NOMBRE: Antonio
APELLIDOS: R. Montesinos
LUGAR DE NACIMIENTO: Ronda, Málaga
FECHA DE NACIMIENTO: 1979
PROFESIÓN: Artista
A Antonio R. Montesinos lo descubrimos allá por 2008, de la mano del CAAC de Sevilla, que en el otoño de aquel año presentó una muestra, “2nd modstyle”, dedicada a los jóvenes artistas andaluces que incluía su trabajo y que llamaba nuestra atención sobre cómo estos creadores actuales, más allá de sus diferencias, trabajaban en un marco común dominado por la multidisciplinariedad, el uso de las nuevas tecnologías y la reflexión sobre temas sociales.
Son rasgos también aplicables a la producción de este artista malagueño, seleccionado hace tres años en la XXIV edición de los Circuitos de Artes Plásticas de la Comunidad de Madrid. Aquel mismo año, si recordáis, pudimos ver también su trabajo en la Galería Valverde, coincidiendo con Jugada a 3 Bandas; ha expuesto también en Matadero y en la Galería Josedelafuente, y hace poquito, hasta el pasado junio, mostró en la Galería Isabel Hurley, que actualmente lo representa, su proyecto “Un ejercicio no intencional, un resultado inesperado”, una propuesta en la que profundizaba, desde postulados neomaterialistas, en la reutilización de objetos recuperados de la construcción.
Montesinos es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y Máster en Artes Digitales por la Universidad Pompeu Fabra y ha convertido en el eje de su trabajo el estudio de nuestra experiencia cotidiana y de los espacios en que se desarrolla, escenarios en los que conviven, según el artista, ficción y realidad, lo físico y (cada vez más) lo digital, la naturaleza y el universo urbano. Se sirve en ese propósito de medios diversos: el dibujo, la fotografía, la instalación, los medios digitales, los objetos encontrados… y también de maquetas, diagramas, archivos, encuestas, infografías, cartografías y otros procedimientos heredados de ámbitos como la sociología, la antropología o el diseño de la información. Entre su abanico de propuestas encontramos también otras de carácter aún más puramente experimental: Mi interés por cierto posicionamiento amateur me lleva a utilizar frecuentemente materiales pobres, tecnología Low-Fi y procedimientos “DIY”. Por otro lado, desde hace algunos años, vengo trabajando también con metodologías cercanas a la docencia, que incorporo a mi trabajo para crear conclusiones de forma colectiva por medio de seminarios o workshops.
Los inicios y porqués de su trayectoria artística nacen de una fascinación temprana por el hecho artístico y por quién está detrás: Siempre comento que hubo un día, siendo muy pequeño, en el que me di cuenta de que gran parte de lo que me rodeaba -los cómics, los dibujos animados, los juegos o los libros que leía- los habían creado otras personas. El hecho de crear objetos, textos o imágenes nuevas siempre me ha parecido fascinante. La creación audiovisual y plástica contemporánea consiste en tener muy en cuenta ese hecho creativo, no sólo desde el punto de vista estético, sino desde lo ético y lo político. Mi trabajo en arte tiene mucho que ver con analizar cuándo, cómo y quién produce objetos, espacios, contenidos o experiencias nuevas y cómo estas se relacionan con los que consideramos como lo real.
Al igual que le interesa el contexto en el que las obras de arte pueden surgir, le interesa también, como decíamos, aquel que cada día nos rodea hasta formar parte de nosotros: Mi trabajo en general pretende estudiar la posición de los sujetos en relación con sus contextos inmediatos: la ciudad, el territorio o el paisaje. Intento pensar como se construyen los contextos en los que se desarrolla nuestra vida cotidiana y analizar la tensión entre las estructuras de ordenación de nuestro entorno frente a la capacidad de acción real que tenemos sobre el mismo. La mayoría de las propuestas parten de un posicionamiento que colocan al ciudadano como sujeto empoderado, con agencia para pensar y modificar sus contextos inmediatos: la ciudad, el territorio o el paisaje. En los últimos proyectos analizo también la agencia que tiene el contexto natural y los objetos sobre los sujetos.
Junto a esa indagación en nuestros entornos inmediatos, Antonio ha llevado a cabo otra sobre sus medios de trabajo, partiendo de la utilización de procedimientos gráficos que permiten una actitud lúdica y llegando al reciclaje: Mis primeros proyectos utilizaban técnicas muy sencillas de intervención gráfica en el espacio público. Pretendían cuestionar las actitudes impuestas como normales, cuestionarlas y proponer espacios de deseo o de comunicación. En esos primeros proyectos ya se intuían ciertas áreas de interés en las que he profundizado después: por un lado la construcción, el uso y la experiencia de los espacios dónde vivimos y por otro la utilización de lo gráfico y lo lúdico como herramienta. Durante un tiempo esta relación, de los espacios con lo gráfico, me llevó a interesarme por el hecho cartográfico -sobre quién y sobre qué se produce cartografía-. Por otro lado también me interesó mucho durante un tiempo el caminar como acción simbólica básica sobre el territorio. En proyectos posteriores -continuando con ciertas posturas que intentaban resignificar los espacios y los objetos por medio de modificaciones en su uso- comienzo a interesarme por la maqueta como herramienta especulativa y por los juegos de construcción. En los últimos proyectos estoy centrando el área de investigación en algunos conceptos relacionados reciclaje, la reutilización, el “hackeo” o “tuneado”, como formas de resignificación de los objetos.
El artista cita como sus influencias fundamentales las prácticas del arte conceptual de los sesenta y los setenta más ligadas al paisaje, el espacio y los entornos urbanos: Suelo reincorporar estas prácticas al momento actual, teniendo en cuenta el efecto sobre nuestro presente que ha tenido el desarrollo de las sociedad de la información, la globalización, el post-colonialismo, los movimientos entorno al género o el post-humanismo. Estos puentes me permiten -por ejemplo- rescatar ideas situacionistas, como el concepto de consumo en Michel de Certeau, para relacionarlas con el interés por los descartes de Walter Benjamin, con los “futuros abandonados” de Robert Smithson o con ciertas posturas cercanas a los denominados nuevos materialismos.
Uno de sus primeros proyectos, llevado a cabo entre 2004 y 2005, fue Áreas gráficas: intervenciones en el espacio público en las que usaba vinilo y cinta adhesiva para ofrecer una visión personal de los lenguajes de las señalización pública, fomentando el juego al que puede dar lugar una vida urbana a veces alienante sin este tipo de propuestas.
En la misma línea de utilización de los recursos gráficos y de replanteamiento de las reglas de representación de los comportamientos, entre 2005 y 2012 desarrolló obras ligadas a lo cartográfico: Si en Áreas gráficas lo gráfico organizaba el espacio, constituía situaciones y comportamientos, en esta nueva línea de trabajo lo gráfico servía para registrar ciertas formas de uso del espacio público, considerando que el simple ejercicio del habitar podría construir y reconfigurar el espacio de las ciudades. Esta postura se acerca a la que enunció Michel de Certeau en La invención de lo cotidiano: “el paseo por la ciudad es la práctica del sistema urbano, es el acto de enunciación de la ciudad”. En Narraciones Caminadas, Le Petit Tour, (1:1) Juego de Escala o Perimetrías concebía el acto mismo del paseo y la propia cartografía como vía para la representación subjetiva de los espacios, subrayando además que la representación del territorio hoy no se puede comprender sin el empleo de las nuevas tecnologías.
Desde 2008, coincidiendo con el arranque de la crisis económica y buscando re-significar los espacios y los objetos por medio de modificaciones en su uso, Antonio comenzó a desarrollar Inopias, que finalizó en 2015. Se trata de una serie de paisajes urbanos que representan ciudades imaginarias elaboradas con objetos encontrados y materiales pobres. Planteadas como maquetas, el artista buscaba con ellas retomar algunos modelos utópicos modernos de urbanismos fundamentados en el orden y la razón para reinterpretarlos y acercarlos a la figura del ciudadano activo que quiere mejorar su entorno.
