El pasado 2021, la Fundación MAPFRE convocó por primera vez el certamen KBr Photo Award, destinado a propuestas de fotógrafos actuales vinculadas al género documental, que es una de las líneas maestras de sus exposiciones y también de su colección, poblada de nombres como Walker Evans, Lee Friedlander o Lisette Model. Resultó ganadora de aquel premio la artista rusa Anastasia Samoylova, desde hace dieciséis años residente en Miami, que en 2022 presentó en la Galería Sabrina Amrani una serie de trabajos ligados a Florida y que ahora nos muestra en Madrid su proyecto Image Cities, bajo el comisariado de Victoria del Val y tras su paso por Barcelona.
Se trata de un estudio visual, desarrollado durante un año y medio, que profundiza en la cada vez más honda integración de la fotografía en el medio urbano: para Samoylova, las grandes ciudades tienen ya mucho de collages de imágenes gracias a vallas promocionales, carteles a pie de acera y arquitecturas que hoy diríamos instagrameables; unas y otros hacen que las contemplemos como un escenario para el comercio y la fantasía, más que como un entorno para la vida o como enclaves testigo de la historia.
Desde una perspectiva crítica, sin dejar de velar por la estética, esta fotógrafa incide en lo que tienen las metrópolis de espectáculo a partir de composiciones abigarradas y complejas, en sintonía con la realidad que retratan; es posible considerarlas incluso poemas visuales en los que se homogeneizan disparidades y prácticamente no aparecen seres humanos: cuando lo hacen su escala es menor en comparación con la de edificios y anuncios, como si fuésemos casi una especie amenazada por un consumismo y una especulación que serían los verdaderos moradores de esas ciudades.
Las que ha captado esta artista -formada en Diseño Medioambiental y en Estudios Artísticos Interdisciplinares, y tendente a la experimentación con forma y contenido en todas sus propuestas- son Moscú y Nueva York (allí inició esta serie en el verano de 2021) y después, gracias a la dotación de este premio, una quincena más, entre ellas Ámsterdam, París, Londres, Bruselas, Tokio, Barcelona o Madrid. Tras su objetivo, estas capitales nos resultarán semejantes entre sí pese a los intentos recientes de resignificar sus respectivas particularidades: parece que nos encaminamos hacia un paisaje urbano genérico dominado por el vidrio y el acero en el que tiendas y oficinas, pero también viviendas, se parecen cada vez más, acercándose casi a la noción de no ciudades, en alusión a la de no lugares referida a los espacios de tránsito impersonales. Esa sensación, en la Fundación, queda reforzada en el montaje: no veremos cartelas individualizadas señalando dónde se tomó cada imagen, sino que se ha optado por identificar las composiciones mediante números que el interesado podrá asociar a su escenario después, si lo desea.
Si las fotografías que componen “Estampas porteñas“, la reciente muestra de Facundo de Zuviría que la Fundación ofreció en sus salas de Recoletos, surgieron de la deambulación del fotógrafo por Buenos Aires, las que integran Image Cities derivan también de los recorridos de Samoylova, como una suerte de flâneuse, por esas ciudades contemporáneas de identidad evanescente, y nos invitan a plantearnos cuestiones candentes en relación con las políticas urbanísticas y la sostenibilidad en un tiempo, el nuestro, en el que las grandes poblaciones se someten a constantes cambios.
En lo formal destacan estos trabajos por el poder pronunciado dado al color, la superposición de motivos y las referencias al collage. Es así desde uno de sus proyectos tempranos, Landscape Sublime, que realizó bajo la influencia de artistas rusas de vanguardia como Natalia Goncharova o Liubov Popova; su punto de partida eran imágenes tomadas de Internet (libres de derechos) que ella imprimía, recortaba, ensamblaba, montaba y trasladaba a lo tridimensional para regresar después a lo bidimensional una vez fotografiadas, conforme a un proceso creativo en el que mantienen su peso procedimientos manuales y artesanales. En el caso de Image Cities, el recurso al collage está presente, pero esta vez solo en cuanto a la mera composición de las piezas.
La exhibición que podemos visitar desde el 1 de junio en Madrid consta de cuarenta y nueve trabajos seleccionados entre los más de 15.000 de los que consta aquel conjunto (previo acotamiento a doscientos); su sentido como serie se hace evidente al diluirse la individualidad de esas distintas urbes en favor de la de una aparente única ciudad global por la que los viandantes caminan absortos o indiferentes, solitarios y quizá alienados, mientras pugnan por reclamar su atención lonas y vallas publicitarias que anuncian promociones de viviendas de lujo, tecnología, joyas, perfumes o moda; reclamos que nos resultan lejanos a la rutina de esos urbanitas, a la par que comunes a este ranking de urbes globalizadas. Entre vivos tonos y contornos nítidos, juegos de reflejos y sucesiones de planos, domina estas fotografías la monumentalidad de los edificios que son soporte de anuncio, muchas veces rascacielos, frente a otros motivos.
Culmina el recorrido un grupo de escenas centrado en la imagen de la mujer en la ciudad: subraya esta autora que la figura femenina ha devenido reclamo en la sociedad de consumo, como objeto y sujeto de una publicidad que la asocia al lujo y al glamour y la aleja de los problemas y preocupaciones habituales de la mayoría de ellas.
Además de evocar a Atget, Berenice Abbott o Lisette Model, grandes retratistas de la arquitectura y la vida urbana, la obra de Samoylova, por su estructura compositiva y la importancia de los juegos de reflejos, nos hará seguramente recordar al citado Lee Friedlander, a quien ella venera y quien también pasó por este mismo espacio, hace dos años. Encontraremos asimismo guiños al surrealismo, en forma de encuentros inesperados, en ocasiones entre lo real y lo semejante recreado, entre el hombre con sombrero de Magritte y su manzana (nacen, esos hallazgos, de horas de espera en pos de un instante decisivo), y a otros motivos de la historia del arte, incluso de raíces primitivas, como el ojo que todo lo ve.
Forma parte, esta exhibición, del programa oficial de PHotoESPAÑA.
Anastasia Samoylova. “Image Cities”
FUNDACIÓN MAPFRE. SALA RECOLETOS
Paseo de Recoletos, 23
Madrid
Del 1 de junio al 27 de agosto de 2023
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