Entrevistas

Entrevista a Joan Feliu e Ignacio Tomás, directores de MARTE

Hoy, 14 de noviembre, comienza MARTE, Feria de Arte Contemporáneo de Castellón, que llega a su sexta edición con el espectador como protagonista y muy enfocada a la iniciación al coleccionismo. Esta es además una edición de transición, que avanza cambios importantes para 2020, como la designación de un comisario único para toda la feria, dando así un giro a la propuesta original. Lo que no varía es su propósito de plantear en Castellón la posibilidad de acceder a una muestra de arte contemporáneo de calidad y que los que lo hacen puedan vivir de ello.

La feria ha ido evolucionando favorablemente desde aquella primera edición más centrada en videoarte en parte porque contaba con muy poco presupuesto y los costes de transporte de esas obras eran mucho menores—, que obtuvo resultados desiguales pero que demostró que había interés por parte del público, sembrándose una semilla que había que hacer crecer. El segundo año pudimos ver un giro hacia lo social y la acción performativa, en la que lo que fallaba era el mercado. Eso propició el cambio hacia un planteamiento de proyectos comisariados, que es el que en años sucesivos se ha ido repitiendo y perfilando, hasta llegar al momento actual.

Joan Feliú y Nacho Tomás, directores de MARTE. Feria de Arte Contemporáneo de CastellónAprovechando la visita a Madrid de sus directores, Joan Feliu e Ignacio Tomás, para presentar MARTE 2019, hemos podido charlar con ellos sobre la feria y sobre el contexto en el que se desarrolla.

A punto de arrancar la sexta edición de MARTE, podemos hablar ya de una trayectoria que comienza a consolidarse. ¿Cuáles dirían que son los puntos fuertes de esta feria?

JOAN FELIU: El punto más fuerte de MARTE es haber conseguido el hacer caminar de manera paralela un proyecto expositivo de calidad con un discurso detrás y a la vez que sean artistas que encuentren una vía de comercialización de su obra. Eso se ha hecho manteniendo una feria que no tiene problema en ser una feria pequeña, de calidad, y adaptada al mercado que queremos alcanzar. El gran acierto de MARTE es el trabajo que se hace a lo largo de todo el año en la selección de las propuestas artísticas que queremos presentar, porque esta se hace pensando en esas dos cosas: en la comunicación que se va a establecer con el espectador y en qué artistas pueden resultar interesantes para un mercado de coleccionismo incipiente.

IGNACIO TOMÁS: Añadiría que uno de los puntos fuertes de la feria es esa condición de pequeño formato y lo amena que la hacemos. Todos los visitantes pueden disfrutar de una serie de actividades que hacen que la feria sea mucho más accesible. Procuramos que todos tengan tiempo fuera de lo que es la propia feria, para que, de manera más relajada, se puedan crear sinergias entre artistas, galeristas, críticos y coleccionistas. Los que vienen de fuera lo valoran mucho y los galeristas, por su parte, saben que es un mercado complicado y que hacemos un trabajo muy grande para que se produzcan ventas.

J. F.: También es importante que se valore la experiencia de haber estado en la feria. Las galerías quieren venir a MARTE por esa experiencia que artistas y galeristas viven y por establecer unas relaciones entre ellos que eran necesarias. MARTE no es una feria en la que se venda excesivamente pero no se pierde dinero, porque ya nos hemos encargado de hacer todo un trabajo previo.

 

En la web de la feria se hace una recomendación, un tanto rocambolesca, para visitar la feria. Sin necesidad de orbitar tanto, ¿es necesaria una actitud determinada para acudir a MARTE?

J. F.: Yo recomendaría venir con la mente muy abierta y a experimentar sensaciones. Sin ideas preconcebidas y con la predisposición a cuestionarse cualquier cosa que le sugiera la obra de arte. A los visitantes, yo les pediría que vengan, que miren las obras, las sientan y busquen dos, tres, cuatro o cinco obras que les hagan sentir una serie de reacciones que les confirmen que están vivos.

