Enrique Radigales, PINTURA P1N7UR4

El artista zaragozano reflexiona sobre el desafío digital en The Goma

Madrid,
Enrique Radigales. The hole, 2014
Enrique Radigales. The hole, 2014

La programación HTML, el vídeo, la fotografía y las técnicas de dibujo digitales o analógicas han sido hasta ahora las herramientas del artista Enrique Radigales a la hora de estudiar las relaciones, y las distancias, cada vez más difusas, entre lo físico y lo digital, y de analizar si podemos o no asociar los avances tecnológicos con el progreso social y económico. Otros temas del interés de Radigales son el reciclaje arqueológico de maquinarias, las consecuencias de la tan traída y llevada obsolescencia programada y los nexos entre lo tecnológico y lo temporal.

Viene planteando este artista, que define su producción como arte digital unplugged gestado a partir de interfaces digitales populares y conceptos tecnológicos que él modifica o traslada a escenarios físicos, que las ingenuas o esperanzadoras promesas de la economía digital de comienzos de los 2000 han desembocado en la actualidad en un inmanejable Big Data que nos controla y que ha transformado nuestra vida cotidiana, nuestro modo de trabajar y nuestra forma de relacionarnos.

También plantea la vigencia del paisaje fuera de todo espacio geográfico y cómo, través de las nuevas tecnologías de la información, se ha producido una deslocalización del sujeto observador frente a la naturaleza que ha dado como resultado una expedición por una topografía incierta, real o virtual.

El artista se refiere a este Big Data como a un mundo paralelo con leyes propias que se rigen por el volumen y la velocidad y que no tienen nada que ver con el equilibrio que marca el comportamiento natural.

Hasta el próximo 7 de marzo, la sala madrileña The Goma presenta “PINTURA P1N7UR4”, la segunda individual de Radigales en la galería. Se compone de obras fragmentadas que desvelan una visión pesimista y áspera de las ruinas tecnológicas. En las pinturas sobre vinilo que componen “Fragmento y nostalgia”, la imagen digital ha sido desenterrada de varios discos duros empleando un software de recuperación de datos. Estos fragmentos no dejan de ser fantasmales evocaciones de un antiguo archivo digital que el artista devuelve a la actualidad a través de inyecciones de tinta para ser después intervenidas.

Según el planteamiento de la exposición, “podríamos suponer ahora una utopía donde una nueva generación post-nativa digital se esté reconciliando con la técnica; una guerrilla que haya resistido a esta transformación profunda y homogeneización global, adoptando el camino de la simplicidad voluntaria, de una austeridad decrecionista. Individuos que han tomado el control de su producción social en tiempo real, encontrando un equilibrio entre la técnica y el tiempo, balanceándose con ayunos digitales y telemática dosificada”.

Radigales se especializó en Pintura en la Escuela Massana de Barcelona y más tarde cursó Sistemas Interactivos en la UPC de Barcelona. Ha sido residente en Casa de Velázquez, en el Museu da Imagem e do Son de Sao Paulo o en Eyebeam, en Nueva York.

 

 

 

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