Vive y trabaja en Aranjuez. Estudia Bellas Artes en Buenos Aires especializándose en escultura, asistiendo durante ese tiempo, al taller de talla en madera de Enrique Gaimari y al del grabador Américo Balan. Abandona la escultura cuando inicia su relación con Dis Berlín, y se introduce en la pintura bajo la influencia de éste y Georgia O´Keefe, con la que comparte el gusto por los paisajes deshabitados y los detalles florales. Posteriormente en su trabajo aparece un tratamiento metafísico y de corte surrealista que recuerda la obra del exilio argentino de Maruja Mallo, particularmente en su manera geometrizante de tratar la naturaleza. Bloise, en composiciones cerradas trabajadas minuciosamente, recrea símbolos que tienen apariencia natural y perfiles de ciudades inventadas, con una gama cromática ácida donde lo que sucede trascurre únicamente en el terreno de la pintura. Se pueden destacar, entre otras, su participación en la colectiva, El retorno del hijo pródigo, Galería Columela, Madrid (1992), y su exposición en la Galería Arco Romano, Medinaceli (Soria, 1999).