The Pop Art Culture: un cónclave popular y americano

CentroCentro muestra obras de Lichtenstein, Rauschenberg, Warhol y Keith Haring

Madrid,

En diálogo con la muestra, recientemente abierta por el Museo Thyssen, dedicada a Alex Katz, que no podemos calificar como artista pop pero que sí se ha acercado a la estética de aquel movimiento, y con la propuesta que CentroCentro presenta en el marco de PHotoESPAÑA, “FOTOGRAFÍA PÚBLICA. Los años sesenta”, que ofrece otra visión de la cultura popular en ese periodo, este espacio cultural del Ayuntamiento de Madrid ha inaugurado hoy la que será la exposición estrella de su temporada veraniega: “The Pop Art Culture”.

Puede visitarse en la planta baja del Palacio de Cibeles, ha sido comisariada por Lola Durán Úcar y centra su atención en cuatro artistas, todos ellos americanos: hay que recordar que Estados Unidos fue el país donde esa corriente alcanzó mayor desarrollo; que no el primero, ese fue Reino Unido, donde surgió como reacción a la solemnidad romántica del arte británico de los cuarenta. Al otro lado del océano, implicó un revulsivo ante un expresionismo abstracto tenido por intelectualizado, elitista… e incluso vacío.

Los impulsores del Pop, es sabido, convirtieron la trivialidad en un tema digno de tratamiento estético y la monumentalizaron recurriendo a la ampliación y reflejando los iconos de la cultura de masas de manera inteligente y crítica. Pese a su impulso popular, el estilo se orientó a partir de la reivindicación de Duchamp de que el arte debía ser, ante todo, sagaz y, aunque los asuntos abordados fueran banales, los medios estéticos de los que se valieron solían ser sofisticados. Este fue, en definitiva, un arte para la reflexión y el goce que reclamaba la ausencia de prejuicios tanto por parte de los autores como por parte de la audiencia.

Si los creadores pop americanos, más pragmáticos, tendieron a inspirarse en la publicidad, en Inglaterra se hizo fuerte la representación de los símbolos de la producción y el consumo de masas; en todo caso, unos y otros buscaron dar forma a creaciones que fueran tan vitales y diversas como la vida contemporánea tras la II Guerra Mundial, accesibles a todas las capas sociales, y quisieron abrir las puertas entre creación y vida cotidiana.

Los seleccionados para el recorrido en CentroCentro han sido Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg, Andy Warhol y Keith Haring; de ellos contemplaremos piezas conocidas y otras no tanto, muchas de ellas relacionadas, justamente, con el contexto norteamericano de los sesenta, caracterizado por la expansión económica plena, un consumo ya no incipiente sino consolidado y la influencia creciente de los medios de comunicación de masas. Estos últimos repercutirían, claramente, en la producción de esos artistas, junto a la fotografía, el cómic y la publicidad y los cuatro tendrían en común, además, su empleo habitual de la serigrafía, procedimiento gráfico que les permitía trabajar con rapidez, producir un gran número de piezas y poner en cuestión, por la vía de la repetición, la noción de obra única.

Roy Lichtenstein. Girl with hair ribbon , 1993. © Estate of Roy Lichtenstein / VEGAP 2022
Roy Lichtenstein. Girl with hair ribbon, 1993. © Estate of Roy Lichtenstein / VEGAP 2022
"The Pop Art Culture". CentroCentro. Palacio de Cibeles
“The Pop Art Culture”. CentroCentro. Palacio de Cibeles

Lichtenstein, que antes de su tránsito al Pop cultivó el expresionismo abstracto, abre la exhibición con sus viñetas llevadas al gran lienzo: el tebeo fue la base de su estética, sobre todo los inspirados en guerras o en novelas y películas protagonizadas por mujeres llorosas en trances sentimentales. Ambos asuntos, la violencia y el amor (y sus clichés), marcarían su producción desde que en 1962 comenzó a trabajar junto al marchante Leo Castelli; en Madrid puede verse la serie de tres serigrafías As I opened fire (1964), donde mostró componentes de un avión junto a onomatopeyas; trabajos tomados de sus Modern series, donde se dejó influrnciar tanto por la ornamentación modernista como por los medios de producción masivos, y carteles de contenido cultural.

