NOMBRE: Emmanuela
APELLIDOS: Soria Ruiz
LUGAR DE NACIMIENTO: Granada
FECHA DE NACIMIENTO: 1992
PROFESIÓN: Artista
La feria Artesantander y F2 Galería nos dieron la oportunidad de conocer, el verano pasado, a nuestra fichada esta semana: Emmanuela Soria Ruiz. En esta cita, estructurada en Solo Projects desde hace diez años, pudimos ver en el espacio de esa sala madrileña una instalación de dibujos y esculturas que llevaba por título Running Water; las piezas tridimensionales estaban realizadas en seda estampada y acero y el proyecto en su conjunto tenía que ver con una investigación de esta artista en torno a la Metamorfosis de Ovidio, relato en el que las ninfas se transforman en objetos o elementos naturales para eludir una agresión sexual: le interesaba a Soria proponer una lectura feminista y posthumanista de aquellos mitos.
En concreto, se centraba aquella propuesta en el de Aretusa, narración en la que esa náyade huye de Alfeo y en su escapada se convierte en agua corriente: las formas de las esculturas remitían a fuentes de las que brotan líneas de esta historia, narrada por Ovidio en primera persona y, evocando a la protagonista alejándose, las telas sugerían dinamismo, a través de sus pliegues.
Soria, que vive y trabaja en Philadelphia, se graduó en Bellas Artes en la Cooper Union for the Advancement of Science and Art de Nueva York, ha obtenido un Máster en artes multisdisciplinares en la Universidad de Pennsylvania y ha presentado otros proyectos individuales o a dúo en la propia Cooper Union (donde ha expuesto sola y junto a Clay Dresser), el Palacio de los Condes de Gabia granadino, el Instituto Cervantes de Marrakech (con Pedram Sazesh), el Oregon Contemporary Art Center y la Fuller Rosen Gallery de Portland. Su participación en propuestas colectivas le ha llevado a la Charles Addams Gallery, la Arthur Ross Gallery, el Lightbox Film Center, Pilot Projects, Cherry St. Pier, la Automat Gallery, el Icebox Project Space, la Practice Gallery y la Vox Populi Gallery (todos ellos en Philadelphia), el Elisabeth Foundation Project Space de Nueva York, el alemán Kunstraum Lüneburg o Los Angeles Contemporary Archive. Asimismo, participó este año y el pasado en ARCOmadrid, también de la mano de F2, y ha desarrollado residencias en Albany, Roma, Philadelphia, New Lebanon, Chicago y San Sebastián, esta última en el marco de la escuela JAI en Tabakalera.
Se suma la artista a esta sección porque queremos saber más de la traslación a las diversas disciplinas con las que trabaja -vídeo y performance forman también parte de sus lenguajes- de sus inquietudes: la importancia de la subjetividad y el punto de vista, y las posibilidades de alterarlos, la doble condición del espectador como potencial objeto en un proyecto artístico y como observador del mismo o las lecturas diversas y fragmentarias que un mismo trauma o hecho ofrece; algunas de ellas, en su caso, tienen que ver con las genealogías feministas y sus postulados.
Conjuga su obra la narración y en ocasiones una vertiente activista, escapando en todo caso de lo unívoco: Mi trabajo abarca la escultura, la performance, el vídeo y la facilitación, empleando una metodología basada tanto en la investigación como en la intuición. A menudo empiezo examinando de cerca momentos narrativos que implican cambios bruscos de perspectiva, como la transición entre la víctima y el agresor o entre lo humano y lo no humano.
Mi obra se compromete con una conciencia y práctica feminista, transformando las experiencias de violencia de género en marcos para el activismo interseccional y entre especies. Me esfuerzo por contar historias y crear espacios que permitan la complejidad y a veces incluso la ilegibilidad en mi exploración de la violencia de género.
Sus fuentes de influencia son muy diversas, incluso en lo geográfico. Nos habla de nociones filosóficas sobre los roles del ser humano en relación con la naturaleza y el tratamiento jurídico que puede darse al medio ambiente, sobre artistas que hacen hincapié en los procesos y el trabajo conjunto más que en los resultados finales o sobre autores que prestaron atención a la pedagogía y los modos de involucrar al espectador: Mi trabajo se caracteriza por un diálogo dinámico con múltiples contextos y disciplinas, resonando entre el público de Estados Unidos, el sur de Europa y el norte de África. Se inspira en diversas referencias y prácticas, como los legados de la performance y la escultura feministas, los enfoques colaborativos y orientados al proceso, las investigaciones cinestésicas y participativas, así como las metodologías del teatro.
A través de mi trabajo, atravieso diversos contextos, lo que también se refleja en mi vida personal. Si bien tengo una base sólida en Estados Unidos, también hago esfuerzos conscientes por establecer vínculos profesionales en España, lo que me ha llevado a realizar exposiciones en ciudades como Tánger, Marrakech, Madrid y Santander.
Utilizo una lente teórica que refleja la urgencia y la contemporaneidad de mi trabajo. Me baso en los escritos de Joanne Barker, Rosi Braidotti y Françoise Vergès. Su obra fusiona el feminismo y la interconexión de toda la vida, cuestionando la idea de que los seres humanos ocupan una posición ontológica privilegiada. Podemos observar cómo este marco teórico se hace realidad, por ejemplo, con la concesión de personalidad jurídica a ríos de todo el mundo para asegurar su protección. Mi obra pretende abordar las ramificaciones prácticas de esta teoría. Me urge crear formas que lleven esta perspectiva al terreno de la escultura y la performance.
En mi compromiso con una práctica interdisciplinar, me identifico con la incansable exploración de formatos de Ree Morton. Su desprecio por la coherencia visual y la categorización me parece un soplo de aire fresco.
