Falconet, Étienne-Maurice

París, 1716-1791 Escultor y teórico francés.


Es discípulo de Jean-Baptiste Lemoyne. El lenguaje del rococó alcanza su expresión más pura en el erotismo amable de sus figuras galantes o alegóricas, entre las que sobresale Bañista (París, Museo del Louvre, 1757). Muchas de ellas fueron reproducidas en porcelana de la fábrica de Sèvres, empresa que dirigió el propio artista entre 1757 y 1766, gracias a la mediación de su protectora, Madame Pompadour. Recomendado por Diderot, viaja a Rusia en 1766 y se presenta ante Catalina II. Para ella realiza su proyecto más ambicioso, la estatua ecuestre de Pedro el Grande en San Petesburgo, a quien, en un alarde de virtuosismo técnico, representa en corbeta pero prescindiendo de soporte. La cabeza del soberano es obra de su discípula, Marie-Anne Collot. Su carrera da un giro en 1783, cuando, a consecuencia de un ataque de apoplejía que le incapacita para esculpir, se centra en la escritura. Su obra más conocida a nivel teórico es Reflexiones sobre la escultura (1861) en la que sostiene la superioridad de los maestros modernos sobre los antiguos. Al margen de sus numerosos ensayos sobre arte, mantuvo una interesante correspondencia con Diderot y con Catalina la Grande. Es nombrado profesor de la Academia Real en 1761.

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