Anna Jonsson llegó a Sevilla en 1982 desde su Suecia natal con el fin de pasar un año en nuestro país y regresar al suyo para convertirse en diseñadora industrial, pero se quedó y sus caminos le llevaron en otra dirección: la de la creación artística. Es autora de trabajos en disciplinas muy diversas, fundamentalmente de esculturas, pero también de pinturas, performances, danzas o piezas de videoarte; una primera mirada hacia ellas, y un cromatismo que podríamos calificar como amable, podrían devolvernos contenidos inocentes, pero una contemplación más detenida sugiere ya inquietud y alegato.
No cultiva temas muy específicos, porque las fuentes de su inspiración las encuentra en su propio entorno, en sus dispares preocupaciones, el cine y las lecturas, pero sí podemos distinguir dos asuntos especialmente presentes en su carrera: el feminismo (representa a mujeres intencionadamente fuera del canon) y la fuerza creadora. Y ambos centran la exposición que, desde el 2 de octubre, le dedica el centro sevillano 13 ESPACIOarte, ya desde su mismo título: “El tigre con salsa violeta”.
Comisariada por Tonia Trujillo, la exhibición, por un lado, supone una prolongación de su anterior proyecto “El tigre en mí”, figura animal esta que simboliza su impulso por crear, en ocasiones piezas nulamente plácidas y casi derivadas de pesadillas como Nooooo…(2021) o Nada nuevo bajo el sol (2021); en ellas, valiéndose del bordado, técnica también habitual en su producción, denuncia situaciones en las que el cuerpo de la mujer es desmembrado y torturado por múltiples vías. Otras veces concibe el tigre como su sombra y ha llegado a homenajearlo, en trabajos como El tigre (2020), No me dejes (2021), Dreams Come True (2021) o Me and My Shadow (2021).
Por otro lado, cede protagonismo a la figura que Jonsson bautiza como Supervioleta: un prototipo de mujer feminista y urbana, que supera los cuarenta años, tan bienintencionada como intensa, sabihonda e insistente. Aparece en su carrera ya desde 2008; entonces comenzó a dedicar al personaje una serie de vídeos, con el fin de que tuvieran continuidad anual y se compartieran, cada 8 de marzo, en su perfil en YouTube: @TheSupervioleta. No ha podido cumplir el propósito, pero no hay ningún arrepentimiento: Como buena mala feminista no he cumplido mi propósito de hacer uno cada año, he ido realizándolos cuando me apetecía, no soy una activista seria. Creo sinceramente que mi propia lucha feminista necesita el cachondeo para existir, de lo contrario se hace muy pesado señalar injusticias cada día, aunque sean pequeñas, no sé… como por ejemplo contar las fotos de un periódico y comparar cuántas son de tíos y cuántas de tías y decirlo a todos los que me rodean.
Los tres últimos vídeos de la serie los ha llevado a cabo este verano; se trata de Sofagate 2, Al Ataque y La Lenta y pueden verse ahora en Sevilla. Participan en ellos personas de su entorno que comparten con Jonsson causa feminista y a menudo estas grabaciones no son editadas y se exhiben sin postproducción, con el fin de mantener su espíritu espontáneo y lúdico. En sus palabras, para mantener el mensaje serio en la piel de la risa.
El feminismo de la artista, como hace patente su manejo de ese arquetipo, no conlleva eludir su lado menos luminoso ni cultivar la autocrítica. Una de las lecturas que inspiran el trabajo de la sueca es el ensayo de Jessa Crispin ¿Por qué no soy feminista?, de 2016, en el que formula que buscar los valores del feminismo implica enfrentarse también a lo que tiene de oscuro y Jonsson sostiene igualmente, en esa estela, que quizá haya que reivindicar en los postulados del movimiento cierto humor: Para ser fuertes debemos poder reírnos de nosotras mismas. Por eso otro de los ingredientes constantes de su obra, en cualquier formato, es una ironía ácida.
Ambos ejes temáticos, la fuerza creadora y la reclamación de la igualdad (en forma de denuncia de abusos y violencias hacia la mujer), se dan cita también en la performance que supondrá la culminación de esta muestra y que se llevará a cabo coincidiendo con su inauguración; La gran batalla supervioleta será una contienda a tres en la que participarán, como supervioletas, dos baterías (Amanda Palma y Carolina Cebrino) dirigidas por una maestra de ceremonias (Greta García), todas rapeando sobre aquella competición sin utilidad en torno a quién es mejor y más feminista. En suma, esta exposición concita la reflexión, el debate y la polémica; a cada espectador le conducirá a unas conclusiones.
13 ESPACIOarte, el centro que acoge “El tigre con salsa violeta”, inició su andadura en 2017 bajo la dirección de la propia Tonia Trujillo. De carácter híbrido e independiente, se dedica a la exposición, venta, difusión y promoción del arte contemporáneo y especialmente a la visibilización del trabajo de mujeres artistas que analizan la desigualdad de género desde un punto de vista crítico y con vocación social. Además de exhibiciones, presenta encuentros, festivales, conferencias, talleres, publicaciones y debates.
Anna Jonsson. “El tigre con salsa violeta”
13 ESPACIOarte
C/ Lino 12. Polígono HYTASA
Avenida de Hytasa-Cerro del Águila
Sevilla
Del 2 de octubre al 18 de diciembre de 2021
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