El Museo Helga de Alvear abre sus puertas en Cáceres

Mostrará, en sucesivas presentaciones, la colección de la galerista

Cáceres,

Los reyes han inaugurado hoy en Cáceres, y desde mañana podrá ser visitado por el público, el Museo Helga de Alvear, heredero del Centro de Artes Visuales que también llevó el nombre de la galerista y que, desde 2010, venía acogiendo muestras temporales que han exhibido parcialmente los fondos de esta coleccionista.

El nuevo edificio que amplía las instalaciones del palacete modernista donde han podido verse estas muestras ha sido diseñado por Emilio Tuñón y su equipo, ha recibido ya varios premios internacionales de arquitectura y opta al prestigioso galardón Mies van der Rohe; su autor lo ha calificado como una caja mágica y también sencilla: Es una arquitectura de la discreción, que piensa que lo importante no es llamar la atención, sino acoger con cuidado a las piezas que tiene en su interior, en este caso la hermosísima, importantísima Colección de Helga de Alvear, pero también a las personas que van a poder visitarlo.

Vista del exterior del Museo Helga de Alvear. Fotografía: Joaquín Cortés
Vista del exterior del Museo Helga de Alvear. Fotografía: Joaquín Cortés

La primera exhibición que presenta este nuevo espacio ha sido comisariada por José María Viñuela, conservador de la Colección, que ha seleccionado para la ocasión dos centenares de obras, cifra que supone aproximadamente un 5% del conjunto completo que la galerista dona a esta institución. Ese amplio volumen de la colección ha supuesto, como subraya Viñuela, un desafío en esta presentación: El primer problema era resolver la cuestión de la capacidad: qué cabe y qué tiene que caber. He ido introduciendo y definiendo unos espacios concretos que también giran en torno a las salas de vídeo y a las obras de grandes dimensiones. Lo que está dentro del Museo no se ha visto nunca en Cáceres.

Se distribuyen las piezas en cuatro plantas y predominan entre ellas las esculturas y las instalaciones de gran formato, aunque también pueden contemplarse pinturas, fotografías, dibujos y videoinstalaciones. Muchas de estas obras permanecerán expuestas los próximos años, pero si visitamos el Museo con el paso del tiempo encontraremos también variaciones e incorporaciones.

Katharina Grosse. Faux Rocks, 2006
Katharina Grosse. Faux Rocks, 2006

Uno de los atractivos del proyecto lo da el hecho de que parte de estos trabajos no habían podido verse hasta ahora en una institución museística: es el caso de Faux Rocks, un gran volumen pintado de Katharina Grosse, o (casi) de Power Tools, de Hirshhorn, que solo se mostró una vez en el Kunstmuseum Wolfsburg. No faltan Goya y sus Caprichos (junto a artistas que se inspiraron en él, como Dzama, Rainer o Slater Bradley); la lámpara icónica de Ai Weiwei que Alvear incorporó a sus fondos hace unos años, fotografías en gran formato de Frank Thiel, piezas conceptuales de Doris Salcedo, obras de Yves Klein, Cy Twombly, Tàpies, Klee, Fontana o Moholy-Nagy, una instalación de Olafur Eliasson, una escultura de Dan Graham o piezas de Bunga o Ángela de la Cruz.

Viñuela también ha incorporado al recorrido a Nan Goldin, Kentridge, Louise Bourgeois, Elgreen & Dragset, Pistoletto, Richard Long, Tomás Saraceno o Dokoupil.

Olafur Eliasson. Echo Activity, 2017
Olafur Eliasson. Echo Activity, 2017
Ai Weiwei. Descending Light, 2007
Ai Weiwei. Descending Light, 2007

Helga de Alvear no necesita muchas presentaciones para los amantes de la creación contemporánea: nacida en la ciudad alemana de Kirn/Nahe en 1936, recaló en España recién superada la veintena para aprender el idioma y no abandonó nuestro país. El origen de su colección data de 1967, cuando conoció a la pionera galerista Juana Mordó y entró en contacto también con los artistas del grupo de Cuenca y El Paso. Su primera compra fue un Zóbel y desde entonces no ha dejado de adquirir arte.

En 1980 comenzó a trabajar en la galería de Mordó, donde pudo introducirse en el funcionamiento del mercado artístico internacional; desde entonces Alvear fue una de las impulsoras de la escena artística española, que incentivaría la creación de la Feria ARCO en 1982. Tomó las riendas de esa sala a la muerte de su mentora, en 1984, hasta que ya en 1995 abrió la galería madrileña que lleva su propio nombre. En sus exposiciones han tenido especial protagonismo la instalación, el vídeo y la fotografía. Considerada una de las cien figuras más influyentes del arte internacional por Art Review, ha recibido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, la Cruz de la Orden del Mérito Civil alemana o la Medalla Internacional de las Artes de la Comunidad de Madrid.

La creación de este Museo en Cáceres, y la donación de sus obras, se debe a su deseo de compartir con la sociedad su pasión por la creación actual, contribuir a la democratización del acceso a la cultura y al impulso del pensamiento crítico.

Helga de Alvear en el Museo Helga de Alvear. Fotografía: Luis Asín
Helga de Alvear en el Museo Helga de Alvear. Fotografía: Luis Asín

Los fondos atesorados hasta ahora por Alvear, como han podido atisbar quienes visitaron el anterior Centro de Artes Visuales, han sido reunidos desde la pasión y el afán de conocimiento. Los integran tres millares de piezas de más de medio millar de creadores, que continúan creciendo, y se fechan en su mayor parte desde la segunda mitad del siglo XX, con excepciones anticipatorias de la contemporaneidad como Los Caprichos de Goya. Entre esos autores representados -algunos los hemos citado ya- figuran Picasso, Kandinsky, Klee, Albers, Motherwell, Beuys, Nan Goldin, Dan Flavin, Barnett Newman, esenciales de la pintura española como Gordillo, Campano, Tàpies o Carmen Laffón; Ai Weiwei, Tacita Dean, Thomas Hirschhorn, Elmgreen & Dragset, fotógrafos como Hütte, Candida Höfer, Philip-Lorca di Corcia, Jeff Wall y David Goldblatt y videoartistas como Julian Rosenfeldt, Matta-Clark o Zhang Peili. Tampoco faltan piezas de Ignasi Aballí, Cristina Iglesias o el habitual en la galería madrileña Santiago Sierra.

La voluntad de Helga de Alvear al coleccionar siempre ha tenido más que ver con la conservación y la difusión que con el afán de poseer y este nuevo espacio prueba esa vocación pública de su actividad (privada).

Anotad, si planeáis una visita próxima: en 2021, el Museo ofrecerá acceso gratuito, visitas guiadas, actividades accesibles y otras propuestas para acercar el arte contemporáneo a todos los públicos, con las medidas de higiene necesarias.

Pierre Huygue en el Museo Helga de Alvear
Pierre Huygue en el Museo Helga de Alvear

 

 

MUSEO HELGA DE ALVEAR

c/ Pizarro, 10

Cáceres

 

 

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