Este verano, hasta el 1 de agosto, podemos ver una selección de sus obras fundamentales en la sede en París de la galería Gagosian y, durante la primavera, la Fondation Cartier presentó la primera individual de Bruce Nauman en la capital francesa en quince años. Si os habéis perdido estas muestras y estáis deseando acercaros en vivo a su obra, la gran oportunidad (seguro que habrá otras antes, pero no tan completas) llegará en 2018: en marzo de ese año el centro Schaulager de Basilea abrirá la retrospectiva más completa en dos décadas dedicada al artista estadounidense, una exhibición que en septiembre viajará al MoMA.
La muestra se nutrirá de los ricos fondos en obras de este artista con los que cuentan ambos centros, el suizo y el americano, y repasará la carrera de Nauman al completo, desde sus tempranas esculturas de 1965 hasta su producción más reciente. No habrá discriminación de medios: podrán verse dibujos, grabados, fotografías, neones, testimonios de sus performances, vídeos, esculturas y ambiciosas instalaciones como la multicanal Days (2009), que valió a Estados Unidos el León de Oro al mejor Pabellón Nacional en la Bienal de Venecia de aquel año.
Serán los comisarios del proyecto Kathy Halbreich, directora asociada del MoMA; Heidi Naef de Schaulager y Magnus Schaefer, asistente del Departamento de Pintura y Escultura del centro neoyorquino.
A lo largo de su extensa trayectoria, Bruce Nauman ha explorado continuamente cómo nuestra percepción del entorno y de nosotros mismos está condicionada por nuestra relación psicológica y fenomenológica con el tiempo, el espacio, el sonido, el movimiento y la arquitectura, así como por los vínculos entre el lenguaje y el poder.
La mayor parte de sus trabajos se basan en la repetición, la permutación y los juegos de palabras en los que éstas pueden cambiar repentinamente de significado, y tienen como fondo cuestiones éticas y filosóficas fundamentales plasmadas en la dicotomía entre lo bueno y lo malo, la vida y la muerte.
En más de una ocasión Nauman ha afirmado que su verdadero interés reside en “la investigación de las posibilidades de lo que el arte puede ser”, más que en la fabricación de objetos. Podemos considerar que el americano es seguramente el artista más influyente en las nuevas generaciones de creadores que han convertido en su rutina transgredir las barreras entre disciplinas y formatos y adentrarse en la performance cuando conviene a sus investigaciones. Aún hoy es complicado mencionar otro escultor (en origen) que haya trabajado durante tanto tiempo y tan persuasivamente en tantos medios.
Para ir abriendo boca de esta gran antología, os hablamos de los cuatro grupos de obras que han convertido a Bruce Nauman en el chamán de la circularidad.
OTRAS NOTICIAS EN MASDEARTE: