Pinya y Català Roig: donde hierve lo ancestral

Artista y ceramista, ambos mallorquines, presentan un proyecto conjunto en Es Baluard Museu

Palma de Mallorca,

Habitualmente en el medio pictórico, pero abriéndose cada vez a un mayor arco de técnicas, Albert Pinya trata de cuestionar las estructuras de lo real y nuestros modos de percibirlas: los aborda desde una ingenuidad mordaz y un estilo que, siendo muy personal, bebe del lenguaje del cómic y la ilustración y también de la cultura popular. Le interesa especialmente entender los mecanismos por los que, como individuos, entablamos relaciones con nuestro entorno y los conflictos nacidos de esa interacción. Català Roig, por su parte, es un consumado ceramista que, desde hace una década, dirige la Escuela Municipal de Cerámica de Marratxí; es posible que hayáis encontrado alguna vez su obra, porque elaboró baldosas para la restauración del campanario de la Cartuja de Valldemossa o el mosaico de la fuente de la Plaza de la Reina de Palma.

Ambos creadores mallorquines se unen ahora, en el Espacio D de Es Baluard Museu, para presentar el proyecto conjunto “Cámara de combustión”, en el que han enlazado sus procesos de trabajo con el fin de generar una instalación que llevase al límite, en lo posible, las opciones expresivas de sus respectivas disciplinas. Teniendo en cuenta que tanto la pintura como la cerámica han sido métodos de comunicación y representación ancestrales, se han valido de la aplicación, igualmente tradicional, de la pintura a la artesanía para introducir el sentido del tacto en su propuesta y reclamar, en el camino, la necesidad de un regreso a la tierra, a una cierta noción del origen, en nuestro tiempo convulso.

Vista de la exposición «Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión», Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma
Vista de la exposición “Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión”. Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma

Incidiendo en que ese sentido, el tacto, es quizá el que más información proporciona y, desde luego, el dominante en el desarrollo de la cerámica y a veces en su percepción, su Cámara de combustión pretende recordar que las esculturas nacen, en último término, del gesto y que no es otro elemento que el fuego, tan íntimamente ligado a la evolución humana, el que les da consistencia. De su energía telúrica y de la paciencia de Català Roig derivan las piezas que aquí vemos, que por sus grandes dimensiones podrían interpretarse como tótems; sobre ellas, contundentes en su sencillez, se despliega la iconografía lúdica de Pinya, que incorpora al barro pensamiento, narración y desde luego juego.

Podemos entender como anticipatorias sus palabras cuando este artista se sumó a nuestros Fichados; nos explicó que no exploraba ya la pintura como disciplina autónoma sino en íntima relación con otras: Una de las líneas de investigación dentro de mi práctica artística se centra en el estudio de la declinación, la composición y la evolución de la propia pintura y en sus correspondientes variaciones, limitaciones (si es que tiene) y posibilidades. Cultivo una especie de pintura instalativa donde ya no existe sólo una única superficie protagonista, sino que se establece un juego entre lo que sucede dentro y fuera del soporte pictórico. La pintura se transforma en objeto tridimensional y declina hacia instalación, escultura…

En este caso, sobre las superficies modeladas por Català ha plasmado rostros y sonrisas, inesperados sobre las formas escultóricas tradicionales pero fácilmente interpretables como huellas humanas significativas, y los ha conjugado con ciertas tramas ornamentales que, en sus tonos azules y blancos, sí hacen referencia a la estética de la cerámica tradicional.

Han concebido ambos esta propuesta como una reacción a la que llaman tecnobarbarie propia de nuestra era digital, poblada de tendencias y estímulos de alcance tan masivo como efímera es su duración; también como una reivindicación, aplomada y festiva, de la manufactura (y por tanto de los territorios y la memoria) y del tiempo lento.

Albert Pinya y Català Roig, Climate action now!!!, 2022. Cortesía de los artistas. © de la obra, Albert Pinya y Català Roig, 2022. Cortesía del Arxiu Pinya/Català Roig. Fotografía: Samuel Almansa
Albert Pinya y Català Roig, Climate action now!!!, 2022. Cortesía de los artistas. © de la obra, Albert Pinya y Català Roig, 2022. Cortesía del Arxiu Pinya/Català Roig. Fotografía: Samuel Almansa
Vista de la exposición «Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión», Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma
Vista de la exposición “Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión”. Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma
Vista de la exposición «Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión», Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma
Vista de la exposición “Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión”. Es Baluard Museu d’Art Contemporani de Palma

 

 

“Albert Pinya y Català Roig. Cámara de combustión”

ES BALUARD MUSEU

Plaza Porta de Santa Catalina, 10

Palma de Mallorca

Del 8 de julio al 9 de octubre de 2022

 

 

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