Chiharu Shiota, Tàpies, el trauma y la muerte

La japonesa interviene los espacios de la Fundació del artista

Barcelona,

Bien conocida en España, donde ha ofrecido proyectos en la Fundació Sorigué de Lleida, el Espai d´Art Contemporani de Castellón o la sede de Casa Asia en Barcelona, y donde es representada por la Galería Nieves Fernández de Madrid, Chiharu Shiota crea instalaciones que generan espacios propios allí donde se muestran: es fácil que el espectador se adentre en ellas olvidando anteriores experiencias en intervenciones inmersivas, porque los hilos característicos de las propuestas de la japonesa incorporan un valor metafórico evidente en relación con las conexiones humanas, con nuestras formas de comunicación; en definitiva, con emociones.

También es Shiota, afincada desde hace años en Berlín, creadora de performances en las que se ha dejado influir por Ana Mendieta y otras artistas ligadas a la corriente feminista de inicios de los setenta: se sirve de su propio cuerpo para plantear nexos entre los individuos y nuestro pasado, en lo que tiene que ver con la memoria pero también con la tierra. Magdalena Abakanowicz y Muraoka Saburo son, asimismo para ella, figuras de referencia.

Chiharu Shiota. Fuera de mi cuerpo, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografia: Pep Herrero © VEGAP i l’artista, 2024
Chiharu Shiota. Fuera de mi cuerpo, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografía: Pep Herrero © VEGAP y la artista, 2024
Chiharu Shiota. Línea roja XII y Línea roja XIII, 2012.
Chiharu Shiota. Línea roja XII y Línea roja XIII, 2012. Fotografía: Pep Herrero © VEGAP y la artista, 2024

Desde el pasado 22 de marzo, y en el marco de las conmemoraciones del centenario del nacimiento de Tàpies, la Fundación del catalán le dedica la exposición “Cada quien, un universo”, que viene a posibilitar que su obra dialogue, en un sentido físico, con la arquitectura de esta institución, y en otro simbólico con la propia producción de Tàpies, que aplicó a su trabajo escalas muy diferentes pero que también abordó en él las relaciones entre presencia y ausencia o entre nuestro tiempo y el pasado, además de reivindicar la importancia de la memoria. Podemos decir que ambos (medio siglo los separa) vinieron a formular en sus creaciones cuestiones fundamentales sobre la condición humana a partir de objetos de uso cotidiano; que los dos han aludido a la muerte de manera recurrente, seguramente en relación con las enfermedades importantes que padecieron; y que se interesaron igualmente por el concepto de muro, fuese como frontera o como fuente de testimonios de épocas pasadas, con un valor representativo.

Precisamente la muerte, y los traumas o sufrimientos, son asuntos vertebradores de esta exhibición, comisariada por Imma Prieto: si el autor español, como explicó en sus textos, entendió que los dramas padecidos por los adultos encontraban cierto reflejo en las paredes que salían a su encuentro, Shiota ha buscado llevar el dolor a sus instalaciones, considerando siempre que este forma parte de la vida, al igual que el propio fin de esta, que no concibe ella como desenlace, sino como transición hacia un estado diferente que nos da acceso a un universo mayor pero que forma parte de nuestra misma dimensión. Tras padecer un cáncer grave desde 2005, escribió a Mami Kataoka, directora del Mori Art Museum nipón: Con la muerte delante de mí, me di cuenta de que había un mundo compartido por el universo que tengo en mi interior y por lo que hay afuera. Y, entonces, en un cierto momento, se me ocurrió que mi cuerpo era el más cercano a ese universo. Quizás cuando acaba nuestro tiempo, nos disolvemos por completo en ese universo. Quizás la muerte no sea un retorno a la nada sino, más bien, una cuestión de integrarnos, más allá de la extinción de la vida, en la muerte, en una fusión en algo más amplio que nosotros. Así es como empecé a incorporar la muerte a mi obra: la muerte no como final, sino como algo equivalente a la vida.

Chiharu Shiota. Célula, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografia: Pep Herrero © VEGAP i l’artista, 2024
Chiharu Shiota. Célula, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografía: Pep Herrero © VEGAP y la artista, 2024
Chiharu Shiota. Célula, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografia: Pep Herrero © VEGAP i l’artista, 2024
Chiharu Shiota. Célula, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografía: Pep Herrero © VEGAP y la artista, 2024

A partir de su enfermedad, la japonesa comenzó a introducir en sus obras partes del cuerpo para sugerir presencias, del mismo modo que sus camas, zapatos o sillas evocan individuos ausentes, a veces en posible conversación; se evidencia en este nuevo proyecto en Barcelona, que incluye más de cuarenta asientos encontrados en mercados de pulgas y millares de ovillos de lana. Esos miembros comunican más desde su fragmentación que en su unión: Mi arte ha cambiado desde que estuve enferma. Para curarme me extirparon el cuerpo, lo despedazaron y volvieron a unirlo. Esto ha cambiado la relación que tengo con él y, después de recuperarme, hice moldes de bronce de mis brazos, manos, pies y piernas. Quería esparcir por el suelo las partes de mi cuerpo. El cuerpo está despedazado, pero cada parte concreta expresa más emoción de la que el cuerpo entero podría transmitir. No faltan, tampoco, sus característicos hilos rojos, que remiten a otra organicidad, la de nuestros vasos sanguíneos como metáfora de esas conexiones humanas, intrincadas y complejas, que vinculan unas y otras sociedades. Lo micro y lo macro, también lo interior y lo externo, se unifican así en las creaciones de Shiota en equilibrio, recalcando que son posibles las zonas intermedias y desde un particular sentido de orden, compatible con la apariencia laberíntica de sus intervenciones.

Se compone esta muestra de dos instalaciones, dos obras sobre papel y cinco esculturas que ensalzan lo íntimo y vulnerable (de ahí su empleo del cristal o del alambre), lo transitorio y lo interrelacionado de cualquier vida; las acciones de tejer y desenredar hilos, como la de dibujar, son propicias a la introspección a la que invita su trabajo, casi una pica en Flandes en un tiempo marcado por el consumo de imágenes y palabras más o menos superficiales e inciertas.

Chiharu Shiota. Cada, quien un universo), 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografia: Pep Herrero © VEGAP y la artista, 2024
Chiharu Shiota. Cada quien, un universo, 2024. Fundació Antoni Tàpies, Barcelona. Fotografía: Pep Herrero © VEGAP y la artista, 2024

 

 

Chiharu Shiota. “Cada quien, un universo”

FUNDACIÓ ANTONI TÀPIES

Carrer d’Aragó, 255

Barcelona

Del 22 de marzo al 23 de junio de 2024

 

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