I. T.: Yo diría que vengan sin miedo. Es una feria accesible para todo el público, con unos rangos de precios muy amplios. La gente puede disfrutar visitando la feria y adquiriendo alguna obra de la que luego van a poder seguir disfrutando en sus casas.

 

Recomendaría venir con la mente muy abierta y a experimentar sensaciones. Sin ideas preconcebidas y con la predisposición a cuestionarse cualquier cosa que le sugiera la obra de arte (Joan Feliu)

 

Uno de los objetivos de MARTE desde su creación ha sido la normalización del mercado del arte. ¿Creen que lo han conseguido?

J. F.: Muchas veces, la gente piensa en un tipo de coleccionista especulativo, que los hay, es lícito y está bien, pero lo normal sería que si nosotros un año decidimos cambiar cosas dentro de nuestra casa para estar más a gusto en nuestra vida, que el año que no tocara cambiar el sofá, ni las cortinas, ni pintar el salón, que nos compráramos una obra de arte, porque seguramente esa obra nos va a hacer sentirnos más felices y orgullosos durante más tiempo que cualquier otro objeto. Eso supondría que una persona normal y corriente se comprara 10 ó 12 obras a lo largo de su vida, de la misma forma que va a cambiar 3 veces de coche, por ejemplo. Es decir, que fuera normal y que se entendiera que la calidad de vida te la proporciona también el arte. Y no es necesario ser coleccionista, solo hay que mirar por la propia felicidad.

 

Pero, volviendo a la pregunta ¿creen que lo han conseguido?

J. F.: No (risas), pero estamos en ello. Es un camino difícil que pasa por muchas cosas. Pasa por la educación, por que los museos se conviertan en centros educativos más que en contenedores de obras… Pasa por habituar a la gente a visitar galerías y exposiciones y pasa también por tener la responsabilidad de hacer y ofrecer unas programaciones que tengan la calidad suficiente. Lo que sucede en Castellón y en muchas poblaciones es que entran como arte contemporáneo cosas que tienen una calidad muy desigual y eso descorazona. Si a la gente le das cultura de calidad, la gente accede a ella. Si tú la banalizas mezclándola con otras cosas, que son interesantes pero que están más relacionadas con las manualidades o con otras cosas, estás perjudicando el propio derecho que tiene el ciudadano a acceder a esa cultura de calidad.

Nosotros solos no podemos conseguir esa normalización, pero sí creemos que, como feria, debemos hacer una política activa educativa en ese sentido y poner nuestro grano de arena. Estamos en ello.

I. T.: La gente necesita ver arte todo el año. En Castellón hay tejido de arte contemporáneo pero tampoco está muy desarrollado. Nosotros queremos trabajar en actividades que se desarrollen todo el año y que ese trabajo conduzca hasta MARTE. Que la gente llegue un poco más abierta y cultivada, al menos visualmente, para apreciar lo que está viendo y gracias a eso se pueda plantear esa incorporación del arte contemporáneo a la vida cotidiana.

Hace falta educar la mirada, pero tenemos que tener los pies en la tierra y la realidad es la que es.

 

¿Y cuál es esa realidad cultural de Castellón? Imagino que puede resultar muy frustrante querer llevar a cabo un proyecto como el suyo y encontrar obstáculos por el camino.

