NOMBRE: Catara
APELLIDOS: Rego Abraira
LUGAR DE NACIMIENTO: Meira, Lugo
FECHA DE NACIMIENTO: 1996
PROFESIÓN: Artista
La pasada edición de PHotoESPAÑA nos dio la oportunidad de conocer a Catara Rego, que presentó en el Silo de Hortaleza Zona de sacrificio, el proyecto con el que el año anterior había obtenido el Premio Descubrimientos del festival. Estaba dedicado a áreas de Galicia en las que la explotación de los recursos naturales ha dejado su huella en formas diversas, desde las pasadas plantaciones de eucalipto a los recientes parques eólicos.
Ese mismo trabajo pudo verse después, este mismo año, en Torroella de Montgrí, en el marco del Festival Mirades, y antes Rego había participado en muestras colectivas en centros como Matadero Madrid, la Galería Metro de Santiago de Compostela, la Galería Solaina y O Vello Cárcer (Lugo) y el Auditorio de Galicia, en Santiago.
También la hemos encontrado en citas como JustMad Art Fair o FFoco VI Festival, y además de aquel Premio Descubrimientos PHE 2023 se hizo, en 2024, con el Fuego Books Grant de Art Photo Bcn.
Rego, graduada en Bellas Artes y Diseño y máster en Fotografía de autor y Gestión de proyectos por EFTI, se suma a nuestros fichados porque queremos saber más de sus aproximaciones al paisaje y de las transformaciones que en él causa la mano humana, así como de las relaciones que establece entre esa naturaleza y las nociones de identidad, pertenencia y memoria.
La fotografía no fue su primera inquietud artística, pero su atención por el arte es, nos cuenta, muy temprana y tiene que ver con su observación atenta de los entornos más próximos: Ya con tres años decía que de mayor quería ser pintora. Desde siempre he sentido ese impulso hacia el arte. Recuerdo perfectamente el momento en el que decidí que quería dedicarme a esto. Fue en mi primera exposición después de graduarme en Bellas Artes, al ver el impacto de lo que tenía que contar en la gente. Ver que lo que hacía podía tener un efecto fue lo que me llevó a seguir por ese camino.
Siempre parto de contextos que conozco de cerca. Para mí, el arte es una forma de observar y de posicionarme frente a las cosas que me preocupan: la transformación del territorio, la pérdida, la construcción de memoria. No se trata sólo de representar, sino de insistir en ciertos temas, de detenerse en lo que muchas veces pasa desapercibido o se da por hecho. Lo que hago no busca ofrecer respuestas, sino activar una relación más crítica con lo que nos rodea.
Para mí, el arte es una forma de observar y de posicionarme frente a las cosas que me preocupan: la transformación del territorio, la pérdida, la construcción de memoria.
Hemos anticipado ya algunos de sus intereses fundamentales; el terreno de Catara es el de la naturaleza condicionada por los efectos de la evolución y de la historia humana. Atiende a lo que en ella pervive y lo que en ella se pierde en razón de nuestros usos y abusos: En mi trabajo me centro en la relación entre territorio, identidad y memoria. Me interesa observar cómo el paisaje se ve afectado por distintos procesos —económicos, históricos, políticos— y cómo esos cambios influyen en la forma en que habitamos, recordamos o nos relacionamos con un lugar.
Suelo partir de Galicia, como territorio de origen, pero los intereses que me mueven se extienden a otros contextos donde el espacio también está atravesado por tensiones, silencios o heridas. Trabajo con lugares concretos que condensan historias de transformación o conflicto, donde lo visible convive con lo que ha sido borrado o desplazado. La memoria aparece no sólo como algo que se conserva, sino también como aquello que persiste a pesar del olvido. La identidad, en ese sentido, no es algo cerrado, sino una forma de estar vinculada al territorio, y de resistir ciertas formas de pérdida.
En lo técnico, como ya habéis adivinado, la foto es la base de su trabajo, aunque paulatinamente ha abierto sus prácticas hacia la imagen en movimiento y las instalaciones con el objetivo de extender los ecos de sus propuestas: Trabajo con fotografía, desde un enfoque documental y de registro. Me interesa observar el territorio, lo que permanece y lo que desaparece, y la fotografía es la herramienta que mejor me permite acercarme a eso.
A partir de esa base, el trabajo se abre a otros formatos que me permiten ampliar la experiencia de las imágenes. Hago piezas de vídeo y también instalaciones, donde las imágenes se relacionan con el espacio, el sonido o el texto. Últimamente estoy empezando a trabajar también con objetos y piezas tridimensionales, buscando otras formas de materializar las ideas que aparecen en el proceso fotográfico. No me interesa tanto cambiar de medio, sino estirar los límites de cómo se presenta y se percibe el trabajo.
