistencia a lo establecido y como forma de crear nuevas realidades, mundos e imaginarios para querer ser quienes queremos ser e ir poco a poco sanando.
Polanco es, de hecho, la primera de nuestras fichadas en citar a sus propios familiares como referentes en su trabajo: Mis principales influencias son mi madre, mi abuela, mi abuelo y los lugares de donde vengo. También mis amigas y los relatos que nos contamos entre nosotras para hacernos sentir fuertes y fieles a nosotras mismas.
En cuanto a mujeres artistas que no conozco en persona… me inspiran todas aquellas que corren con lobos buscando y luchando por un mundo mejor.
Decíamos que la fotografía es su medio fundamental de trabajo, pero Polanco también es autora de collages, vídeos, pinturas e instalaciones… incluso fanzines y textiles. Sus instantáneas son fruto de procesos creativos más lentos y minuciosos, mientras que collages y vídeos nacen en su caso de la experimentación y el deseo de libertad: No creo en las categorías ni me gusta encasillarme. Las personas vamos cambiando y lo que nos rodea también, por lo que ceñirme a una técnica o formato me quitaría libertad.
Sí que es verdad que, para mí, la superficie o lo primero que observas cuando miras una pieza, esa parte estética, es importante, porque es lo que te obliga a asomarte, a querer ver, para más tarde descubrir la existencia de algo en muchas ocasiones más profundo, a veces sutil pero fundamental para entender el mundo, para trascender, ya sean pequeños detalles o matices que, de alguna manera, se acercan a cuestiones fundamentales de la conducta humana.
Hasta ahora lo que más he mostrado han sido proyectos en los que trabajo con la fotografía, el vídeo, la instalación y bordados pero también dibujo, hago fanzines y ropa, entre muchas cosas.
A la hora de citar los principales proyectos en los que hasta ahora ha trabajado, Gema comienza citando el que actualmente podemos conocer en Barcelona, Como Dios manda (2017), relativo a las relaciones de poder (y sumisión o semisumisión) subyacentes en la esfera cotidiana: Como Dios manda surge de mi experiencia personal, de algo que he vivido y veo constantemente.
Surge de mi indignación de ver cada día que algo tan silenciado y de lo que nadie habla sigue afectándonos a diario. Con este proyecto quiero romper con el tabú y dar luz a una situación en la que se intercalan cuestiones de clase, género y raza. Partiendo como ejemplo de una familia, con mujeres españolas de clase media alta, y de las situaciones opresivas a las que se ven expuestas para la reproducción de un sistema de élite (…) El arte tiene la gran característica de mostrar cosas que normalmente permanecen en silencio, que están ocultas y que producen vergüenza, y esto se ve claramente en este proyecto.
Como objeto de estudio parto de las relaciones de opresión y poder que se producen entre mujeres dentro de un mismo ámbito familiar, del papel de la mujer como reproductora, víctima y cómplice de un sistema opresivo y de las tácticas y herramientas empleadas para este, explorando no las agresivas formas de opresión que todos conocemos sino las más sutiles, y cómo estas te moldean a través del cariño, los consejos, el cuidado o el chantaje emocional del “qué dirán”, “es por tu bien”, “hacerlo como Dios manda” etc.
Ese mismo año llevó a cabo el vídeo El cuidado, temáticamente muy relacionado con Como Dios manda: En la pieza se ve cómo, generación tras generación, las mujeres se peinan y se atusan el pelo, un ejemplo de cómo el cuidado y el cariño moldea y prepara a los descendientes. En ese rato en el que te tienen en sus manos, sus microdiscursos van directos a tu subconsciente, dándote la forma y apariencia que encaja mejor con el contexto y la situación. El vídeo que aquí presento es sin audio para dar énfasis al hermetismo de la sociedad retratada.
El año pasado trabajó Polanco en otro vídeo, Matar las horas como hace mi madre, que también tiene mucho de estudio de las obligaciones asumidas por las mujeres y de sus vías de escape. Como casi siempre, encontró muy cerquita su fuente de inspiración: Cuando la casa duerme, mi madre, después de recoger la cocina, se retira a un espacio de la casa donde pueda estar tranquila o sola. Yo, queriendo estar con ella, siempre me iba detrás y me quedaba sigilosamente a su lado observando todos sus movimientos. Pronto entendí que aquellos rituales de belleza para muchas mujeres se han convertido en refugios donde desconectar, descansar y pensar. Empecé a acompañarla silenciosamente y casi sin darme cuenta comencé a copiarla, convirtiéndose en un ritual y en un momento de unión entre nosotras.
Aquí doy cuenta de que los mismos sitios donde la sociedad ha encasillado a las mujeres se han convertido para muchas en fugas de lo cotidiano.
En Señoras Funkies, proyecto también de 2019, intervino fotografías como camino para reinterpretar el pasado: Intervenir fotografías es algo que he hecho desde pequeña sin saber muy bien por qué. Hoy me doy cuenta de que crear mi imaginario y mis referentes y darle nuevos significados al pasado ha sido vital para mí y es lo que intuitivamente hago cuando intervengo fotografías u objetos encontrados.
El pasado, las memorias de infancia, el peso de la religión… también forman parte de otro vídeo, La mesa (2019): Intento incorporarme a la oración a trompicones pero no lo consigo. Me veo envuelta en ella pero me doy cuenta que no es mi discurso y de alguna forma exitosa he puesto un pie fuera. Me quedan cicatrices emocionales pero ya no me duele y ni la culpabilidad me acecha tanto como antes.
Y, por último, nos habla Gema de un proyecto muy suyo al que nos referíamos al principio, Navaja Automática: Navaja Automática es una editorial de libros y artefactos culturales muy especiales, hechos a mano y de edición muy limitada. Es una extensión de fuerza que te permite moverte protegida por las zonas más oscuras, atravesar las fronteras entre lo aburridamente normal y lo indómito, que te explica la calle para que no tropieces.
Navaja Automatica no sólo es una editorial de libros, también hacemos artefactos culturales para protegerte y luchar contra lo establecido, sin miedo, sin censuras, con mucho coraje y asumiendo mucho riesgo.
Nos cuenta también Polanco en qué trabaja acualmente y dónde encontrarla: Ahora, entre muchas cosas, estoy con la serie Una cicatriz es más fuerte que la piel. Estoy bordando con la máquina de coser telas con pensamientos y conversaciones con mis amigas y mujeres a las que admiro. Mujeres guerreras, sensibles y vulnerables que se revisan y cuestionan su papel como mujer y artista en la sociedad. No aceptando el papel que esta nos da.
Además, estoy acabando la pieza vídeo blue girl, que muestra un alter ego que creo que no tiene miedos ni culpas y se es fiel a sí misma, y poniendo orden a un proyecto en que hablo de las herencias y memorias que llevan algunos objetos de mi familia.
Actualmente acabo de sacar mi fotolibro Como Dios manda, en el que he trabajado de la mano con Gonzalo Golpe, La troupe, La Kursala y Marina Meyer. Ya os hemos contado que actualmente expone en Barcelona, en Alalimón; después de navidades la veremos asimismo en Madrid, en una colectiva comisariada por Pia Ogea en Conde Duque.
Sabed más del trabajo de Gema, aquí: www.gemapolancoasensi.com
