Ad Reinhardt, la abstracción radical y todo lo demás

La Fundación March presenta su primera muestra española

Madrid,

Él mismo dijo que había nacido el mismo año que el arte abstracto e, incluso, se refería a él en términos amorosos: I was born for it and it was born for me. Ad Reinhardt comenzó a experimentar con las formas geométricas en los treinta, bajo la influencia del cubismo y el constructivismo, de Jean Hélion, Stuart Davis, Paul Klee y Piet Mondrian y se convertiría en uno de los primeros miembros del colectivo American Abstract Artists y después en uno de los artífices del expresionismo abstracto, junto a Jackson Pollock, Mark Rothko, Clyfford Still y Barnett Newman, con la Betty Parsons Gallery de Nueva York como escenario de sus primeras exposiciones.

Las décadas de los cuarenta y los cincuenta resultarían fundamentales en su evolución, corta dada su temprana muerte en 1967: experimentó con diversos medios y técnicas (la pincelada delicada, el gesto caligráfico), desarrolló un agudo sentido de la investigación compositiva y del color atmosférico e hizo de una acentuada tensión entre los primeros planos y los fondos su sello distintivo. Estudió, asimismo, el género del collage: se valió de recortes de periódicos y revistas para ahondar en interacciones cromáticas y en problemáticas espaciales, evitando retazos expresionistas o referencias a lo real con el fin de generar composiciones sin motivos identificables, liberadas de los tradicionales procesos pictóricos. Esos rasgos no solo resultarían vitales en su trayectoria, sino también en la abstracción estadounidense en general y en el triunfo internacional de la pintura americana en las décadas siguientes.

Las creaciones de Reinhardt, de hecho, tendrían un amplio eco en una generación más joven de artistas surgida a finales de los años cincuenta y sesenta y su obra se exhibiría junto a la de autores vinculados a la abstracción postpictórica, la pintura de campos de color y junto a la de minimalistas como Carl Andre, Dan Flavin, Donald Judd, Ellsworth Kelly y Robert Smithson. Hay que incidir, asimismo, en el impacto de la cultura asiática en su carrera, resultado de diversos viajes: descubrió el arte islámico y encontró en el espacio abstracto de la pintura china su alternativa personal a los postulados cubistas.

Tras cultivar un monocromatismo muy rico en matices, en rojos o azules, su producción última, la de los sesenta, la constituyen lienzos contundentes, en formato cuadrado y aparentemente opacos en su negritud; sin embargo, una mirada detenida permite distinguir en ellos una figura central cruciforme y tonalidades distintas. Es fácil detectar aquí búsquedas espirituales, también afinidades con Josef Albers.

Ad Reinhardt. Yellow Painting, 1949. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York, donación anónima, 1980. © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021
Ad Reinhardt. Yellow Painting, 1949. Solomon R. Guggenheim Museum, Nueva York, donación anónima, 1980. © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021

Aquella familiaridad con la que se refería al arte abstracto tiene que ver con que fue el artista de Buffalo (en dos años celebraremos el centenario de su nacimiento) el único ligado a la Escuela de Nueva York que nunca pintó obras figurativas, siendo, aún así, talentoso en el dibujo, como demostró en sus colaboraciones en prensa. Se explica porque estaba convencido de que había formas superiores de creatividad y buscó alcanzar, de nuevo en sus palabras, una pintura pura, abstracta, no objetiva, atemporal, inmutable, implacable y desinteresada, entre materialista y mística; ante ella, solo cabe la contemplación pausada.

Ad Reinhardt. Brick Painting, 1950. VAM Institut Valencià d’Art Modern, Generalitat, Valencia (1992.089) © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021
Ad Reinhardt. Brick Painting, 1950. VAM Institut Valencià d’Art Modern, Generalitat, Valencia (1992.089) © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021
Ad Reinhardt. Abstract Painting, 1962. Colección del Museum of Contemporary Art Chicago, donación de William J. Hokin. © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021
Ad Reinhardt. Abstract Painting, 1962. Colección del Museum of Contemporary Art Chicago, donación de William J. Hokin. © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021

Su primera exhibición en España, y una de las más amplias entre las que se le han dedicado en Europa, puede visitarse desde mañana en la Fundación Juan March madrileña (en Estados Unidos ha sido ampliamente celebrado, pero a este lado del océano resulta para la mayoría casi un desconocido). La comisarían María Toledo y Lynn Zelevansky y, bajo el título “El arte es el arte y todo lo demás es todo lo demás”, hace hincapié en su papel como precursor del minimalismo y del arte conceptual y en la importancia de sus escritos a la hora de comprender aspectos claves en su trayectoria.

El lema que nombra la exhibición corresponde justamente a una de sus contundentes declaraciones sobre la naturaleza de la creación y, tomándolo como punto de partida, el recorrido se articula en dos secciones, correspondientes obviamente el arte y a todo lo demás. El arte es el arte… acoge una selección de su obra plástica, casi medio centenar de pinturas y dibujos, como decíamos radicales apuestas por la abstracción y el abandono de toda referencia externa, y …y todo lo demás es todo lo demás se nutre de material documental relacionado con sus facetas de profesor, ilustrador, ensayista y creador de textos y viñetas sobre historia y crítica del arte y sobre artistas e instituciones; las actividades que, en definitiva, le proporcionaron los recursos y la independencia necesarias para su producción puramente plástica. No faltan tiras cómicas, diapositivas que empleaba en su labor docente, panfletos y publicaciones en prensa atentas a la política y el devenir social de su época.

Este material ha sido estructurado en la Fundación atendiendo a algunos de los hitos más significativos tomados de la autobiografía resumida que el mismo Reinhardt escribió en forma de cronología satírica –una burla de las cronologías artísticas al uso– para el catálogo de la retrospectiva que el Jewish Museum neoyorquino le brindó en 1966.

La muestra se ha realizado con la colaboración de la Ad Reinhardt Foundation y con el apoyo de la Terra Foundation for American Art.

Ad Reinhardt. “Cómo mirar una pintura cubista”, PM, 27 de enero de 1946 © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021
Ad Reinhardt. Cómo mirar una pintura cubista. PM, 27 de enero de 1946 © Anna Reinhardt/Vegap, Madrid, 2021

 

 

Ad Reinhardt. “El arte es el arte y todo lo demás es todo lo demás”

FUNDACIÓN JUAN MARCH

c/ Castelló, 77

Madrid

Del 15 de octubre de 2021 al 16 de enero de 2022

 

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