NOMBRE: Adassa
APELLIDOS: Santana Castro
LUGAR DE NACIMIENTO: Las Palmas de Gran Canaria
FECHA DE NACIMIENTO: 1984
PROFESIÓN: Artista
Nuestra fichada esta semana será bien conocida por los atentos al panorama expositivo canario: Adassa Santana, licenciada en Bellas Artes y Máster en Arte, Territorio y Paisaje por la Universidad de La Laguna, ha presentado sus exploraciones sobre la representación de nuestra identidad y nuestras vivencias, especialmente en Internet, en muestras individuales en la Galería Fleming 4 de Puerto de la Cruz y la Sala de Arte Contemporáneo SAC de Tenerife, el Museo Casa Colón y el Centro de Artes Plásticas del Cabildo de Las Palmas y en la Casa de los Coroneles de Fuerteventura.
Sus colectivas le han llevado a espacios tinerfeños como la Fundación MAPFRE Guanarteme, la Sala de Arte de la UNED, la de La Caixa y la del Ateneo de La Laguna, a la Casa de verano del Arquitecto Rubens Hénriquez en la misma ciudad, al Colegio de Arquitectos, el TEA y la Sala de Arte de Los Lavaderos de Tenerife y el Convento Franciscano de San Luis Obispo de Granadilla de Abona. También a San Martín Centro de Cultura Contemporánea, el Centro de Arte La Regenta, la Galería de Arte ULPGC, la Galerìa Saro León, el ex-convento de Santo Domingo, el CAAM y el Teatro Víctor Jara de Gran Canaria; el Espacio Cultural de la Fundación CajaCanarias en La Palma y, en la península, al Círculo de Arte de Toledo y la Galería Fernando Serrano de Huelva.
Además, ha obtenido el XVI Premio de Pintura Rápida de Mesa y López (2011), una de las becas para artistas en formación en el espacio El Apartamento de la Universidad de La Laguna en ese mismo año, el tercer Premio en la décima edición de la Bienal de Pintura de Padru “ISOLE” (2013), una beca de producción artística en el Centro de Arte de La Regenta (2012-2013) y la Beca Now Artizar20 de la Galería Artizar tinerfeña. Igualmente, ha participado en citas como Room Art Fair #3 (2013), el segundo meeting point entre artistas y galeristas organizado por el Centro La Regenta (2017), el Encuentro Artistas Emergentes y Turismo del Círculo de Bellas Artes de Tenerife (2018) o Hybrid Art Fair (2020).
Adassa se suma esta semana a nuestros Fichados porque queremos saber más de sus indagaciones, en disciplinas diversas (del dibujo a la instalación pasando por la pintura) sobre la influencia de los medios de masas e Internet en la conformación de nuestra imagen e identidad y sobre las relaciones entre los individuos y los espacios que habitan, sobre todo en lo referido a los lugares privados hoy tan cerca de lo público y los que ocupamos de forma temporal. También sobre su concepción del retrato en la era digital: su rol como contenedor de memoria y su actual utilización para representar simbólicamente a los sujetos, más que para ofrecer de ellos una imagen real.
Los comienzos creativos de la artista tuvieron que ver, nos cuenta, con una necesidad de expresarse más allá de las palabras. Sus primeros trabajos los desarrolló durante sus estudios: Mi trayectoria como artista empezó durante los estudios de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna, Tenerife. A lo largo de este periodo formativo desarrollé mis primeros proyectos, los cuales fueron presentados a diferentes concursos. De entre todos ellos, dos fueron seleccionados para exposiciones colectivas organizadas por la misma Universidad: “Puntos de Mira” (2009), con la obra Lugares de Encuentro e “In Medias Res” (2010), con la obra Le Petit Salle, ambas acaecidas en el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife. A raíz de estas, surgió la participación en otras colectivas como “Sí quebró el cántaro. Abuso e infancia” (2011) en el Tenerife Espacio de las Artes e, incluso, mi primera exposición individual, “La Petit Salle II”, en la Galería Fleming 4, en Puerto de la Cruz, Tenerife.
