Fichados

Albert Merino

Albert MerinoNOMBRE: Albert

APELLIDOS: Merino

LUGAR DE NACIMIENTO: Barcelona

FECHA DE NACIMIENTO: 1979

PROFESIÓN: Artista

 

A nuestro primer fichado de julio, Albert Merino, lo conocimos casi en otra era, en 2013, cuando se sumó al programa Cluster# del entonces abierto Espacio Trapézio de Madrid, presentando La esencia de la piedra, un trabajo videográfico que había desarrollado durante una residencia en la Casa de Velázquez tras obtener el Premio de la Bienal de Videoarte de Barcelona Videoakt. Aquella obra la concibió como una radiografía de un espacio concreto; un lugar que era desglosado y reconstruido utilizando los recursos del medio audiovisual y proyectando en él cualidades olfativas que pasan a menudo desapercibidas al espectador. Subrayaba así Merino que las imágenes de un espacio arquitectónico reflejan a menudo una visión geométrica cercana a los planos y a su concepción “ideal”, pero que ese espacio se encuentra también formado por un conjunto de elementos, que podemos llamar “blandos”, que no están presentes en su concepción ideal y que únicamente son perceptibles desde un plano subconsciente y no visual. Entre estos últimos se encontrarían las presencias que habitaron o transitaron en él en algún momento, y su propia historia, acumulada a través de diversos estratos temporales.

Merino se licenció en Bellas Artes por las Universidades de Barcelona y la KHB, es Meisterschuler por la Kunsthochschule Berlin Weißensee y su trabajo se ha expuesto, asimismo, en La Casa Encendida (Madrid), Arts Santa Mónica y Sant Andreu Contemporani (Barcelona), el Palais de Tokyo y la Academie de France (París), el Songwom Art Center de Seúl y el Nam June Paik Art Center de Gyeonggi-do, el MEIAC de Badajoz, el MOCA de Taipei, la Capilla de Pronillo de Santander y la Galleria Boccanera de Trento. También ha participado en citas como Los Angeles Art Fair, Beijing Art Fair, Art Basel Hong Kong, el Oslo Screen Festival, el Japan Media Arts Festival de Tokyo, el Optica Festival de París, Now and After (Moscú), FIVA III (Buenos Aires) o las bienales de Wroclaw (Polonia) o Cerveira (Portugal).

Cerraremos el capítulo de currículum recordando que ha obtenido el primer premio de videoarte en el Certamen de Astillero (2015), el primer premio en Videoakt 03 (2013) el Premio Madatac a la mejor obra de videoarte (2012) el primer premio LUMEN-EX en la categoría de minimaciones (2011) y también primeros premios, en la categoría de videoarte, en los festivales Close-up Vallarta (2012), Sassari Film Festival (2013) y BCN Visual Sound (2011 y 2014).

Albert Merino. La esencia de la piedra, 2013
Albert Merino. La esencia de la piedra, 2013

El artista se suma esta semana a nuestros Fichados porque queremos saber más de los procedimientos por los que convierte el vídeo en una herramienta para la deconstrucción de lo real, la reinterpretación y recontextualización de imágenes. También de su voluntad de lograr en sus trabajos la convivencia de esos estratos temporales diferentes, alumbrando así atmósferas a medio camino entre lo verdadero y lo ilusorio y de su mirada al cine o la pintura como fuentes de influencia.

Según el esquema que conocéis, preguntamos a Albert por sus inicios; nos cuenta que se inició en la pintura y la videoinstalación pero que, desde hace algo más de una década, ha centrado su producción en el vídeo: Empecé a trabajar como artista anteriormente a mis estudios artísticos en Barcelona y Berlín, aunque posteriormente me fui profesionalizando y derivando al campo del videoarte. El comienzo de mi producción más amplia en este campo tiene lugar hacía los años 2009 y 2010, cuando empecé a realizar unas series en París, donde me había trasladado en esa época. Anteriormente había realizado obra en pintura y videoinstalación, también había realizado varias colaboraciones para otros artistas que venían de otros campos como la pintura y la escultura y querían realizar piezas en vídeo. Pero lo que considero la parte más importante de mi producción empieza en ese momento.

No sabría decir cuál fue el motivo por el que comencé a trabajar como artista, supongo que tiene que ver con una vocación, con una necesidad de materializar imaginarios, de expresarse a través de las imágenes o de transmitir la experiencia. También estimulado por los lugares y contextos donde se trabaja, ya que es una manera de relacionarse con el entorno a la vez que se construye un relato propio. Creo que el hecho de que uno se dedique a la creación tiene que ver con esa necesidad de interactuar, aunque me es difícil establecer un detonante o incluso un momento preciso ya que el hecho creativo es un proceso y también una construcción.

