Amondarain, una agitación visual

La sala Kubo Kutxa presenta su primera retrospectiva

San Sebastián,

Conocemos fundamentalmente a José Ramón Amondarain por su extensa obra pictórica, pero el artista donostiarra es autor poliédrico que se sirve de procedimientos, tanto materiales como conceptuales, muy diversos, por eso la antología que hasta el próximo septiembre le dedica la sala Kubo Kutxa de su ciudad cuenta fundamentalmente con esculturas, constantemente presentes en su trabajo de taller y también, de forma explícita o implícita, en la mayoría de sus exposiciones.

Esta retrospectiva, comisariada por Francisco Javier San Martín, lleva por título “Agitar las imágenes” y cuenta con cerca de doscientos trabajos fechados a lo largo de tres décadas, obras representativas de la mayoría de sus series. Da fe esa selección de la mirada abierta de Amondarain tanto a la sociedad y al mundo como al panorama artístico: a los creadores que le son contemporáneos y también a la tradición modernista.

Las piezas escogidas (como decíamos en buena medida escultóricas, con el fin de reivindicar esa faceta de su producción y de relacionarla con el resto de su obra) se apropian del espacio de Kubo Kutxa hasta habitarlo: el propio artista ha elegido la disposición de los trabajos, de modo que el espacio expositivo se haya convertido en una suerte de bosque de esculturas que concibe como compendio de su trayectoria.

José Ramón Amondarain. Cuánto de quién, 2006. Foto: Lopez de Zubiria
José Ramón Amondarain. Cuánto de quién, 2006. Fotografía: Lopez de Zubiria

Amondarain ha querido desvelar, así, algunos de sus diálogos con la Historia del Arte por la vía de la copia, la apropiación, el desvío, la parodia o el manejo de imágenes tomadas de la vida cotidiana: en buena medida, sus procesos creativos se basan en la recolección de materia prima ajena, en nuestro actual contexto de hiperabundancia visual, y en ponerla en acción, dado que, considera el artista vasco, a día de hoy la apropiación es irrenunciable y no puede evitarse el canibalismo cultural, además de ser productivo y funcional. Cabe recordar que uno de sus proyectos más significativos y recientes nació a partir del Guernica de Picasso.

Los tres espacios de Kubo Kutxa acogen el despliegue de esta antología: en el de la entrada, podemos ver dos series que se refieren a la relación de Amondarain con el legado moderno y su propósito de llevarlo a su terreno, individual y temporal, en el taller: se trata de las piezas de poliéster que componen Anagramas, en las que nombres de varios artistas, trastocando el orden de sus letras, devienen términos relacionados con el trabajo o con la percepción que el autor tiene de él; y de Aviones, un conjunto de objetos vinculados al aeromodelismo que se nos muestran cubiertos con motivos propios de pintores próximos a Amondarain. En este caso, la pintura homenajea y camufla a un tiempo.

José Ramón Amondarain. Dig it all, 2001. Foto: Lopez de Zubiria
José Ramón Amondarain. Dig it all, 2001. Fotografía: Lopez de Zubiria

Ya en la sala principal nos espera en puridad ese bosque de esculturas del que hablábamos: se trata de obras dispuestas sobre peanas formando un conjunto denso; las encontraremos de grandes dimensiones (El corte o Punto ciego, Háptica o Cuánto de quién) y también diminutas y experimentales, prácticamente fragmentarias. Las habrá tempranas, ejecutadas en plomo u óleo, y también recientes, realizadas estas en materiales diversos, en algunos casos durante la preparación de esta exposición; en las paredes de la sala contemplaremos impresiones, a modo de manifiestos o carteles, relativos a los propios mecanismos de trabajo de Amondarain en su estudio y a destellos de sus ideas. Funcionan como una suerte de diario visual de su labor.

Y en la última sala de la exhibición, para terminar, se nos ofrece una proyección de parte de las imágenes de las que se ha alimentado el de San Sebastián a la hora de desarrollar su producción a lo largo de toda su carrera, ironía mediante: su presentación en un entorno intencionadamente vaciado de piezas nos permitirá encontrar las referencias reveladoras de las que partían las obras que previamente contemplamos.

José Ramon Amondarain. Flag, 2019. Foto: Lopez de Zubiria
José Ramon Amondarain. Flag, 2019. Fotografía: Lopez de Zubiria

 

J.R. Amondarain. “Agitar las imágenes”

SALA KUBO KUTXA

c/ Zurriola, 1

San Sebastián

Del 21 de mayo al 26 de septiembre de 2021

 

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