J. F.: Hasta ahora ha habido un interés progresivo en la feria por parte de las instituciones, conforme han ido viendo también la calidad del proyecto. Hay que tener en cuenta también el interés reputacional que significaba para la ciudad y para la provincia hacer una feria como MARTE. Castellón venía de ser una ciudad con una imagen reputacional terrible en los años más graves de la corrupción, que señalaban a Castellón como un ejemplo de hacer las cosas mal y había una necesidad política por parte de las instituciones de cambiar eso y empezar a hacer algo bien. Eso nos benefició en su momento. Hoy seguimos contando con ese apoyo pero siempre tenemos la duda de si el proyecto puede llegar a convertirse en un argumento político y por lo tanto acabar siendo vinculado a unas políticas determinadas, cuando no queremos eso. Queremos estar al margen de eso y es difícil de conseguir, sobre todo en un ambiente de permanente campaña electoral. Aparte de eso, el tejido está poco estructurado. Hay algunos elementos clave en la provincia, especialmente el EACC (Espai d’Art Contemporani de Castellón), con proyectos muy interesantes pero que tiene una financiación muy pequeña que solo le permite plantear tres o cuatro proyectos anuales, de gran interés y calidad, pero en el que, a mi modo de ver, quizás falte un poco de empuje, sobre todo en el aspecto didáctico. Por otro lado está el MACVAC (Museu d’Art Contemporani Vicente Aguilera Cerni de Vilafamés), museo veterano de arte contemporáneo en España, que cumple ahora cincuenta años, con una colección excepcional, muy vinculada a toda la labor de Aguilera Cerni, pero que continúa siendo un permanente descubrimiento para la gente porque no tiene ninguna visibilización. Falta una estructura que conecte los distintos espacios y también que las salas dejen de tener múltiples funciones. Sería mas adecuado destinar cada espacio a una función determinada, porque creo que en el arte contemporáneo es muy importante mantener una trayectoria en un espacio concreto y porque de esa manera educas visualmente. Si un espacio se usa para muchas cosas, comienzas a confundir lo que estás viendo y deja de tener sentido como espacio de arte contemporáneo. Haría falta un plan integral cultural de Castellón que defina la función de los espacios, con los espacios que hay, que podrían estar mucho mejor optimizados.

I. T.: Hablando del apoyo institucional, lo que necesita MARTE es que nos den un plazo de continuidad. Para crecer y acompañar el ritmo de crecimiento tendríamos que tener una garantía de continuidad al margen del posicionamiento político de los que estén en ese momento en la institución. Poder trabajar, por ejemplo, a tres años vista y poder gestionar las cosas de otra manera.

Por otro lado está el tejido privado: las galerías. En Castellón, tradicionalmente, ha habido muchas galerías de pintura costumbrista y muy pocas de arte contemporáneo. Contamos en este momento con dos, Coll Blanc y Cánem, que es muy poco. Habría que buscar la manera de que el arte contemporáneo esté más presente en el contexto de la provincia. Por eso educar es tan importante, ya que el arte contemporáneo requiere tiempo. Hay que habituar la mirada y aquí no se ha tenido esa oportunidad.

 

Para crecer y acompañar el ritmo de crecimiento tendríamos que tener una garantía de continuidad al margen del posicionamiento político de los que estén en ese momento en la institución (Joan Feliu)

 

Cada edición la feria cuenta con un lema. ¿De dónde surge la idea de hacer esto y qué pueden decirnos acerca de “Vive una experiencia marciana”, como lema de este año?

J. F.: La idea original era simplemente “Experimenta” y buscaba dar ese protagonismo al espectador, convertirlo en el verdadero protagonista o al menos en uno de los tres elementos necesarios para que se produzca el hecho artístico: que haya alguien que sienta algo.

Nosotros entendemos el arte contemporáneo como un lenguaje y al hacerlo entendemos que precisa del emisor, del medio y del receptor. Este es quien eleva a la distinta categoría de arte la obra por su propia experiencia vital. No es lo mismo ver una obra tras un desengaño amoroso que en un momento de euforia, no vas a sentir lo mismo y el valor que tiene una obra de arte es completamente mutable. Queríamos explicar a la gente que no pasa nada si no te gusta algo. Lo importante es que encuentres algo que te llegue y nosotros te vamos a ofrecer esa posibilidad. Y hacerlo con el convencimiento de dos cosas: por un lado, que no hay que llegar a consensos. No se trata de que nos guste más una cosa que otra sino de llegar a establecer una relación privada con la obra y que a ti esa obra te parezca magnífica por lo que te sugiere y al que tienes al lado a lo mejor le parece una chorrada y no pasa nada, está bien que sea así, es lo bonito. Por otro lado, el juego del arte contemporáneo, al establecer esa relación privada contigo, hace que esa relación vaya variando y cosas que ahora no te dicen nada a lo mejor dentro de un año sí, o al revés.

