Muchos recordarán a Sharon Lockhart por su participación, en 2017, en el pabellón polaco en la Bienal de Venecia, donde presentó Pequeña revisión (Little Review). Nacida en 1964 en Norwood, es autora de instalaciones, fotografías, pinturas, esculturas y también cine basados en las interconexiones complejas entre formas y medios y con las personas y colaboradores con los que trabaja.
Hasta el próximo febrero, desembarca en la sala Film & Video del Museo Guggenheim Bilbao con “Rotación notación”, una exhibición comisariada por Manuel Cirauqui en la que podemos contemplar una instalación de vídeo y una serie de fotografías que remiten a su descubrimiento de las obras de la coreógrafa israelí Noa Eshkol, poco después de que esta falleciera en 2007; tras conocer a esta autora, decidió Lockhart explorar formalmente el movimiento humano y también impulsar la dimensión colectiva de su trabajo, pues la interpretación del legado de Eshkol se presta a muchas consideraciones sobre la percepción de lo individual y lo grupal.
Interesan a esta artista los modos en que se organizan las actividades humanas, sean estas sociales o no, y desde una perspectiva muy amplia: el deporte y el trabajo, el juego infantil y la coreografía, pero atiende sobre todo a los movimientos aparentemente simples o mecánicos, encontrando en ellos una complejidad inesperada e incluso hondura poética. Plantea sus trabajos, breves y contundentes, como ejercicios de observación que documentan y convierten en tensión sensorial nuestra experiencia en el mundo; decimos que la documentan porque, en sus grabaciones, la lente permanece fija y las situaciones se nos ofrecen como si se filmaran a sí mismas.
Los procedimientos fílmicos sirven a Lockhart para la meditación: se vale de encuadres que subrayan el rol de de los actores y sus cuerpos como portadores concretos de presencia y de gesto, en relación entre sí; ellos y sus acciones generan las obras tanto como la propia realizadora, que mima el manejo de la luz y pretende la objetividad en la reproducción automatizada de la realidad visual a razón de 24 fotogramas por segundo.
Veremos en Bilbao la instalación Cuatro ejercicios utilizando la notación del movimiento Eshkol-Wachman, realizada hace una década, en la que la bailarina colaboradora de Eskhol Ruti Sela lleva a cabo cuidadosos movimientos entre cuatro volúmenes idénticos y diseñados por la propia artista a modo de referencias espaciales. Realiza Sela, miembro de la Chamber Dance Group de la israelí desde 1969 hasta 2007, cuatro danzas y la ubicación de los volúmenes varía en cada una de ellas, correspondiéndose su tamaño con las medidas de la bailarina: la altura es igual a la suya con los brazos levantados y su anchura corresponde con su envergadura.
Reconociendo la labor de la coreógrafa, las acciones recogidas en esta pieza encarnan el sistema de notación que Eshkol desarrolló junto al arquitecto Avraham Wachman en 1958: se trata de un método meticuloso, conocido por sus siglas EWMN, que implica el registro de todos los movimientos posibles de un cuerpo y aún se utiliza para las pautas coreográficas, pero también para otros fines, como el estudio de la locomoción animal y el diagnóstico de ciertas alteraciones del comportamiento, entre ellas el autismo o el síndrome de Asperger. Implicó el desarrollo de un inventario de dígitos y símbolos, para el que hicieron uso de un conjunto de modelos esféricos que permitían inscribir las rotaciones potenciales de las articulaciones y las extremidades.
Esa serie de esferas las encontraremos de nuevo en la serie de fotografías Modelos de órbitas en el sistema de referencia, un sistema de notación del movimiento de Eshkol-Wachman, a la entrada de la sala, el espacio del Guggenheim centrado en videoarte, videoinstalación e imagen en movimiento. Insertas en una estructura de alambre esférica veremos representadas varias formas cónicas, realizadas con malla metálica, que indican la trayectoria de un gesto en el espacio.
Será fácil hallar, en las imágenes de Lockhart, ecos de los estudios previos al cine de los cuerpos en movimiento del pionero Eadweard Muybridge: plasman las formas variadísimas que producen esos orbes en sus giros, movimientos que también podríamos asociar con las acciones de la protagonista del vídeo, una suerte de materializaciones de varias secuencias de los guiones de Eshkol.
Lockhart toma el relevo en este espacio de Christian Marclay, Ragnar Kjartansson, Fiona Tan, Ken Jacobs, Amie Siegel, Pierre Huyghe, Michael Snow, Javier Téllez, Diana Thater, Allora & Calzadilla, Jesper Just, Jesse Jones o William Kentridge.
Sharon Lockhart. “Rotación notación”
Avenida Abandoibarra, 2
Bilbao
Del 4 de noviembre de 2021 al 27 de febrero de 2022