Al concluir mi etapa académica obtuve una residencia artística en el Centro de Arte La Regenta (2012-2013), durante dos años, que me permitió conocer a gestores del sector a nivel insular, lo cual me llevó a seguir trabajando en diversos proyectos artísticos y a realizar exposiciones individuales, como por ejemplo “Entre Pliegues” (Museo Casa Colón, Las Palmas de Gran Canaria, 2013), “Inter-medium” (Centro de Artes Plásticas del Cabildo, Las Palmas de Gran Canaria, 2014) y “Specto. Red de Retratos” (SAC, Sala de Arte Contemporáneo, Tenerife, 2016). Durante los años siguientes, y siguiendo la misma dinámica, obtuve la Beca Now Artizar, de la Galería Artízar (La Laguna, Tenerife), con la que pude participar en la Hybrid Contemporary Art Fair 2020 u otras exposiciones colectivas como “In/Out: Un mapaposible” (CAAM, 2021) o “Tres eran tres… las hijas de Eva” y “Crisis? What crisis? Cap 3” (2019), estas últimas en el Tenerife Espacio de Las Artes; “F+ Artistas Post-Conceptual en Canarias 2000-2017” (San Martín, Centro de Cultura Contemporánea. Gran Canaria, 2014), “Sombras” (Galeria Saro León, Gran Canaria) o “Hilos y tramas. Homenaje a Penélope” (Tenerife Espacio de las Artes, 2013) entre otras.
A día de hoy mi dinámica no ha cambiado en absoluto; sigo trabajando e investigando. Por otro lado, sobre el porqué comencé a trabajar como artista, digamos que no hubo un momento determinado donde decidiera dedicarme a trabajar en esto; ni mucho menos verlo como un hobbie o algo secundario en mi vida. Siempre ha sido una parte importante en mí, una inquietud por comunicarme y expresarme a través de otros códigos que van más allá del lenguaje verbal o escrito… teniendo en cuenta el valor intrínseco que la imagen posee en y para la sociedad actual.
Le interesa a Adassa, cómo avanzábamos, la representación de las personas en su individualidad y en su relación con otros, sobre todo en el contexto de Internet y de las redes sociales; también lo que estos espacios dicen de nosotros en cuanto a preocupación por la propia imagen. Se pregunta si estos medios no hacen sino incentivar nuestra necesidad de una comunicación no mediada ni vigilada, y más natural, entre nosotros: Mi investigación artística gira en torno a la representación de las experiencias y relaciones del sujeto tanto consigo mismo como con “el otro” (bien sea en el ámbito privado o en el público), derivando estas en una imaginería cargada de forma y contenido explícito que queda circunscrita al espacio virtual y, por ende, a diversas plataformas sociales. Partiendo de esta premisa, realizo una revisión de los selfies subidos y compartidos a través de las redes como Instagram, Facebook… donde estos se constituyen, a mi parecer, en narradores y contenedores de la memoria individual y colectiva al mismo tiempo, en una especie de impulso y necesidad imperiosos de autorrepresentación como forma de comunicación y conectividad con el mundo en una realidad post-producida. Un reflejo de ello fue el proyecto “Specto. Red de Retratos” (2016), una reflexión del retrato contemporáneo en la red.
Mediante este conjunto de piezas, hablo de este género tanto de forma histórica como desde la necesidad inherente de compartir contenido subjetivo y personal en Instagram, Facebook o YouTube, que forman parte de nuestro imaginario común. Desde aquí continúa la serie Fragmentos (2020): estructuras bordadas y tramas de hilo que dan a las obras un carácter artesanal, contrapuestas a la era digital, y donde subyacen la lentitud, la pausa y la meditación como vehículos expresivos frente a esta vorágine de imágenes digitalizadas, instantáneas y celéricas del “ser” siempre visible, del estar ahí. La propuesta no es otra que la de encontrar un lugar donde poder relacionarnos con el otro de una forma más horizontal, mas real, lejos de los juegos de poder, desde otro sitio, o simplemente un intento de deconstruir la obsesión contemporánea de la autorrepresentación perfecta en espacios virtuales de comunidades vaciadas de sentido.
