Los grabados de Paul Strand y de Edward Curtis sobre los indios norteamericanos le impresionan vivamente y determinan su inclinación hacia el arte gráfico. Sobresale en la técnica del fotograbado, método gráfico que prefiere por la cualidad intensa y aterciopelada de sus negros y por sus cualidades oníricas e intemporales. No obstante, también practica la fotografía y la estampación. El hueso de una ballena, una alambrada recortada contra el cielo, el balanceo de las palmeras de Miami o la aleta furtiva de un tiburón son algunos de los motivos captados en los fotograbados de este eibarrés recriado en Fuenterrabía, viajero y cosmopolita. Ha sido merecedor de varias becas y premios, entre ellos el premio Gure Artea (1991), la beca de residencia del Kala Art Institute de Berkley (1997), una mención de honor de la Calcografía Nacional (2001) y el Premio Nacional de Grabado y Arte Gráfica a la mejor obra realizada en 2001-2002 (Figura). Ha expuesto en galerías y museos de todo el mundo. Cabe destacar su presencia en el pabellón español de la International Biennial Fair, de Lubjana (Eslovenia) (1999), en Foto España (2000), en la Kln Art Fair de Colonia (2001) o en The AIPAD Photography Show de Nueva York (2002).