Finaliza la restauración de una parte de la muralla cristiana de Madrid

Ya han finalizado, en la calle Almendro de Madrid, próxima al Museo de San Isidro, las obras de restauración llevadas a cabo por la Dirección General de Patrimonio Cultural para recuperar el lienzo de muro que ahora sabemos que correspondió a la muralla cristiana de la capital.

El inmueble que ocupaba el número 17 de dicha calle fue demolido en 1967, dejando al descubierto un tramo de muralla de unos 16 metros de longitud y seis de altura media que lindaba con el edificio contiguo de la Cava Baja. Tras esa demolición, el lienzo de la muralla presentaba graves signos de deterioro que la hacían difícilmente reconocible.

En la reciente intervención se ha restituido el material perdido para garantizar la seguridad y la estabilidad del muro, se han repuesto los morteros de cal perdidos y se han identificado las zonas originales y sus materiales, retirándose las partes añadidas de ladrillo, chapa y uralita que coronaban la muralla, para lo que se ha dado un tratamiento superficial diferenciador a las partes que no conservaban los materiales originales.

La muralla cristiana, según los restos arqueológicos contrastados en distintas excavaciones en el área urbana intra y extramuros, pudo comenzarse a construir tras la caída de Toledo durante el reinado de Alfonso VI y siguió su construcción coincidiendo con la inestabilidad de fronteras y dominios durante el siglo XII y el primer tercio del XIII hasta el año 1212, fecha de la batalla de las Navas de Tolosa. La muralla, por lo tanto, no sería unitaria en su construcción ni coetánea en todo el perímetro, tal como refleja el Fuero de Madrid.

El tramo de lienzo conservado en Almendro se corresponde con parte del trazado original entre Puerta de Moros y Puerta Cerrada, lienzo amurallado que recorre las actuales medianeras entre la calle del Almendro y la Cava Baja. Ese trazado se encuentra representado en el plano de Marcelli-Witt, datado en el siglo XVII, donde se aprecian las paredes de la muralla y un torreón en el interior de la manzana.

La ocupación de la zona amurallada, actualmente situada entre la calle el Nuncio, Costanilla de San Pedro y Almendro, en el interior del recinto, y entre Almendro y la Cava Baja en el exterior, se realizó por cesiones del concejo desde mediados del siglo XV a principios del siglo XVI, con la colmatación del foso-cava. En esas donaciones, la villa continuó manteniendo el derecho sobre la muralla, por lo que se permitió la construcción a una cierta distancia de los muros y torres sin poderla dañar ni en la altura ni en su cimentación.

El Ayuntamiento de Madrid recupera la muralla cristiana de la ciudad

 

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