Trabaja Santana en disciplinas y formatos muy diversos, que varía en función de los mensajes que desea comunicar e interrelacionando sus propuestas entre sí. Últimamente explora las posibilidades del bordado: Desde un primer momento he carecido de predilección por determinados formatos… He trabajado en formatos medios – pequeños que conforman un gran mural, véase la obra Lugares de Encuentro (2009) o, en la instalación “Specto. Red de Retratos” (2016), recurriendo al poder de la imagen con el gran formato partiendo de dos enormes telas. De la misma manera, me interesa mucho jugar con series de pequeñas piezas que construyen, a su vez, una obra grande yendo en línea con los temas que he tratado y sobre los cuales hablo: la fragmentación del sujeto, la multiplicidad de la imagen… Acorde a todo ello, resulta inherente incluir los “hándicaps” de vivir en una isla y las complicaciones logísticas para mover las obras a otros lugares; ello me ha impulsado, en ocasiones, a jugar con ese tipo de formatos e incluso adaptar los mismos “in-situ” al espacio expositivo, permitiéndome jugar en el montaje.
Del mismo modo, y a lo largo de mi carrera, he trabajo e investigado con una gran variedad de técnicas artísticas que han ido desde la pintura al dibujo a tinta, sobre papel de arroz o madera… la video-animación, la instalación y el bordado. No obstante, siempre he estado muy vinculada a la creación y realización de los proyectos artísticos pues, cuando pienso en una pieza, en el tema, en la imagen que se creará para transmitir una idea, le doy muchas vueltas a la técnica y la estética. Busco aquella que me permita transmitir mejor el mensaje y su correlación con el significado.
Desde que empecé a desarrollar proyectos artísticos, estos han sido muy lineales en cuanto a significado y contenido, así como consecuentes desde el punto de vista de la técnica empleada; de unos ha surgido el comienzo de otros… Se han ido retroalimentando, es decir, del primero, Lugares de Encuentro (2010), un retrato familiar de escenas de mi hogar, surgió el siguiente, Le Petit Salle (2011), donde quería hablar de ese imaginario familiar donde construimos parte de nuestra identidad. Ello dio pie, a su vez, al “Refranero” al que recurrimos en muchas ocasiones dentro de nuestra cotidianeidad y en donde el lenguaje verbal y su “mensaje” refuerzan la construcción del individuo, haciéndoseme imprescindible pasar de unos dibujos a rotulador sobre madera (Lugares de Encuentro) a una técnica que conectara con el hogar, como puede ser el bordado.
En los últimos años, este bordado cada vez ha ido tomando más impulso y protagonismo; es una técnica en sí misma que incluye un gran abanico de posibilidades y usos diferentes, con la cual disfruto aprendiendo y experimentando. Aunque no descarto utilizar otras herramientas en el futuro, porque si la pieza o el proyecto me lo pide lo haré. El campo de las técnicas artísticas es muy amplio y las formas de ver las cosas también lo son; vivimos en un mundo complejo que plantea preguntas y sus respuestas pueden ser abordadas desde diferentes puntos de vista… Esto es el arte: ver desde diferentes lugares un problema.
Nos explica Adassa que entre sus referentes figuran artistas que trabajan, desde disciplinas igualmente diversas, acercándose a las interioridades del individuo o cuestionando usos sociales; también cita un filósofo y un teórico habituales entre las lecturas de artistas de su generación: Tengo muchas influencias de otros artistas que me interesan, bien sea por su fuerza estética, por su forma de trabajar o, simplemente. por los conceptos con los que trabajan, como Pipilotti Rist, Marcel Dzama, Ángela de la Cruz, Alicia Framis, Louise Bourgeois o Ghada Amer. Además de ellos, también me interesa la teoría de Zygmunt Bauman sobre el hombre líquido o las prácticas artísticas en la era del capitalismo y la influencia de internet según Jose Luis Brea… entre otros.
