Bruce Baillie no concibió el cine como narración y no trabajó únicamente en soledad: esta figura fundamental de la vanguardia y la experimentación fílmica en Estados Unidos impulsó, en 1961, la primera proyección de la distribuidora Canyon Cinema, una sesión con películas no aceptadas hasta entonces en ningún lugar, y un tiempo después fundó la San Francisco Cinematheque junto a Chick Strand. Tan cineasta como artista visionario, introdujo en sus obras la crítica a la sociedad moderna americana y sus formas de alienación, además de valerse de la luz y del color (también del blanco y negro) como instrumentos poéticos con gran potencial evocador.
Alrededor de la propia Canyon Cinema, fomentó la gestación de una comunidad intelectual y creativa de la que, además de Strand, formaron parte Anne Severson, Lawrence Jordan, James Broughton o Peter Hutton y estableció una interesante correspondencia epistolar, durante décadas, con el también director experimental Stan Brakhage.
Pudimos saber más de sus inquietudes cuando hace unos años, en 2016, Garbiñe Ortega comisarió en La Casa Encendida un ciclo de proyecciones que repasaba su producción y ella se encuentra también al frente de la muestra que, el pasado 28 de octubre, abrió sus puertas en Azkuna Zentroa y que remite igualmente a Baillie. “Somewhere from here to heaven” analiza las posibilidades de la exhibición del cine en los espacios expositivos, en nuestro tiempo abierto al new media, a partir de artistas o cineastas de generaciones y orígenes diversos que, en algunos de sus proyectos, se han dejado inspirar por la figura del americano: hablamos de Ana Vaz, Ben Rivers, Eduardo Williams y Apichatpong Weerasethakul.
Dos secciones articulan el recorrido: una primera que nos adentra en la etapa en la que Baillie, y el colectivo del que se rodeó, dieron lugar a una familia cinematográfica de actividad vibrante que aún pervive, bajo la influencia de tendencias fílmicas y artísticas de los cuarenta y los cincuenta, y una segunda que recoge los trabajos de esos autores invitados, audiovisuales en los que podremos encontrar ecos de Valentín de las Sierras, Here I am, Mass for the Dakota Sioux o All My Life del americano, y que se completan en Bilbao con una pieza realizada específicamente para este proyecto por J.P. Sniadecki. Se trata de un filme que se nutre de momentos cotidianos que este creador ha compartido con Baillie en los últimos años y que incorpora, además, una sorpresa, en forma de imágenes inéditas de una obra suya inacabada.
Desde su disparidad de sensibilidades y épocas, las piezas tienen en común su distancia respecto a géneros o categorías cerradas y su fusión de perspectivas creativas diversas, que no incompatibles: lo terrenal y lo místico, lo individual y lo universal, el mito y las propias vivencias, la naturaleza y la sociedad. En la mayoría de los casos, apelan también a los descubrimientos asociados al viaje, a lo que nos une a la naturaleza en forma de búsqueda de luz/espiritualidad o al arte concebido como forma de vida y pensamiento, y no solo como actividad.
Así, Vaz, artista y cineasta brasileña que en sus trabajos audiovisuales ensambla found footage y materiales propios para investigar en torno a las intersecciones entre los mitos y la geografía, la política y la historia, muestra una obra donde bucea en la complejidad de las relaciones entre territorios y relatos y busca ensanchar los límites de nuestra percepción, mientras Rivers, que suele conectar documental y ficción, ha generado una propuesta basada en narrativas oblicuas en las que elucubra sobre vidas alternativas en escenarios marginales. Habitualmente, este creador británico se vale de cámaras antiguas y revela a mano la película de 16 mm, logrando que la materialidad de este medio forme parte de la narrativa.
El director argentino Eduardo Williams, por su parte, investiga el movimiento, la incertidumbre, los nexos espontáneos que pueden generarse entre distintos contextos y Weerasethakul, director, productor y guionista de cine independiente nacido en Bangkok, despliega una vez más su personal mirada en una pieza que no se parece a casi nada: sus obras parecen tener más que ver con los estados de conciencia, la memoria y el sueño que con lo tangible.
Esta exposición se completa con dos ciclos de cine en la Zinemateka: uno dedicado a filmes contemporáneos y otro a obras históricas experimentales. El primero, que se desarrolla en este mes de noviembre, cuenta con trabajos de los autores presentes en “Somewhere form here to heaven”; el segundo, que llegará en enero y febrero de 2023 y también recalará en la mencionada Casa Encendida de Madrid, nos permitirá (re)descubrir a la generación de cineastas americanos que trabajó alrededor de Canyon Cinema. Este es el programa del primero de esos ciclos:
CICLO DE CINE CONTEMPORÁNEO
2 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 1: Paisaje emocional.
3 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 2: Formas de libertad y poesía.
9 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 3: Espacios que recuerdan.
10 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 4: El cielo que cae.
23 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 5: Sueños de juventud.
24 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 6: Lejos del mundo.
30 de noviembre, a las 19:00 horas
SESIÓN 7: Juventud líquida.
“Somewhere from here to heaven”
Arriquíbar Plaza, 4
Bilbao
Del 28 de octubre de 2022 al 26 de febrero de 2023
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