NOMBRE: Alba
APELLIDOS: Suau
LUGAR DE NACIMIENTO: Pollença, Mallorca
FECHA DE NACIMIENTO: 1997
PROFESIÓN: Artista
Conocimos a Alba Suau, nuestra fichada esta semana, en la primavera del año pasado: cuando presentó su primera individual en la sede madrileña de Alzueta Gallery. Aquella exposición se titulaba “Entre Casa María y la Mía” y constaba de una compilación de paisajes vividos tamizados por su memoria; nos invitaba esta artista a deambular, como pasados flâneurs, entre formas abstractas abiertas a la interpretación pero con un aire hedonista en común.
Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y el INSEAMM de Marsella, Suau ha ofrecido otras exhibiciones individuales o a dúo en The Merode (Bruselas), Kaplan Projects (Palma de Mallorca), el Museu de Mallorca y Taca Studio en la la misma ciudad; su participación en colectivas le ha llevado a espacios como el Claustre de Sant Domingo de Pollença, Moonens Foundation, Dorotheum, Beursschouwburg, Artesio, Polyclinique, Salon Mommen, HISK Gosset (Bruselas), Casal Solleric y el mencionado Taca Studio (Palma de Mallorca), el TOR Art Space (Frankfurt) y Studio Weil (Port d´Andratx). Asimismo, ha desarrollado residencias, desde 2021, en Islandia, Estados Unidos y Bélgica y ha recibido el Barbara H. Weil Award, el Mallorca International Award, el Prix Laurent Moonens o el que conceden los Amis de La Cambre en Bélgica.
Alba, que como veis ha tenido tanta presencia expositiva en nuestro país como en Bélgica, se incorpora a esta sección porque queremos saber más de su concepción de la pintura como acontecimiento, en lugar de como imagen aplastada en el tiempo; la relación entre sus experiencias específicas -en ese ejemplo primero, las caminatas- y su producción; y también del manejo en sus composiciones de lo recordado y lo real en convivencia.
La inquietud hacia el arte, y hacia la pintura, le llegó a Alba temprano y en parte de familia: En mi casa la pintura siempre ha estado muy presente. De hecho, una de mis actividades favoritas era cuando mi madre y yo poníamos un libro de Sean Scully sobre la mesa de la cocina y nos dedicábamos a copiar sus cuadros. Además de ser un momento de calma, era muy agradable tener la casa llena de nuestros propios Scullys.
La pintura misma es el eje de sus intereses, y ya hemos anticipado los elementos que en las suyas hace cohabitar, como los frutos de la deambulación y la contemplación del entorno cercano, que encuentra llenas de posibilidades: Mi práctica artística se centra en la pintura como una exploración de la memoria y la experiencia subjetiva de un lugar. A través de paseos sin rumbo, aprendo a conocer un paisaje y, poco a poco, nos volvemos más cercanos. La errancia se convierte en un estado meditativo donde me detengo en lo específico y el tiempo se vuelve elástico.
Sin embargo, mis caminatas siempre acaban por interrumpirse, y lo que queda es el recuerdo de esas experiencias. Eso es lo que pinto. La pintura no es una representación inerte de un paisaje, sino un acto de compartir la atención activa sobre un lugar. Las capas pálidas de una montaña cortada, el agua estancada en un canal de arcilla, el color de un liquen creciendo sobre una roca son fragmentos sutiles que enriquecen e inspiran mi trabajo cuando regreso al taller.
Mi práctica artística se centra en la pintura como una exploración de la memoria y la experiencia subjetiva de un lugar.
Suau trabaja en formatos diversos y empleando diferentes técnicas sobre lienzo (óleo, acrílico, pastel seco, caseína) y cita como sus referentes a artistas que también entrelazaron experiencia, observación y pintura: Ximena Maldonado, Andreas Eriksson, Agnes Martin, Maja Ruznic, Joaquín Sorolla, entre otros.
En sus creaciones, Maldonado explora los lazos entre individuos y ecosistemas, prestando atención a texturas, colores y ritmos orgánicos; en Eriksson, la paleta tenue y la tactilidad apuntan asimismo hacia una relación de sus abstracciones con lo natural; Agnes Martin quiso poner sus líneas y desarrollos geométricos al servicio de la contemplación espiritual, del mirar hacia dentro; Ruznic pinta figuras y paisajes diluidos y desenfocados que indagan en la nostalgia y el trauma infantil, en relación normalmente con la guerra y la experiencia de los refugiados; y sobre el peso de la observación del paisaje y su luz en las pinceladas de Sorolla no es muy necesario extenderse.
Sus últimos proyectos son la serie Las dos rocas y la mencionada Entre casa María y la mía: Las obras de la serie Las dos rocas están inspiradas en dos formaciones rocosas que vi en México. La primera era una montaña partida en dos, visible desde la carretera. Conduciendo dentro del corte, atravesábamos sus capas estratificadas de rosa pálido, ocre y violeta. La segunda eran dos rocas blancas que emergían del mar y servían de hogar para las aves. Cerca de ellas, se podían ver los restos del color negro de la roca que aún no habían sido cubiertos por los excrementos de los pájaros.
Entre casa María y la mía, que presenté el año pasado en Alzueta Gallery Madrid, parte de un descampado que separaba la casa de mi prima de la mía cuando éramos pequeñas. Una vez pasada la barrera de hierbajos y cactus, el terreno dejaba de existir para convertirse en el escenario de nuestras historias. A través de estas pinturas, exploro la relación íntima con un lugar mediante el abandono de su estructura geográfica.
Próximamente la encontraremos en Girona, también de la mano de Alzueta: Ahora mismo estoy preparando con mucha ilusión mi próxima exposición individual, que tendrá lugar en Palau Casavells este agosto.
Sabed más de Alba en https://albasuau.com/
