En 1934 el dibujante estadounidense Alex Raymond inicia una serie de tiras para un suplemento dominical de King Features Syndicate. Su argumento es absurdo: Flash Gordon, un famoso jugador de polo y Dale Arden, futura novia del héroe, se lanzan en paracaídas cuando el avión en que viajaban se estrella contra un meteorito que se dirige hacia la tierra. Este hecho inicia un conjunto de delirantes circunstancias que les lleva a viajar por el espacio hasta el planeta Morgo y combatir con el malvado Ming. Contra todo pronóstico las aventuras de Flash Gordon se convirtieron en un éxito.
Unos pocos años antes un entonces desconocido arquitecto alemán, Eric Mendelsohn, ve interrumpida su prometedora carrera por el estallido de la primera guerra mundial y tras servir como enfermero voluntario de la cruz roja se alistó con los ingenieros hasta el final de la guerra en 1918. En sus incursiones por el noroeste de Prusia descubre la arquitectura cambiante de las dunas de arena que plasma en un conjunto de dibujos que denomina “architecture of the dunes, 1920”.
Uno de los aspectos que contribuyeron al éxito de las aventuras de Flash Gordon fueron los escenarios donde se desarrollaba la acción y que Alex Raymond supo plasmar en sus viñetas: ciudades sobre plataformas voladoras, torres imposibles, altas densidades… en la mayoría de los casos basadas en interpretaciones futuristas de antiguas civilizaciones.
Este mismo recurso escenográfico fue empleado por Fritz Lang para la película Metrópolis, como una ciudad de rascacielos cuya arquitectura casi art decó recuerda a los desarrollos urbanos que se estaban llevando a cabo en esos momentos en Nueva York y Chicago, filtrados por una estética maquinista y deshumanizada.
Interesado por esta arquitectura e influenciado por las corrientes expresionistas que reflejaba la película, Eric Mendelsohn dibuja edificios imaginarios que plasma en un conjunto de croquis, en muchas ocasiones sin un objetivo concreto, simplemente como divertimento.
A miles de kilómetros Alex Raymond dibujaba monocromáticas construcciones verticales de base porticada que se alzan sobre una gran escalinata. Grandes faros de estética futurista que servían de escenario para las confrontaciones entre el emperador Ming y un joven Flash Gordon.
Tras el regreso de la guerra, y gracias a su relación con el astrofísico Erwin Finlay-Freundlich, Eric Mendelsohn recibe el encargo de diseñar una torre como observatorio astrofísico en la ciudad alemana de Postdam. Para ello, recogiendo las investigaciones llevadas a cabo por el arquitecto, empezó a dibujar un conjunto de propuestas.
Esta investigación se concretaría en lo que se convertiría en la obra maestra de la ‘Arquitectura Expresionista’ europea, la “Einstein Tower”.
Epílogo: en 2011 una marca francesa de perfumes de lujo, Hermès, encarga a uno de lo mejores dibujantes de cómics del momento, Jean Giraud, más conocido como “Moebius”, la realización de un conjunto de ilustraciones que aludan al concepto de los viajes de Hermes (dios mensajero de la mitología griega). Como respuesta al encargo, Moebius realiza una serie de 9 dibujos que resumen en gran medida los conceptos desarrollados durante su larga trayectoria profesional. Torres monocromáticas, plantas porticadas, coronaciones a modo de observatorios…