Paco Pomet, precisión y desconcierto

El Baker Museum presenta su primera retrospectiva en EE.UU

Naples,
Paco Pomet. La Brecha, 2014. My Name is Lolita Art Gallery, Madrid
Paco Pomet. La Brecha, 2014. My Name is Lolita Art Gallery, Madrid

Aquí en España, en parte gracias a la labor de la Galería My Name´s Lolita Art, ya conocemos bien a Paco Pomet, un artista granadino en su etapa de media carrera que es autor de una prolífica producción sujeta a una cada vez mayor atención académica y que en sus pinturas se nutre de fuentes gráficas en su mayoría anónimas a la hora de poner en cuestión mantras históricos o relacionados con el absurdo y la memoria.

The Baker Museum of Artis—Naples presenta ahora, hasta el 30 de marzo del año que viene, su primera retrospectiva en Estados Unidos.

En las obras de Pomet no faltan nunca referencias subversivas, a veces plasmadas de forma sutil y otras de manera evidente. Se trata fundamentalmente de paisajes y retratos habitualmente monocromáticos que nos sorprenden e intrigan por la precisión de su dibujo y el dominio técnico logrado y también nos desconciertan por su iconología.

Agradables a la vista pero provocadores para la mente, sus trabajos están evidentemente enlazados con la cultura visual contemporánea, esto es, con la producción masiva y constante de imágenes, pero a la vez denotan la voluntad del autor de ir contracorriente: reivindican, de manera clara, la imaginación como medio para desafiar la percepción común de la realidad, que el artista juzga obsoleta.

La distorsión del significado aparente de sus obras la logra mediante distintos mecanismos: la incorporación de algún elemento descontextualizado que aporta carácter humorístico, la deformación del físico de las figuras representadas, a menudo de sus extremidades; el juego con escalas o la utilización de tonalidades brillantes, casi irreales.

La obra de Pomet reivindica la imaginación como medio para desafiar la percepción común de la realidad, que el artista juzga obsoleta

Paco Pomet. Deserción, 2014. Colección de Guillermo Martínez Casán, Madrid
Paco Pomet. Deserción, 2014. Colección de Guillermo Martínez Casán, Madrid

El resultado son composiciones hilarantes, misteriosas o chocantes que invitan a quien las contempla a buscar en ellas significados ocultos; propuestas lúdicas que prueban la voluntad del granadino de alejarse de las convenciones, en sus palabras, de “alimentar una ingenuidad activa” para verlo todo desde un nuevo enfoque.

Otra característica importante de la obra de Pomet es la presencia casi tangible de la dimensión temporal en sus trabajos. Le fascinan la revolución tecnológica de la primera mitad del s XX y el espíritu innovador de la que surgió, aspecto que, en sus pinturas, se ve reflejado en la aparición de objetos que parecen invenciones de aquella época por su toque anacrónico.

Lo grotesco, elementos relativos a la cultura americana, los llamados no lugares o las situaciones inmediatamente anteriores a momentos fatales también están muy presentes en sus trabajos.

Magritte y el surrealismo más enigmático son influencias evidentes sobre Pomet, cuyo estilo pictórico remite también al creador posmoderno americano Marcos Tansey, a las fotopinturas de Gerhard Richter, en cuanto a la pretensión del alemán de naturalizar espacios ilusionistas, y al lenguaje de Ángel Mateo Charris, con quien comparte inspiración en el cómic y en el Pop Art. La frescura de su técnica nos hace pensar, hablando de cómics, en los de Santiago Ydáñez, con quien Paco compartió estudio.

 

 

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