Cuatro son los proyectos que Adassa considera fundamentales en su trayectoria hasta ahora y comienza hablándonos de Lugares de Encuentro: Recrea los espacios y acciones cotidianas efectuadas en el entorno familiar, en el cual se definen las identidades, ideologías, deseos, formas de amar y actuar de las personas que lo habitan o transitan, reflejando el cómo determinadas actividades lúdicas, sociales, políticas y consumistas están influidas por una sociedad capitalista, globalizada y por un mundo saturado de imágenes y restricciones que nos dicen cómo debemos ser, parecer y comportarnos.
Por otro lado, en el proyecto Le Petit Salle II construyo micro-relatos partiendo de un tapiz de líneas formales y sutiles en donde las connotaciones de lo femenino y el arte/artesanía se invierten y confrontan. Utilizo el bordado por su simbología ligada al hogar, a lo frágil femenino. En una primera serie se ven sujetos solos ante la escena, contenidos en acciones ordinarias. Pequeños momentos frágiles de descanso, de reflexión, donde el individuo se muestra pequeño, parado en el tiempo; “un alto en el consumo para la reflexión”. El discurso sigue con una serie de cojines donde se pueden leer varios refranes célebres de filósofos, escritores, personajes anónimos, políticos… de uso común hoy en día y, muy a pesar de que su uso o razón estén descontextualizados o no aceptados, reafirman las influencias subliminales del condicionamiento social. Se trata de oraciones positivas y negativas contraponiéndose para crear una alteración o duda en la percepción de su significado. El texto es revelado y replanteado como un elemento estético más: la literatura se vuelve visual y el arte, plástico discurso.
Mientras, en el proyecto Dormir que ya despertaremos profundizo en la metáfora del sujeto zombi; ese individuo contemporáneo eclipsado y absorbido por el estado de control y las tecnologías de comunicación que le separan de la realidad cotidiana. El zombi encarna la no-construcción, el no reconocimiento del otro como una persona consciente, sino como un objeto. El zombi circula por su espacio privado sepultado en un sueño profundo en el cual las relaciones afectivas están mediadas por el hiperconsumismo descontrolado, la publicidad masiva y el colapso de una civilización convertida en agente del espectáculo. Nos convertimos en durmientes contemplativos y pasivos ante la gran industria del entretenimiento, donde toda experiencia o acto cotidiano se convierte en una representación. Como indica Debord: “A medida que la necesidad es soñada socialmente, el sueño se hace necesario. El espectáculo es el mal sueño de la sociedad moderna encadenada, que no expresa en última instancia más que su deseo de dormir. El espectáculo vela ese sueño”. Me refiero a ese zombi que se siente un extraño, un extranjero en su propio cuerpo con una imagen difusa y múltiple creada de recuerdos archivados y de clichés dictados por los mass media. En esta encrucijada se halla el sujeto contemporáneo, entre él y su yo, entre “Yo y ellas”.
En el proyecto Specto. Red de retratos se genera una revisión del retrato como contenedor de memoria. Mediante una red de piezas hablo de este género tanto de forma histórica como desde la necesidad inherente de compartir contenido subjetivo y personal en plataformas como Instagram, Facebook o YouTube, formando parte, como decía, de nuestro imaginario común.
Desde ahí continua la serie Fragmentos (proyecto en el cual me encuentro sumergida): esas estructuras abordadas y tramas de hilo que dan a las obras un carácter artesanal, en esta era digital, que me permite una lentitud, una pausa en esta vorágine de ser siempre visible, de estar ahí.
Preguntamos a Adassa qué será lo próximo: Este año me encuentro en un periodo de investigación, experimentación, descubrimiento y búsqueda de nuevas técnicas de bordado y formatos, a la vez que desarrollando un nuevo proyecto que por ahora no tiene fecha, pero espero que en el 2022 pueda verse.
Conocedla mejor aquí: http://adassasantana.com/