Robert Rauschenberg. Peace , 1971. © Estate of Robert Rauschenberg/VAGA, New York/VEGAP, Madrid, 2022
Robert Rauschenberg. Peace, 1971. © Estate of Robert Rauschenberg/VAGA, New York/VEGAP, Madrid, 2022

Le toma el relevo Rauschenberg, de quien se subrayan sus capacidades experimentales. Algunas de las primeras performances llevan su sello y trabajó en este campo junto a Merce Cunningham y John Cage, coreógrafo y músico con los que también llevaría a cabo la danza Pelican, cuya filmación puede contemplarse en CentroCentro al lado de imágenes de aquel momento en las que veremos al artista bailando con patines y paracaídas. También ha llegado a estas salas el tríptico Autobiography (1968), en el que ofreció una crónica de su propia vida a partir de imágenes y palabras.

En parte de su trabajo mostró sus inquietudes sociales y políticas… como también Warhol, con sus imágenes dedicadas a las sillas eléctricas donde se aplica la pena de muerte, que inician su sección en “The Pop Art Culture”. Desde sus convalecencias infantiles reunió fotografías de estrellas del cine y después las plasmó en retratos coloristas y seriados; también a figuras políticas, cantantes y un elenco de mitos del que ansió formar parte, con éxito, aunque no los situó demasiado lejos de aquellos productos comerciales, y animales, que elevó a la categoría de arte con determinación. Junto a esas piezas, podremos ver varias portadas para vinilos o la serie Flash November 22, en la que conviven Kennedy y su presunto asesino, Lee Harvey Osvald.

Andy Warhol. Marilyn, 1967. © 2022 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
Andy Warhol. Marilyn, 1967. © 2022 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP

Es posible que la presentación más interesante de las cuatro sea la correspondiente a Keith Haring, tan activista como artista y el autor que con mayor pureza encarnó los propósitos del arte pop de, más que acercarse a los intereses populares, fundirse con ellos (algunos de sus trabajos vieron la luz en el metro).

Amigo de Warhol, y admirador como él de Walt Disney, ideó en 1986 el personaje de Andy Mouse, y con él, y con sus proyectos musicales o ligados a la moda, adquirió un notable éxito que le llevó a participar en campañas publicitarias como la de Lucky Strike en 1987, donde representó obras clásicas junto a cajetillas de esa firma. Al año siguiente se le diagnosticaría el sida que acabó tempranamente con su vida: tras el golpe de ese anuncio, y junto al escritor William Burroughs, llevó a cabo la muy interesante serie Apocalypse, en la que aunó su visión de la enfermedad con la manejada por textos cristianos sobre el fin del mundo, entre la catástrofe y la esperanza.

“The Pop Art Culture” nos retrotraerá, además, al verano de 1984: Andy Wahol llamó a Robert Mapplethorpe para fotografiar a Grace Jones mientras su cuerpo era pintado… por Keith Haring (ella capitaneaba entonces las listas del Billboard). El entonces muy joven fotógrafo español Javier Porto estaba allí, cumplía años… y se le hizo el regalo de inmortalizar el making of de ese encuentro del que él y la cantante son los únicos supervivientes.

"The Pop Art Culture". CentroCentro. Palacio de Cibeles
“The Pop Art Culture”. CentroCentro. Palacio de Cibeles
"The Pop Art Culture". CentroCentro. Palacio de Cibeles
“The Pop Art Culture”. CentroCentro. Palacio de Cibeles

 

“The Pop Art Culture”

CENTROCENTRO. PALACIO DE CIBELES

Plaza de Cibeles, 1

Madrid

Del 16 de junio al 25 de septiembre de 2022

 

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