Albert Merino. Le Badinage, 2010
Albert Merino. Le Badinage, 2010

No podemos hablar de temáticas dominantes en su producción, pero sí nos explica Merino que le interesan los lugares, lo borroso de sus límites o su vínculo con quienes los habitan; también la memoria. Encontraremos en sus piezas tanto lo cotidiano como lo fantasmal: Mi trabajo resulta bastante heterogéneo, no trabajo sobre una temática única, pero a rasgos generales diría que me interesa el territorio, lo artificial de las fronteras, el alineamiento, la repetición o la delgada línea que divide lo utópico de lo distópico.

En mis trabajos hay algo también de paisaje y de retrato urbano como una reflexión sobre cómo las personas habitamos y poblamos el entorno; sobre la manera en que nos proyectamos en él. Los personajes de mis trabajos son a menudo anónimos y trabajan como una especie de masa alienada, como una fuerza que se diluye en la arquitectura y el paisaje. Esta presencia indefinida en ocasiones se manifiesta a través de la ausencia. Lo fantasmagórico es también algo recurrente y funciona como testimonio, como una memoria que se manifiesta y persiste negándose a desaparecer.

En otras ocasiones he tocado temas políticos también en relación con la memoria. La mayoría de mis trabajos comparten la ausencia de diálogos y narrativas cerradas, aunque en algunas otras ocasiones he podido trabajar con documentales y una serie de falsos documentales sobre la temática de la percepción del arte y las industrias culturales.

Los personajes de mis trabajos son a menudo anónimos y trabajan como una especie de masa alienada, como una fuerza que se diluye en la arquitectura y el paisaje.

Albert Merino. Autoretrat Compulsiu, 2011
Albert Merino. Autoretrat Compulsiu, 2011

Como hemos explicado, el vídeo no fue su primera disciplina pero sí es su técnica fundamental de trabajo desde hace años. En cualquier caso, en unos u otros medios expresivos encuentra el artista nexos claros entre sus modos de trabajar: Casi todo mi trabajo reciente es en formato de piezas de videoarte monocanal; también he podido realizar algunas videoinstalaciones. Al empezar trabajando en pintura encuentro que hay una transición natural del formato pictórico a la pantalla en movimiento, ya que de alguna manera estamos completando un espacio en blanco. Para mí el videoarte permite más versatilidad, ya que te pposibilita transitar y recorrer a la vez que desarrollar los elementos plásticos. Aunque pienso que de alguna manera la pintura y la manera de entender el videoarte que planteo son muy cercanos conceptualmente.

Explica Merino en su statement que el videoarte le permite intervenir en su entorno cercano y convertirlo también en materia literaria. Sus registros son igualmente variados, desde el intimismo a la ironía.

Entre sus figuras de referencia, cita pintores y videoartistas pasados y actuales: Bebo de las fuentes del videoarte clásico, desde Viola hasta Matthew Barney, pero también del videoarte contemporáneo local o internacional, desde Congost hasta Escorsa o Sorin y Huyghe. Estoy muy atento también a los circuitos de los festivales de videoarte donde se pueden visualizar las últimas tendencias y la producción actual que constituyen una vasta comunidad de creadores. En mis obras hay también muchas menciones a la historia de la pintura y en ocasiones he trabajado en referencia a pintores como Pieter Huys o Millet. También hay una fuerte influencia de las estéticas surrealistas de principios de siglo y de sus derivados contemporáneos.

Albert Merino. Les Baigneurs, 2010
Albert Merino. Les Baigneurs, 2010
Albert Merino. El rastro de la sala, 2010
Albert Merino. El rastro de la sala, 2010
Albert Merino. Hidden mud, 2010
Albert Merino. Hidden mud, 2010

Nos cuenta Albert que actualmente su videografía consta de aproximadamente una veintena de piezas catalogadas y el mismo número de inéditas. Nos habla de proyectos que han marcado su evolución: En mis primeras piezas, como La ciudad y el otro, Los bañistas, El rastro de la sal o Hidden Mud exploraba espacios interiores o urbanos. Espacios que se metamorfoseaban, que eran ultrajados y poblados por elementos inusuales, los cuales resignificaban estos espacios. Más adelante, en Walking Pillows o La sombra de Lot continué con el mismo proceso, pero añadiendo referentes, como es el caso del Gran Arsénico, construido a partir de referencias a la pintura flamenca y, en concreto, a Peter Huys, reflexionado sobre las convenciones de lo que es posible mostrar y lo que no.

Albert Merino. Walking pillows, 2014
Albert Merino. Walking pillows, 2014
Albert Merino. La sombra de Lot, 2011
Albert Merino. La sombra de Lot, 2011
Albert Merino. El gran arsénico, 2015
Albert Merino. El gran arsénico, 2015

Imago Typhonis parte de una reinterpretación de las mitologías andinas y La esencia de la piedra aborda la metonimia y el olor de las imágenes. La Fête de l’Art Contemporain y El vol de la Gallina son falsos documentales que reflexionan sobre la recepción del arte y el papel de las políticas culturales y las instituciones, formulados en un tono cercano a la comedia, pero son también el escenario para la materialización de utopías.

Albert Merino. Imago Typhonis, 2016
Albert Merino. Imago Typhonis, 2016
Albert Merino. La Fête de l’Art Contemporain, 2011
Albert Merino. La Fête de l’Art Contemporain, 2011

En 2017 finalicé La condición presente, uno de mis trabajos más complejos, con una duración de unos 20 minutos y que es el resultado de un viaje de más de 12.000 kilómetros a través de tierra que se materializó en una suerte de ensoñación de paisajes imposibles, en una reflexión visual sobre el territorio y sus límites.

Albert Merino. La condición presente, 2017
Albert Merino. La condición presente, 2017

Mis últimos trabajos, Bestiari y Sprengung, tienen que ver con la memoria y la forma de habitar las ciudades. Son relatos de ausencias que han cobrado un especial sentido con los últimos acontecimientos políticos y sociales que han sucedido recientemente. En el momento en que ambos videos fueron realizados estas situaciones no existían, de tal forma que actuaron como una suerte de presagios. Estas dos últimas piezas son las que dan continuidad a los nuevos trabajos que estoy desarrollando actualmente.

Albert Merino. Bestiari, 2018
Albert Merino. Bestiari, 2018
Albert Merino. Sprengung, 2018
Albert Merino. Sprengung, 2018

Diremos algo más de La ciudad y el otro, donde un individuo paseando por una ciudad encontraba su reflejo en todos con quienes se cruzaba hasta un hallazgo último con lo diferente, con el otro; se refería Merino a nuestra tendencia a considerar lo extraño como una proyección propia, a nuestro ir por el mundo con la única certeza de nuestra existencia. En lo individual y en la alteridad también ahondaba Imago Typhonis.

En Los bañistas partía de representaciones pictóricas para reemplazar sus paisajes idealizados por entornos urbanos ocupados por las masas, haciendo de sus protagonistas miniaturas y Hidden Mud es uno de sus vídeos que superpone capas temporales, en ese caso en un contexto doméstico. En La sombra de Lot, que pudo verse en Santander, ponía en escena varios imaginarios pictóricos en un interior vacío; uno de ellos era Las hijas de Lot, al que se refería Artaud en El Teatro y su Doble. Abordaba Albert los gestos como modo de poblar espacios. La condición presente, por su parte, se refería a la actual estetización a la que se someten los discursos económicos y sociales, igualmente proyectada en la arquitectura y el urbanismo. En la escenografía de una teórica prosperidad, los símbolos arquitectónicos llegan a preceder la fortuna que buscan representar: se hacen simulacro y emblema de fracaso.

En esa línea, Bestiari nos llevaba a una gran ciudad donde la presencia humana es solo una evocación arquitectónica y simbólica, mientras Sprengung entronca con sus inquietudes asociadas a política y memoria: recordaba la voladura de monumentos fascistas en Alemania y la propaganda nacida de las imágenes que la documentaron y planteaba una hipotética traslación del acto al patrimonio franquista.

Preguntamos al artista qué será lo próximo: Actualmente me encuentro en una fase de producción, que comenzó anteriormente a la pandemia, donde estoy trabajando a partir de materiales registrados en Lyon y San Francisco. Siguen mi línea de trabajo habitual pero he incorporado nuevos elementos técnicos, mezclando 2D con 3D, expandiendo las posibilidades del lenguaje y dando un salto cualitativo a nivel visual en comparación con las producciones anteriores. Van a ser unas cuatro piezas que espero ir sacando durante el año próximo. Algunas están ya en un estado de edición muy avanzado. Como las piezas no han salido aún no tengo previstas actividades expositivas de inmediato, aunque normalmente soy un asiduo de los festivales de videoarte. En muchos de ellos he tenido una presencia más o menos regular durante los últimos años, como Madatac, Proyector, Flux Festival, Traverse Vidéo o les Instants VIdéo.

Conoced más de su trabajo, aquí: http://albertmerino.com/

 

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