Entre sus referentes cita Rego a fotógrafos recientes e internacionales cuyas líneas temáticas o formales tienen que ver con sus propios caminos. Ella misma nos explica muy bien las razones de sus filias: Entre mis principales influencias está Taryn Simon, por su lenguaje formal, preciso y contenido, y por cómo lo utiliza para construir relatos visuales que cuestionan estructuras de poder. Me interesa su forma de plantear temas complejos desde una estética muy controlada, donde cada elemento está pensado con rigor.
En el trabajo de Bleda y Rosa me atrae cómo entienden el paisaje como un lugar donde la historia persiste. Me resulta cercana su manera de situarse frente al territorio, dejando que lo que ocurrió resuene a través de la imagen sin necesidad de nombrarlo. Su forma de abordar lo histórico desde lo que queda, desde lo que no se dice; tiene mucho que ver con mi forma de mirar.
Bernd y Hilla Becher me interesan por cómo convirtieron la repetición en una forma de observar. Me atrae su manera de trabajar desde una lógica casi mecánica, donde el sistema no resta significado, sino que lo construye a través del conjunto.
De Laia Abril me interesa cómo combina una investigación rigurosa con una carga emocional que está presente en la forma, no en lo evidente. Hay una claridad en sus decisiones formales, donde cada elemento está al servicio del contenido sin sobrecargarlo. Todo en su trabajo mantiene un equilibrio muy medido entre estructura, emoción y control.
Lua Ribeira es una referencia por su forma de trabajar desde contextos concretos, implicándose en procesos largos y sostenidos en el tiempo. También por cómo lo simbólico aparece integrado en lo que retrata, formando parte del propio lenguaje con el que construye las imágenes.
Y Rosell Meseguer, por su manera de abordar el territorio desde una perspectiva ligada al control, la vigilancia y lo militar. Me atrae cómo trabaja con materiales de archivo, cartografías y restos físicos, y cómo esos elementos permiten leer el paisaje desde lo político y lo estratégico, sin convertirlo en una representación directa.
Dos son sus series fundamentales hasta ahora: Zona de sacrificio (2021-2025), de la que comenzábamos hablando, y Galizia (2019). Las desgrana: A partir del concepto de zona de sacrificio, el proyecto del mismo nombre muestra diferentes lugares en Galicia que han sido designados para la producción de recursos naturales, reflexionando sobre el impacto que esto ha tenido en el paisaje y los efectos del proceso de degradación de un territorio.
Las zonas de sacrificio son áreas geográficas, generalmente de alta concentración industrial o gran valor natural, destinadas a la explotación y obtención de algún tipo de recurso. Son lugares seleccionados para un fin económico, donde cuestiones medioambientales y sociales quedan supeditadas a los intereses de grandes empresas.
Este proyecto documenta la huella en el paisaje que la explotación del agua, la tierra y el viento ha dejado en Galicia. Asumiendo el paisaje como una forma de identidad territorial, embalses, minas, plantaciones de eucalipto y parques eólicos han modificado durante décadas un territorio en el que las cicatrices de estas prácticas son cada vez más patentes.
En cuanto a Galizia, se refiere a cómo entre 1939 y 1945, pese a la aparente neutralidad de la dictadura franquista en la Segunda Guerra Mundial, Galicia se convirtió en una carta fundamental en el juego bélico de los países implicados. Desde abastecedor de materias primas, sede de la red de espionaje, a escenario de enfrentamientos navales, el territorio gallego fue un campo de batalla más prestado a los intereses de la Alemania de Hitler. Un campo que ha quedado repleto de testimonios de este pasado de la Galicia de la posguerra.
De nuevo parte de PHotoESPAÑA, tenemos que buscar a Catara en la Sala Navel: El sábado 17 de mayo inauguré “Inventario de Geometría Continua” en la Sala Navel, en el OFF de PHotoEspaña.
Me gustaría también mencionar que formo parte de La Mosca Ediciones, un colectivo de fotografía junto a Alba Serra, Alba Ruiz, Cristóbal Ascencio, María Blázquez y Javier Talavera. En La Mosca entendemos nuestros fanzines como ejercicios creativos individuales, colectivos o colaborativos que nos permiten investigar y movilizar nuevos imaginarios y dinámicas de creación. De manera autogestionada publicamos ediciones pequeñas que nos permiten seguir trabajando con la imagen mientras se crean juegos, conversaciones y preguntas acerca de nuestro propio trabajo.
Seguid sus pasos, en la fotografía de paisaje y en el campo del fanzine, aquí: https://catararego.com/
