Decía Kant que nuestro conocimiento del mundo depende de nuestra forma de percepción y Worm que el presente está imbuido del pasado y eso es lo que convierte un olor que nos gusta en una máquina del tiempo.
Para su próxima exposición, que se abre hoy al público, la Galería Elvira González ha contado con tres artistas actuales que han convertido los juegos perceptivos y el estudio de lo sensorial en la base de su producción: Olafur Eliasson, Ernesto Neto y Pae White.
A cada uno de ellos se le dedica una sala propia en este espacio y de los tres se exhiben trabajos en los que invitan al espectador a hacer uso del sentido del olfato, pero las referencias a los olores van más allá de lo perceptivo, porque la estructura de cada una de sus obras viene determinada en parte por su aroma, que los artistas conciben como elemento estructural al mismo nivel que la forma, el color o el material. De ese modo, el olor no solo determina nuestra percepción (que no visión) de sus obras, también el mensaje que Eliasson, Neto y Pae White quieren comunicar. Aunque no conviene, por afinar el olfato, prestar menos atención al disfrute visual, que los tres procuran también.
De Eliasson podemos contemplar la instalación Moss Wall, una obra viva porque el liquen de los renos es su esencia. Lo presenta tejido en una maya de alambre a lo largo de una de las paredes de la galería y está tan vivo que cambia de color al secarse y recupera su tonalidad y olor vivos al regarse. Como buena parte de los trabajos de Eliasson, este también está conectado con Islandia, su país, porque el musgo es originario de allí.
De Ernesto Neto presenta Elvira González una de sus obras más sensoriales, ligada, como en el caso de Eliasson, a sus raíces. O corpo consciente se desloca voador tiene forma antropomorfa y huele a clavo, comino, pimienta negra y cúrcuma, olores que para el artista evocan recuerdos de su origen brasileño y quizá al espectador le resulten también inspiradores.
La estadounidense Pae White, por su parte, presenta en Madrid una instalación de cinco módulos pensada para suscitar recuerdos a partir del olfato: la artista ha utilizado los cotidianos, asociados a situaciones habituales concretas, para despertar nuestra memoria y generar a partir de ellos un espacio envolvente.
Los módulos son estructuras de luz de distintos colores que desprenden aromas ligeros a través de pebeteros situados en ramas, aparentemente al azar.
Sentido del Olfato
c/ Hermanos Álvarez Quintero, 1
28004 Madrid
Del 29 de marzo al 13 de mayo de 2017