Nos cuenta Antonio que una de las ideas fundamentales del proyecto Inopias consiste en reciclar materiales y objetos que el sistema desecha para construir alternativas: La propuesta pretende trabajar a partir de materiales reutilizados, técnicas encontradas y modelos urbanos pasados. Son propuestas que, planteadas siempre desde esta posición amateur, intentan retomar cierto impulso utópico hacia el futuro y sitúan al ciudadano como el protagonista de ese «ejercicio de imaginación» que supone especular con modelos urbanos y sociales diferentes, para generar –mediante el juego, la improvisación y la remezcla– ficciones posibles por encima de verdades absolutas.
Desde principios de 2016, junto a Chinowski Garchana y Fernando G. Tamajon (Malaventura), ha trabajado en La Ciudad Demudada, un ciclo de cultura crítica en torno a la ciudad de Málaga en la que han rastreado la ciudad alejada del relato oficial y de los circuitos turísticos tratando de recuperar objetos y elementos sonoros y visuales. Un nutrido grupo de artistas colaboró con ellos en la documentación y la producción y casi un centenar de personas participó en la recopilación de material audiovisual y objetos. Completó la propuesta la performance La remezcla, realizada con objetos que fueron basura, imágenes que antes servían para promocionar el turismo y sonidos en el pasado silenciados.
Y ya este 2016, Montesinos ha trabajado en Entropía (equilibrio, ruido, dispersión), un proyecto también basado en la puesta en cuestión de los modelos organizativos vigentes y la construcción de otros nuevos a partir de la reinterpretación de los objetos de los que el sistema actual prescinde. La propuesta, que subrayaba el equilibrio natural de la entropía, ligaba aquella a la fragmentación múltiple de saberes en Internet, porque, como en la red, su modelo disuelve las estructuras para alcanzar la mayor dispersión y estabilidad de sus elementos. La propuesta se materializó en la sala de El Palmeral, donde se recreó una suerte de sala de espera poblada de objetos con segundas lecturas.
Por último, en “Un ejercicio no intencional, un resultado inesperado”, la exhibición que pudo verse hasta el 18 de junio en la Galería Isabel Hurley, el artista nos presentó un proyecto ligado a Inopias por su utilización de objetos desechados con los que desarrolló ejercicios de improvisación. Subrayaba así que estas piezas han perdido su uso primero o valor semántico pero pueden seguir siendo empleados para la producción de conocimiento al ser objetos epistémicos: Me interesaba la idea de plantearme la producción como un experimento, como un juego para “dar encuentro” a los materiales, encontrando nuevas formas e ideas por medio de la puesta en relación de unos con otros. Para este ejercicio yo asumía un papel que no intentaba controlar el proceso, me proponía como un catalizador que únicamente favorecía distintas configuraciones de objetos y materiales. Esta aproximación reivindica conceptos como la poiesis -el hacer, el crear, el producir- y permite interrogar a los materiales y los objetos para recibir de ellos una respuesta inesperada.
Preguntamos a Antonio por sus proyectos futuros: En estos momentos estoy preparando un proyecto sobre el concepto de ocio como lugar para el enriquecimiento y sobre la visualización de las pequeñas narrativas que se pueden generar en ese tiempo no productivo.
Por otro lado, estoy trabajando junto a Lorenzo Sandoval en un proyecto que se llevará a cabo en Salón (Madrid), el espacio independiente que gestionan Ángela Cuadra y Daisuke Kato en su propia casa. En este proyecto estamos trabajando sobre diferentes formas de disciplina sobre el cuerpo y el espacio -como la gramática espacial o el diseño de instrucciones-, sobre la figura del anfitrión o el “sharing” y sobre conceptos relacionado con lo “endótico”, lo infraordinario, lo cotidiano, las microhistorias y la micropolítica.
Podéis conocerlo mejor en su web: www.armontesinos.net/