Mi obra escultórica está igualmente impregnada de teatralidad. Cuando fabrico objetos, los considero inmediatamente accesorios o soportes para una acción o interacción específica, ya sea dentro de un marco performativo o imaginando una interacción con un espectador. Doy prioridad a la tactilidad, el olor y el movimiento, como se evidencia en mi obra Ya los brazos le crecían, que incluía el aroma de hojas de laurel, niebla artificial y esculturas cinestésicas y sonoras. Mi trabajo impregna el formalismo de afecto, haciendo de la escultura una experiencia multisensorial.
Aunque empecé a trabajar con los medios más tradicionales de la escultura, el dibujo y el vídeo, también estoy en diálogo con artistas que hacen hincapié en el proceso y la colaboración. A través de talleres con autores como Ralph Lemon y Every Ocean Hughes, que se mueven con fluidez entre medios como la performance, la exposición, la coreografía y la música, he llegado a apreciar el inmenso potencial de los procesos creativos colectivos. Por ejemplo, durante un taller dirigido por Colin Self, todos los participantes tarareaban juntos, difuminando los límites entre nuestros cuerpos individuales y creando un poderoso sentido de comunidad a través del sonido. Espacios como estos me han proporcionado una comprensión visceral de cómo transformar la teoría en práctica.
Las prácticas pedagógicas son fundamentales para mi pensamiento artístico y determinan mi forma de acercarme al público y de relacionarme con él. Presto mucha atención a los procesos y condiciones que dan lugar a la creación y la participación. En este sentido, tengo una gran deuda con los artistas brasileños Helio Oiticica y Lygia Clark, cuyas obras formales implican momentos de participación. Realizadas bajo un clima político opresivo, los pequeños gestos transgresores que forman parte de sus obras -como mover una bisagra o limarse las uñas- proporcionaban una resonante sensación de posibilidad. Los elementos kinestésicos y táctiles también se han introducido en mi trabajo de facilitación como medio para aumentar la accesibilidad y la igualdad de las personas con las que me relaciono. A través de estas prácticas, he llegado a apreciar el potencial de los pequeños gestos poéticos como agentes concretos de formas utópicas de relación.
La ética de la participación se manifiesta en obras mías como Running Water (2022), una serie de esculturas con citas textuales que sólo pueden leerse a través de una interacción háptica y cercana, pasando los dedos por la tela. Del mismo modo, en The Longest Leg (2021), el espectador debe agacharse, mirar hacia arriba o moverse por debajo de varios elementos escultóricos, reproduciendo con su movimiento físico los constantes cambios de perspectiva entre víctima y victimario. En ambos casos, el espectador se ve obligado a moverse, rodear y reexaminar la obra para ver, comprender y sentir sus complejidades.
Mi trabajo abarca la escultura, la performance y el vídeo, empleando una metodología basada tanto en la investigación como en la intuición.
A la hora de hablarnos de sus proyectos fundamentales, se refiere Emmanuela primero a Ya los brazos le crecían, enlazado con el trabajo que expuso en Santander en su trasfondo temático; además de reconsiderar mitos clásicos desde enfoques feministas, reflexionaba sobre la posibilidad de la identificación humana con los objetos: En mi obra Ya los brazos le crecían, sigo examinando experiencias de violencia de género en relación con los mitos de La metamorfosis de Ovidio. En concreto, mi obra ahonda en el papel de las ninfas que se transforman en plantas y animales como medio de escapar de situaciones de agresión sexual. Aunque la pérdida de la forma humana puede verse como un indicador de subyugación, yo enfoco la transformación como un catalizador de la empatía interseccional radical. En lugar de trabajar para producir sujetos, mi objetivo es crear una obra desde la perspectiva de ser también un objeto. El juego en mi trabajo está en identificar formas que inviten al público a encarnar la perspectiva de los objetos a los que estamos “reducidos”. A través de obras performativas que integran elementos escultóricos, dibujo y escenografía, vuelvo a contar estos mitos clásicos de forma que enlacen con la lucha actual por la liberación feminista.
Mencionaba antes Soria The Longest Leg (2021), proyecto en el que hacía hincapié en esa posible doble condición del espectador como pieza y como observador: Es una instalación de escultura y vídeo que expone la compleja naturaleza de ser testigo del acoso sexual. Estas obras traducen las relaciones en constante cambio entre perpetrador, víctima y narrador en propuestas escultóricas. Al obligar a los espectadores a enfrentarse a los gestos, a veces violentos, necesarios para mirar la obra, mi lenguaje escultórico pretende hacer explícita la doble condición del espectador como voyeur y como objeto.
Y del mismo año data Especulaciones privadas, un proyecto performativo e instalativo de recorrido internacional (ha podido verse en Lüneburg, Portland y Los Ángeles) que recuerda el escaso y tardío reconocimiento de la irlandesa Eileen Gray: Especulaciones privadas examina este tipo de violencia dentro de un linaje histórico. La instalación y la performance se centran en la reproducción de un conocido biombo de la arquitecta Eileen Gray, junto con disfraces que hacen referencia a elementos de su archivo y biografía. Esta obra aborda el acoso que Gray sufrió por parte de su contemporáneo Le Corbusier. A pesar de sus logros como creadora, diseñadora e innovadora queer, su biografía se define en gran medida por su relación con los hombres. Desafiando esta supresión, mi instalación y performance se centran en el diseño de Gray como sujeto, testigo y participante en la formación de la subjetividad queer.
Para seguir los pasos de Emmanuela y conocer el resto de su producción, pasad por aquí: https://emmanuelasoriaruiz.com/