Empieza la carrera de aparejador aunque la abandona al poco tiempo para dedicarse a la pintura. Como artista se forma primero en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla y luego en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1926 viaja a París y realiza obras influidas por el impresionismo. A su regreso estrecha lazos con la vanguardia y se vincula a la Sociedad de Artistas Ibéricos. Tras la proclamación de la República firma el Manifiesto dirigido a la opinión pública y a los poderes oficiales (1931) promovido por la Agrupación Gremial de Artistas Plásticos. En 1934 viaja a Italia gracias a una beca de la Academia de España en Roma. Su obra incorpora entonces la influencia de los metafísicos italianos, y en especial de Mario Sironi y Giorgio de Chirico. Alineado con la causa republicana durante la Guerra Civil, forma parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y colabora con el Ministerio de Propaganda realizando dibujos, carteles y grabados. Dentro de esta etapa se enmarca su serie Dibujos de Guerra, influida por Goya y Gutiérrez Solana. En 1938 se exilia en París y posteriormente en La Habana, Nueva York y México. Su obra, caracterizada por el uso de densos empastes, abarca temas y géneros variados: máscaras, paisajes, retratos, interiores, figuras femeninas… Hacia el final de su vida su paleta se aclara bajo la influencia de Ensor y Bonnard.