A diferencia de los grandes museos históricos, las exposiciones en los museos de arte contemporáneo hay que verlas muchas veces en la vida porque te sugieren cosas distintas según la etapa que estés pasando. Esta experiencia que proponemos al espectador era el leitmotiv, pero al final por temas de marketing y comunicación acabó convirtiéndose en “Vive una experiencia marciana” para jugar con el nombre de MARTE, que ha acabado consumiendo la filosofía original. En principio jugábamos con las palabras arte y mar, por el Mediterráneo y demás, luego cambiamos el orden de las palabras y salio MARTE pero ese primer significado entre mar y arte ha ido cambiando por la propia fuerza de la palabra. Pero es que, realmente, es una experiencia marciana el poder disfrutar de todas estas obras de arte en Castellón.

I. T.: Bueno, al principio MARTE daba lugar a una experiencia marciana porque era algo extraño dentro de Castellón, pero ahora la feria ha dejado de ser tan marciana y es cada vez más terrícola. Digamos que seguimos siendo marcianos pero con los pies en la tierra. Sí, estamos muy asentados en el planeta Tierra.

 

Daniel Fernández. La jaula
Daniel Fernández. La jaula

Apostamos por la calidad, por el currículum del artista, por la representación que tiene y por lo que pensamos que puede llegar a ser ese artista (Ignacio Tomás)

 

La feria se encuentra en un punto de inflexión. Hasta esta edición se ha contado con varios comisarios para seleccionar las propuestas de MARTE Curated, que en una feria convencional vendría a ser la sección principal. A partir del año que viene la idea es contar con un único comisario para toda la feria, que ayude a dar una unidad global al proyecto. De momento, este año, la selección ha estado a cargo del director artístico en solitario. ¿Cómo ha sido ese proceso?

I. T.: Este año la selección de los artistas se ha decidido junto a los galeristas. Ha estado bien tener solo una visión porque en mi opinión hay más cohesión y solidez en el proyecto. Creo que se podrá apreciar más una línea y un hilo conductor más claros. La selección ha tenido muy en cuenta nuestra pretensión de enfocar la feria a la iniciación en el coleccionismo. Se han traído proyectos de gran calidad y con precios para todos los públicos. La idea es que pueda venir alguien y comprarse, por ejemplo, una pieza de Daniel Fernández que puede estar entre los 200 y los 300 euros; una de Little, desde 100 euros, o un dibujo de Luis Pérez Calvo por 600 o 700 euros, por mencionar a algunos; que pueda ser ese granito que haga que una persona se decida a llevarse una obra de un artista original, que se mueve en el mercado. Queremos que se pierda el miedo. Existe el buen arte asequible y en MARTE lo tenemos. Apostamos por la calidad, por el currículum del artista, por la representación que tiene y por lo que pensamos que puede llegar a ser ese artista.

 

Amparo Sard es la artista invitada este año. ¿En qué consistirá su participación en la feria?

I. T.: Hace tiempo que teníamos la idea, nos apetecía muchísimo que Amparo fuera la artista invitada.

J. F.: Nos interesaba mucho la multidisciplinariedad de Amparo. En una feria en la que estábamos planteando ese abanico para experimentar nos interesaba que hubiera muchos formatos y soportes distintos, interpretaciones distintas. Amparo, desde el videoarte, la fotografía, la instalación o el papel, ofrecía una variedad de medios y técnicas fantásticas y con un hilo conductor que era una apelación muy directa a los sentimientos más puros, de ir a las sensaciones más básicas. En sus obras siempre va de un posicionamiento social, más general, a lo más privado, a que te afecte en una lectura muy privada de tu propia vida. Y eso nos parecía apasionante. Creímos que con la idea de experimentar era la artista que mejor podía encajar en este momento.

I. T.: Amparo vendrá con un proyecto formado por vídeo, escultura de pequeño formato y papel.

Por otro lado, nos gusta mantener el equilibrio entre artistas hombres y mujeres. El año pasado el artista invitado fue Enrique Marty y ahora queríamos que fuera una artista.

Amparo Sard. Salvavidas.
Amparo Sard. Salvavidas

Siguiendo por esta senda, Yolanda Domínguez y Verónica Ruth Frías han realizado en pasadas ediciones algunas acciones dentro de la feria para visibilizar el papel de la mujer dentro del arte. ¿Veremos algo parecido este año?

J. F.: Este año la acción participativa la hemos pensado como colofón (se refiere Feliu a la instalación de Josep Tornero, titulada La desaparición de las luciérnagas,  bajo el comisariado de Isabel Pérez) y estará más vinculada al espectador, pero no hemos querido dejar de lado la preocupación por mostrar un cambio histórico respecto a la visibilidad de la mujer en el arte. En esta ocasión estará más enfocado en otros ámbitos, como la exposición “ELLAS”, que se podrá ver en el MACVAC, y en MARTE Lab, con la participación de Marina Vargas y Eulalia Valldosera.

 

Una de las secciones diferenciadoras de MARTE con respecto a otras ferias es MARTE social. Háblennos un poco del propósito de esta sección.

J. F.: Desde la primera edición planteamos esa visión social que tiene que tener el arte contemporáneo, no solo como planteador de preguntas sino también como posibilitador de respuestas a las necesidades de la gente. Tenía que plantear caminos en los que te cuestionaras la establecido y propusiera soluciones para avanzar en una sociedad más digna e igualitaria.

Nos interesa mucho el arte contemporáneo que tiene esa propuesta de cambio social, quizás porque en Castellón hay una tradición, en parte debida al MACVAC y al realismo social, que era lo que inició y las teorías que defendía Aguilera Cerni en su día, el Equipo Crónica, el Equipo Realidad… Ha habido siempre un interés por darle esa funcionalidad al arte contemporáneo.

En las primeras ediciones fueron acciones independientes pero a partir de la tercera decidimos que debía tener un espacio propio y que iba a ser uno de los motivos distintivos de la feria, que no vamos a abandonar.

Afortunadamente, hemos contado con la colaboración del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, que coincide con esa línea, y podemos mantener este espacio en la feria, que a veces puede estar más vinculado a acciones participativas y otras a acciones más teóricas de debate o a acciones plásticas.

 

Retomando la idea del público como elemento central. ¿Habrá algún tipo de feedback para saber qué pasa finalmente con esa experiencia del espectador?

J. F.: Sí, lo seguiremos a través de las redes sociales y de varios cauces planificados, alguno de ellos vinculado a un medio local que va a hacer entrevistas y pedir opiniones para hacer una valoración. También lo hemos canalizado a través de la docencia. Va a haber tres asignaturas vinculadas a Historia del Arte y a Diseño, en la Universidad, en las que los alumnos tienen que pasar por MARTE para después explicar su experiencia. También habrá visitas con institutos de secundaria y de bachillerato artístico, que vendrán a la feria y con los que luego mantendremos un debate.

 

Mucha suerte en esta sexta edición de MARTE y que se alcancen sus objetivos. Por cierto, ¿qué afluencia de visitantes sería un buen dato para ustedes?

J. F.: Si el tiempo lo permite, estimamos que vendrán entre ocho y diez mil visitantes. El año pasado la gota fría limitó un poco las visitas y no se alcanzaron las previsiones debido a que gran número de nuestros visitantes viajan desde Valencia, Alicante y Barcelona y en aquella ocasión no pudieron venir. Pero digamos que 8 000 visitantes ya sería un buen resultado.

 

Gracias por su tiempo. Desde aquí animamos a todos los que nos leen, y puedan hacerlo, a darse una vuelta por MARTE.

J. F.: Gracias.

I. T.: Muchas gracias.

 

MARTE, FERIA DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE CASTELLÓN

Auditorio y Palacio de Congresos de Castellón

Avinguda de la Mare de Déu del Lledó, 50

Castellón de la Plana

Del 14 al 17 de noviembre de 2019

 

Galería Herrero de Tejada, Madrid. 7 de noviembre de 2019

 

 

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