Cuando las estrellas vienen de Japón

El Mori Art Museum repasa la historia del reconocimiento internacional de Kusama, Ufan, Miyajima, Murakami, Nara y Sugimoto

En la etapa del (relativamente) rápido crecimiento económico posterior a la II Guerra Mundial, Japón promovió con fuerza la internacionalización de su cultura, impulso que parece haber recobrado en los últimos años y muy especialmente en la esfera del arte contemporáneo. Sus recientes creadores han abordado asuntos como el postcolonialismo y el multiculturalismo, favoreciendo el debate sobre estos temas en la sociedad nipona y llevando sus reflexiones a ferias y bienales dentro y fuera de su país; por otro lado, el auge de las economías asiáticas, como sabemos notable en los últimos años, ha contribuido a abrir nuevos mercados para estos artistas.

Buscando subrayar esa buen momento internacional de la actual creación japonesa, el Mori Art Museum de Tokio abrirá al público el próximo 31 de julio “STARS. Six contemporary artists from Japan to the world”, que reúne trabajos de autores bien conocidos por el gran público, pues sus carreras han despegado más allá de las fronteras de este país: Yayoi Kusama, Lee Ufan, Tatsuo Miyajima, Takashi Murakami, Yoshitomo Nara e Hiroshi Sugimoto. La exhibición rastrea sus trayectorias hasta la actualidad y explora el germen de su éxito y cómo se han evaluado sus respectivas producciones en un contexto global, así como su tratamiento de temas que trascienden nacionalidades y culturas, como la huella actual de tradiciones estéticas pasadas y la presencia en el arte de hoy de la tecnología (en lo formal) y las subculturas (en el contenido), haciendo asimismo hincapié en la influencia del contexto social, económico y cultural de Japón en su trabajo.

“STARS” dedicará una sección a cada uno de los artistas representados, con piezas datadas entre el inicio de su reconocimiento fuera de Japón y el día de hoy, porque algunos de los proyectos que serán presentados acaban incluso de ser encargados. Encontraremos instalaciones inmersivas a gran escala, obras videográficas y documentación que articulará una visión de la creación reciente japonesa a partir de esos significativos casos particulares. Los trabajos seleccionados, eso sí, lo han sido procurando estimular los cinco sentidos del espectador y ofrecerle una experiencia perceptiva interesante.

Junto a estas piezas, en disciplinas diversas, compone como decimos esta exposición abundante material de archivo en relación con las principales muestras de arte contemporáneo japonés organizadas a nivel internacional desde 1950 hasta la actualidad, examinando su planteamiento y recepción. Se reunirán cronologías, catálogos, vistas de sala, reseñas aparecidas en medios y otros materiales relacionados con Kusama, Ufan, Miyajima, Murakami, Nara y Sugimoto que arrojarán luz sobre su posición en la escena internacional a lo largo de las últimas décadas. También sobre la imagen de Japón que proyectaban en el mundo estas exhibiciones (se incluyen críticas mordaces, probando que no existen las lecturas unívocas).

Yayoi Kusama. Pink Boat, 1992. Nagoya City Art Museum
Yayoi Kusama. Pink Boat, 1992. Nagoya City Art Museum

Parte de estos autores ha desarrollado sus trayectorias más extensamente fuera que dentro de Japón. Kusama, nacida en 1929 en Matsumoto, se mudó a Estados Unidos en 1957 y allí llamó pronto la atención por sus pinturas reticulares, cuyas superficies estaban ocupadas al completo por mallas. También es autora de esculturas de materiales suaves, con protuberancias hechas de tela. El sentido de la repetición presente en su obra tiene que ver con las alucinaciones y obsesiones que la han perseguido desde su juventud y son sello distintivo de su obra, como los colores pop, las calabazas y las flores.

Ufan, sin embargo, nació en Corea del Sur en 1936 pero reside en Japón desde sus veinte. Formó parte del movimiento Mono-ha, que rechazó la idea de “producción” escultórica en tiempos de desarrollismo, en favor de la presentación de objetos y materiales con su apariencia original. Ha incentivado los vínculos entre la creación contemporánea de su país de nacimiento y el de adopción y estudiado los vínculos entre el objeto y el ser.

Lee Ufan. Relatum 1969-1982
Lee Ufan. Relatum, 1969-1982
Takashi Murakami. Miss Ko², 1996-2011
Takashi Murakami. Miss Ko², 1996-2011

El tokiota Tatsuo Miyajima, por su parte, es autor de instalaciones y esculturas con contadores digitales que muestran números en constante cambio, en relación con las nociones de que todo se transforma y está conectado con todo; la filosofía budista está muy presente en su trabajo. Desde 2017, se encuentra sumido en un proyecto llamado Sea of ​​Time: Tohoku, un homenaje a quienes murieron en el terremoto que en 2011 sacudió el oriente de Japón.

Murakami también nació en Tokio y, alumbrando su teoría del superflat, ha pretendido reinventar las fuentes del arte japonés a partir del anime y el manga. Sus figuras beben de la cultura otaku y del estilo kitsch, y también ha creado pinturas hiperdimensionales muy lejanas a la estética occidental. Le interesa desmantelar jerarquías entre la alta y la baja cultura y brindar una descripción crítica de la psicología japonesa de la posguerra en el contexto del arte globalizado de hoy. Sus colaboraciones con Louis Vuitton, y sus proyectos cerámicos o ligados al arte urbano, continúan acercando su trabajo a audiencias distintas a las habituales en la creación contemporánea.

En cuanto a Yoshitomo Nara, nacido en Hirosaki, ha elaborado dibujos, pinturas y esculturas en las que solemos encontrar niños, junto a animales o plantas, cuyas actitudes sugieren ambigüedad: aúna lo cotidiano y lo sagrado, la inocencia y la crueldad. Aunque hay quien encuentra en estas figuras plasmaciones de la cultura kawaii, se trata sobre todo de representaciones de quienes se mueven en los márgenes de la sociedad y de espíritus libres que desean escapar de las estructuras de poder y autoridad. Nara comenzó su carrera como artista a fines de la década de 1980, antes de mudarse a Alemania, donde se estableció entre 1988 y 2000; ese año regresó a Japón.

Por último, Sugimoto, establecido en Nueva York desde los setenta, es autor de fotografías de elevada carga conceptual y filosófica que beben de la cultura clásica y la tradición artística de su país; de hecho, rechaza los recursos digitales. Sus series, dedicadas a paisajes marinos, cines y teatros, dioramas, esculturas budistas o a la historia natural, reflexionan sobre cuestiones fundamentales como la relación entre la fotografía y el tiempo, entre la representación y la vida y la muerte o sobre la naturaleza misteriosa e inefable de la realidad. En los últimos años han evolucionado notablemente hacia la abstracción y la plasmación de espacios ideales y de imágenes mentales, más que nítidas; hay que recordar que la fotografía no ha sido el único campo de trabajo del japonés, autor también de esculturas, instalaciones y diseños arquitectónicos.

Yoshitomo Nara. Voyage of the Moon (Resting Moon) / Voyage of the Moon 2006. 21st Century Museum of Contemporary Art, Kanazawa
Yoshitomo Nara. Voyage of the Moon (Resting Moon), 2006. 21st Century Museum of Contemporary Art, Kanazawa
Hiroshi Sugimoto. Polar Bear, 1976
Hiroshi Sugimoto. Polar Bear, 1976

 

“STARS. Six contemporary artists from Japan to the world”

MORI ART MUSEUM

53F, Roppongi Hills Mori Tower

Tokio

Del 31 de julio de 2020 al 3 de enero de 2020

 

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