Alegría y Piñero, el sonido del barro

Presentan su proyecto La voz encontrada en el MUSAC

León,

Los buenos conocedores de las actividades del MUSAC de León conocéis su convocatoria Laboratorio 987, un programa permanente de ayudas destinadas a la producción y la difusión de la cultura contemporánea que abre en ese centro espacios para el ensayo y la experimentación ajenos a las presiones de productividad de otros entornos.

Los últimos artistas en sumarse a esta propuesta son Alegría y Piñero (Alegría Castillo Roses y José Antonio Sánchez Piñero), que trabajan como pareja creativa desde hace una década y que hace algo más de un lustro decidieron centrar su trabajo en el estudio de la fenomenología del habla, a partir de esculturas en cuya materia encuentran voz. Asimismo, son impulsores de un programa formativo y de creación artística con personas con discapacidad intelectual en La Puebla de Cazalla, la localidad sevillana donde residen.

Con esa primera vertiente de sus intereses, la materia y el lenguaje, entronca la exhibición que desde el pasado 16 de octubre presentan en el MUSAC: “La voz encontrada” se adentra en las posibilidades comunicativas de los materiales más sencillos (la madera, la caña o el barro) y en nuestras opciones de encontrar sonidos orgánicos, concretados en fonemas que podemos reconocer, en el modelado y la escucha detenida, larga; un proceso que podemos considerar casi oracular y que implica dejar a un lado nuestra propia voz en favor de la revelada.

Dos conceptos, acuñados por ellos mismos, resultan fundamentales a la hora de comprender los trabajos de Alegría y Piñero: los de Encicloscopio y Enciclocalia. El primero hace referencia a las extensas indagaciones que desarrollaron circularmente a partir de un mismo concepto, el de esa fenomenología del habla, a partir de 2014; el segundo alude a las obras resultantes de esas investigaciones: performances y esculturas con las que abordan nuevas perspectivas sobre la comunicación.

El punto de partida de estos últimos trabajos son algunos modelos de máquinas parlantes de los siglos XVIII y XIX, incluyendo invenciones de Kempelen o modelos vocálicos de Kratzenstein; atendiendo a esos ejemplos, han experimentado Alegría y Piñero con esculturas sonoras capaces de modular el sonido gutural de algunos instrumentos populares, como los pitos de caña, hasta lograr la emisión de determinados fonemas. Su primer hallazgo de una de esas voces ajena a sí mismos, obtenida de un material tan habitual y humilde como el barro y alcanzada gracias al aire insuflado, supuso para ellos el inicio de una senda de diálogo con lo tangible que les ha permitido dar forma a piezas que pronuncian consignas.

Para estos artistas andaluces, las esculturas pueden ser tropos y tener la capacidad de desvelar lo escondido tras el lenguaje, más significativo de nuestra interioridad que la propia voz; de hecho, a la hora de trabajar ellos mismos se dejan sorprender por las fórmulas que sus obras manifiestan, materializando un sonido que nos resulta tan orgánico como artificial, ancestral y palpable.

Alegría y Piñero. Persistencia del lenguaje (detalle), 2019. MUSAC
Alegría y Piñero. Persistencia del lenguaje (detalle), 2019. Cortesía de los artistas

En esta exhibición se han reunido cuatro proyectos recientes y representativos de su labor encontrando expresión en lo inerte: se trata, por orden cronológico, de Coro vocálico (2017), Persistencia del lenguaje (2019), Palabra en masa: ahorra (2020) y Ahorra (2021). Todas ellas son obras sonoras que en el MUSAC se muestran silentes y en reposo; de algún modo sus estructuras neumáticas se encuentran en espera del hálito que les confiera comunicación y vida.

Las formas de estos trabajos se sitúan a medio camino entre la organicidad derivada de su modelado y la funcionalidad propia del objeto práctico, por lo que es posible imaginar acciones con las que utilizarlos. Para conocer los rituales por los que son activados tenemos que atender a los audiovisuales proyectados en sala o asistir a alguna de las activaciones que tendrán lugar a cargo de Ester Ugarte (12 y 14 de noviembre) y Luis Martínez Campo (19 de diciembre); en todos los casos con entrada libre hasta completar aforo.

“La voz encontrada”, en definitiva, nos propone un ejercicio experimental de comunicación y sugiere la existencia de una particular arqueología del habla ligada a lo matérico y al aire, no a nuestras gargantas ni a nuestros labios.

Alegría y Piñero. Coro vocálico, 2017. Cortesía de los artistas
Alegría y Piñero. Coro vocálico, 2017. Cortesía de los artistas
Alegría y Piñero. Palabra en masa: ahorra, 2021. Cortesía de los artistas
Alegría y Piñero. Palabra en masa: ahorra, 2021. Cortesía de los artistas

 

 

Alegría y Piñero. “La voz encontrada”

MUSAC

Avenida de los Reyes Leoneses, 24

León

Desde el 16 de octubre de 2021

 

 

 

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