Patrimonio Nacional expone en el Palacio Real las colecciones de esculturas en bronce atesoradas por Austrias y Borbones
El espinario
“Brillos en bronce. Colecciones de reyes”
PALACIO REAL
Bailén s/n 28071
Madrid
Del 13 de noviembre de 2009 al 24 de enero de 2010
Del 13 de noviembre de 2009 al 24 de enero de 2010, en el Palacio Real de Madrid
Comisarias: Mª Jesús Herrero Sanz, Rosario Coppel Areizaga
Obras: 123 piezas, entre bronces, pintura y obras en papel
Organizan: Patrimonio Nacional, Fundación Banco Santander
Más de un centenar de obras, procedentes en su mayoría de las Colecciones Reales pero también cedidas por otras instituciones, como el Museo del Prado, el Arqueológico Nacional, la Casa de la Moneda, la National Gallery londinense, el Castello Sforzesco de Milán o la Biblioteca Nacional de Francia componen “Brillos en bronce. Colecciones de Reyes”, exhibición que abrirá sus puertas al público el próximo viernes en el Palacio Real de Madrid.
La muestra, organizada por Patrimonio Nacional en el marco del año dedicado a Carlos IV (objeto de una gran exhibición que finalizó el pasado verano), se estructura en cinco secciones: La colección de escultura en bronce bajo los Austrias, El gusto por la Antigüedad clásica, Los Borbones y el cambio de gusto, Carlos III y La colección de pequeños bronces de Carlos IV. A lo largo de su desarrollo, el público podrá conocer el gran interés que el pequeño bronce despertó en los monarcas de las dinastías Austria y Borbón durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
Las esculturas de bronce en pequeño formato comenzaron a realizarse en Italia mediante la técnica de la cera perdida; su tamaño no superaba el medio metro y eran requeridas por aristócratas y príncipes para coleccionarlas en sus gabinetes o studiolos.
La colección de bronces de la monarquía española la inició Felipe II a partir de las esculturas italianas que recibía como regalos diplomáticos. Su nieto, Felipe IV, incrementaría dichos fondos con las piezas que encargaría traer a Velázquez de sus viajes a Italia, entre ellas copias elaboradas por Antonio Susini del Toro Farnesio, el Hermafrodita o la Fuente de los Cuatro Ríos de Bernini. Por su parte, Carlos III, a su llegada a España desde Nápoles, pidió copiar en bronce obras en yeso halladas en las contemporáneas excavaciones arqueológicas de Herculano y Pompeya.
El interés por los pequeños bronces, como vemos, se mantuvo en los Borbones generación tras generación: Carlos IV engrosaría las Colecciones Reales con la compra de las piezas reunidas por el Conde de Paroy, muchas de ellas procedentes de Francia. “Brillos en bronce” proporciona una oportunidad excepcional para contemplar estos trabajos de forma conjunta, ya que normalmente forman parte de conjuntos decorativos más o menos dispersos.
Coincidiendo con la celebración de la muestra se ha editado un exhaustivo catálogo que reunirá textos de Jonathan Marsden, Bresc-Bautier, José Luis Sancho, Mª Jesús Herrero y Rosario Coppel, así como imágenes de muchas de las piezas expuestas.
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